6:00AM. El despertador del teléfono sonó y una sonrisa me atrápo. Me levante, me duche y me vestí con rapidez. Tenía todo perfectamente organizado y ordenado. Revise la batería de mi teléfono y salí de la habitación anunciando a mi madre, que era la hora de irnos. Ella me iba a llevar hasta la estación de tren, para evitar el incómodo tranvia que bordeaba la costa.
Insisti mirando el reloj una y otra vez. Al final mi madre ya preparada , me recordo que el tren salía a 7:30 y que había margen para ir tranquilos.
Mi madre tenía razón y llegué con bastante antelación a la estación.
Me despedí de mi madre, triste y contento al mismo, por lo que suponía dejar el hogar y embarcarme en esta aventura. Aprovechando la espera, tome fotografías del AVE (tren de alta velocidad), que debía de llevarme a la capital.
El tren salió silenciosamente, y los ojos se me cerraron sin apenas percibir el movimiento de este. Durante el viaje, abri los ojos tímidamente, y no los abri hasta que el tren redujo su velocidad, lo que significaba, que la llegada a la estación era inminente.
Tome un taxi y llegue a mi nuevo hogar en pocos minutos. El tráfico en la capital era enorme, pero pese a ello fue un camino rápido.
Entre en la recepción de la residencia, y una vez verificaron mis datos, me dieron mi tarjeta y camine hacia mi habitación.
En mi camino salude a todo el mundo, con los que me iba cruzando. Unos me devolvieron el saludo y otros no, algo el cual no di importancia.
Salí de la habitación y me dirigí a las zonas comunes, para conocer un poco el lugar.
Durante todo el día estuve hablando y conociendo a gente . Quería ser lo antes posible uno más, y es por eso que durante la comida y la cena estoy hablando con varias personas, dónde me contaban un poquito las cosas que se hacen en aquel lugar.
Cansado y después de un día bastante largo e intenso me dormí con rapidez, pensando en qué tenía que preparar todo para el comienzo de la Universidad.
Desayuné con calma solo en una silla y observando a los que según paso los minutos iban entrando.
La mañana fue muy productiva, preparando un esquema con todo el temario y conociendo a profesores y compañeros con los que iba a compartir aula durante esos años.
A a mediodía llegue y de casualidad me crucé con el director del Colegio Mayor. Tuvimos una charla durante unos minutos en el cual, me preguntó cómo estaban siendo mis primeras horas allí. Tras darle una respuesta positiva se despidió y continuo su camino.
En la comida busque alguna cara conocida y me senté presentándome ante las personas el cual aún no había conocido.
Me presente y durante la comida charle con todos ellos, no de descubrir cosas de ellos gustos aficiones y del mismo modo yo también me abrió un poco a ellos contándoles un poco mi historia. La verdad es que fue muy agradable, encontrándome con gente que me ofreció una gran hospitalidad.
Los siguientes días fue básicamente, conocer a todo el mundo, y comenzar a participar en pequeñas actividades. En una de esas noches tuve por fin la oportunidad de conocer, un grupito compuesto por cuatro o cinco personas, el cual todos denominaban como "los malos".
Este grupo era el que organizaba algunas fiestas, y y los que tenían un poco aterrorizados a todos. Esto último no lo llego a entender, sin embargo algunas personas con las que ya empezaba a tener confianza, comenzaron a advertirme, sobre cómo eran.
Seguía sin entender, ese miedo hacia esas personas cuando yo ya interactuaba con ellos sin ningún problema. Decidí olvidarme y seguir centrado y mis estudios.
Todo cambio cuando se realizaron las famosas novatadas a los a los novatos. Los que estamos preparados para sufrir, las tradicionales bromas entre estudiantes, sabíamos quiénes iban orquestar, las diferentes pruebas a las que no se van a someter.
Durante un fin de semana se fueron sucediendo una y otra vez, mientras el resto observamos y esperábamos nuestro momento.
La espera llegó a su fin y llegó mi turno. Uno de ellos me agarro del cuello, y me obligó a desnudarme delante de todos. No contento me tuve que subir encima, de otro novato que también estaba desnudo.
No lo pensé cerrar los ojos, y espere contando en mi mente que la humillación llegar a su fin. Tras esto rápido me vestí mientras seguía recibiendo insultos de todo tipo.
Me dirigí a mi habitación me refresque cuando alguien aprovecho y entro dentro.
Me sacaron a la fuerza bajo la frase de" esto no ha acabado novato".
Dos de ellos me llevaron a un patio interior, y me pusieron de rodillas junto a otros novatos.
Ante las risas del resto, y sin ningún tipo de vergüenza, varios de ellos comenzaron a orinar en vasos de plástico.
El olor era fuertísimo, y solo olerlo ya me producía arcadas y ganas de vomitar.
Por la espalda y sin avisar nos pegaron la cara, contra el vaso para que bebieramos.
Gire la cabeza y observe cómo varios te los novatos, bebían tapándose la nariz.
Yo tomé aire sin embargo en el último instantes aparte la cara, y aparte el vaso. Pese a la insistencia de todos ellos me revolví, y me marché a mi cuarto. Me quite la ropa me metí en la ducha y me metí en la cama. Todo tiene un límite, y he cosas ante las que podía acceder y otras que no.
Yo no estaba dispuesto a seguir las normas de ellos, así pues desde ese instante iba a comenzar con ellos una peligrosa batalla...
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