— Sí... Es muy lindo...
— ¡Acéptalo!, ¡Te gusta! –gritó emocionado, y después le dió un ligero golpe en el brazo a su amigo.
— ¡Ahg!... –se quejó, sobándose el brazo, pero entonces dibujo una hermosa sonrisa en su rostro, dejando ver así sus dientecitos y también sus encías.– pero... ¿Para qué te voy a mentir?, Me encanta...
Editado: 07.03.2021