Momentos mágicos

3 - septiembre - 2008 (día de la boda)
Estaba super emocionada, estaba en casa de mis padres, poniéndome mi vestido de novia, es un vestido estilo princesa, con escote en forma de corazón y mangas enganchadas en la parte de abajo del escote, las cuales eran blanco transparente, además también llevaba velo, con un recogido de pelo muy bonito. Mi maquillaje era bastante sutil, ya que no quería que fuera demasiado sobrecargado y exagerado.

Salimos de la casa y nos subimos al coche que nos habían regalado por nuestra boda, un Audi A6 descapotable, negro mate, con toda la tapicería blanca y un dibujo de un fenix en el capó, arrancó mi padre el coche, siendo mi madre la copiloto y yo la pasajera, al llegar a la iglesia, mi madre me ayudó a salir del coche y luego se metió rápidamente en la iglésia, mi padre me ofreció el brazo, lo cual acepté y este al ritomo de la música me llevó al altar, donde esperaba un impaciente Dennis, su espoking negro con corbata, su pelo era castaño clarito, tiene el pelo largo hasta debajo de las orejas, esta vez tiene el pelo algo alborotado, quedándole muy sexy, mordí mi labio inferior mientras más lo obserbaba, más me gustaba estar conél y más ganas me entran de casarme con él. Mi padre al dejarme en el altar me abrazó y me susurró al oído "estas preciosa mi niña" una vez dicho eso, se fue a sentar con mi madre.

Dennis y yo nos cogimos de las manos, mientras el cura recitaba la ceremonia, llegando a los votos matrimoniales donde el cura dio paso tras decir: "Así, pues, ya que queréis contraer santo matrimonio, unid vuestras manos, y manifestad vuestro consentimiento ante Dios y su Iglesia".

Dennis me miró y apretó levemente mi mano, supongo que estaba cogiendo fuerzas, cuando empezó a hablar.

-Laia, soy el hombre más feliz a tu lado, juro serte fiel hasta que la muerte nos separe, juro cuidarte, juro estar a tu lado cuando tu mundo se caiga y estar para ayudarte a reconstruirlo, cuando te caigas ayudarte a levantarte, formar una familia contigo, y estar siempre para mi familia, para cuidarla y mimarla como merece, aquí ante Dios, pido que me ames incondicionalmente como yo lo hago contigo y por siempre y para siempre juntos -concluyó con esa frase que tanto nos representa, en eso me dí cuenta de que me tocaba a mí, cogí aire y empecé a decir mis votos.
-Yo, Dennis, te quiero a ti, Laia, como esposa y me entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida -formuló sus votos matrimoniales y su consentimiento.
-Yo, Laia, te quiero a ti, Dennis, como esposo y me entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida -formulé mis votos y consentimiento mirándole a los ojos con una sonrisa, al igual que él a mi.
-Yo os declaro marido y mujer -anunció el cura y ambos nos besamos con un tierno beso lleno de amor, todos empezaron a aplaudir alegremente.

Todos marcharon al local de la comida, entre risas y música la celebración fue bastante animada, fue el mejor día de mi vida.

"¡Beso! ¡Beso! ¡Beso!"

Gritaban todos los invitados con entusiasmo, ambos nos miramos durante un rato mientras aún seguían los reclamos del beso, este cogió mi mentón y me beso con ternura a lo que yo respondí el beso también, al separarnos, todos empezaron a aplaudir emocionados y empezaron a gritar muy eufóricos.

La boda transcurrió con tranquilidad hasta el final, una vez acabada la celebración, era un momento mágico ción cada uno se fue a su casa, nosotros nos subimos al coche y nos marchamos a nuestra casa en común, al llegar a la puerta de casa, este me cogió en volandas y nos adentra a la casa, al estar dentro me bajó y me besó con cariño.

El beso empezó a subir de intensidad, bajó sus manos a mi culo apretando y acercándome a él, puse mis manos en su pecho desabrochando la camisa y pasando mis manos por su pecho, al separarnos del beso, ambos sonreímos.

-¿Quieres una copita? -me preguntó con una sonrisa pillina.
-Encantada, mi cielo -afirmó con una sonrisa- una copa de baileys -comenté.
-Claro princesa -sonrió y sirvió en dos copas de baileys con hielo.

Brindamos y poco a poco nos tomamos la copa, antes de sentarnos, le hice que me desabrochaba el vestido, una vez desabrochado deje caer el vestido al suelo y me tiré al sofá, cogí la copa de baileys y seguí bebiendo, disfrutando del momento junto a él, era un momento mágico y lo estaba disfrutando mucho, me apoyé en su pecho sosteniendo la copa, este me rodeó con un brazo, mientras con sus dedos acariciaba mi brazo con delicadeza.

-Actualidad-
Esos recuerdos me provocaron las lágrimas y una sonrisa tonta, en ese momento noté como un suave tacto recorría mi brazo, mi piel se erizó al instante, me giré instantáneamente, pensando que estaba él a mi lado, pero no estaba , había sido fruto de mi imaginación y no podía seguir así, estaba completamente rota y sin ganas de nada, si, habían pasado cuatro meses, si, estaba destrozada, si, estoy luchando, si, estoy haciendo todo lo posible para que él se sienta orgulloso de mi, y siempre que esté a mi lado, aunque ya no viva.

"Siempre has sido mi vida, siempre has sido mi razón de vivir, siempre lo has sido todo para mi, te amo, en esta vida y en mil más, recuerdalo vida, siempre voy a estar gritándole al cielo para que me escuches vida mía"

Miré al techo y sonreí, pensando en que él estará mirándome haya donde él esté, porque sé que él me quiere y siempre va a estar junto a mi, me tumbé en la cama, y cerré los ojos, con el deseo de que Dennis en un momento u otro apareciera por esa puerta y me abrazara y besara, tan solo para dormir junto a mi.

"Me faltas en la cama y en mi vida"

Comenté con un tono roto y empecé a sollozar con desilusión, sabiendo que él no vendrá nunca más, se ha ido para siempre y lo tengo que empezar a asimilar y a aceptar, porque si no, voy a acabar loca y sin nada por lo que vivir, miré mi vientre y lo acaricié.