Gritándole al cielo

Soy... ¡Mamá!

Han pasado cuatro días y no he podido salir de la cama del dolor de la cesárea, y por fin ya puedo moverme, he avisado a una de las enfermeras que quería  ver a mi hija, está comprobó antes de nada que estaba en buen estado para ver a mi niña.

Salimos y al llegar a la sala de incubadoras, me pararon para entras, me pusieron una bata médica, unos guantes, una redecilla del pelo con un gorro de tela, y una mascarilla, en ese momento me dieron acceso a ver a Sinndey, me acompañaron a su incubadora, dejándome sola con ella.

-Mi pequeña, como me gustaría que tu papi estuviera aquí, que vieron lo que te pareces a él, sus ojos verdes, mi pelo castaño y rizado... Eres idéntica a él y eso es lo que más me va a costar asimilar -suspiré pesadamente- pero siempre encuentras un motivo para ver desde otra expectativa la vida, y ese motivo ahora te has vuelto tu mi niña -sonreí emocionada y apunto de llorar- me gustaría que estuviera Dennis... -susurré con la mirada baja.
-No soy Dennis, pero espero servirte en lo que sea -la voz de Jaime me sorprendió y me giré rápidamente mirándole, este se acercó a mí con una sonrisa- ¿Te serviré para algo Laia? -me preguntó con una sonrisa tierna, yo simplemente asentí y le abracé con fuerza, este solo acarició mi pelo con tranquilidad, aunque su corazón iba a mil por hora.
-Gracias por estar aquí en este gran momento -le agradecí y una enfermera entró, dándome un biberón muy pequeño.
-Te la voy a dar y le das en biberón luego cuando termine el biberón nos avisáis -sonrió mientras me la entregaba.
-Claro sin problema -comentó Jaime, mientras yo la cogía con delicadeza.

La acuné en mis brazos y Denis me dio el biberón de Sinndey, empecé a darle el biberón con cuidado, a mitad biberón, paré e hice que Jaime se sentara a mi lado, y se la entregué, este me miró sorprendido pero no sé negó, la acunó en sus brazos y le dio el biberón y cuando terminó avisé a la enfermera y está cogió a Sinndey de los brazos de Jaime y la volvió a dejar en la incubadora.

Abracé con fuerza a Jaime, había sido un momento en el que me di cuenta de que era mamá, si ahora tenía una responsabilidad encima mía, una persona que dependía de mí y que iba a ser importante para ella, una sonrisa afloró en mis labios, Jaime también me estaba abrazando con fuerza, cuando nos separamos del abrazo, me acompañó a la habitación, en la cual se encontraba Logan, este al verme me sonrió, noté cómo Jaime se tensó, suspiré y me acerqué a Logan.

-Dime Logan -le miré fijamente a los ojos, que eran un reflejo de Dennis.
-Necesito un favor enorme -comentó desesperado.
-¿Que favor? -pregunté curiosa.
-Un sitio en tu casa -confesó triste, mis ojos se abrieron de golpe y este empezó a explicarse- mis padres están empeñados en quitarte a Sinndey y yo me negaba rotundamente a que hicieran eso, y bueno se enfadaron conmigo porque te defendí y me han echado esta mañana -terminó de explicarse, estaba muy decepcionado y se le notaba que era verdad lo que decía por sus gestos.
-Esta bien -le miré a los ojos- pero en mi casa te quedas en la habitación de invitados -le miré fijamente- ha y nada de hablar con tus padres, no me fío de que me la jueguen -confesé y seguidamente le advertí sería, este aceptó de inmediato.
-Claro Laia, no quiero que te separen de Sinndey, además es mi sobrina quiera o no y la voy a querer mucho y la voy a cuidar -sonrió con alegría.

Le di una copia de la llave a Logan "confío en ti Logan" fue lo último que le dije antes de que se fuera, Jaime suspiró al ver cómo se iba, se acercó a mí y me hizo mirarle.

-¿Cómo le vas a decir que estás durmiendo en la misma cama que yo y que también tengo llave? -arqueó las cejas.
-Ya se enterará -dije indiferente- además tú y yo no somos nada, solo mejores amigos como hermanos -comenté aún sabiendo los sentimientos que tiene Jaime hacia mi y los que tenía yo hacia él en un pasado, pero que actualmente no sé ni lo que siento.

Este se quedó callado, me supo mal, pero necesito tiempo para pensarme las cosas, solo espero que no se marche de mi lado y que esté junto a mí, necesito a alguien que me ayude con Sinndey, pero tengo miedo de que se ponga celoso de Logan.
Acaricié su mejilla y besé su otra mejilla con mucho cariño, seguidamente le sonreí, no quiero hacerle ni hacerme falsas ilusiones, pero quiero a alguien a mi lado.

-Vamos Jaime que sabes que yo te quiero -sonreí tiernamente, este me miró fijamente a los ojos.
-¿Me quieres? -dijo extrañado, pero no quitaba su mirada de la mía.
-Sí -añadí tranquilamente.

Nuestras mirada no se distanciaron ni un segundo, cada vez nos acercábamos más, nuestros labios se acercaban cada vez más, ¿quería besarlo? Sí, tal vez sí, quería saber qué tal se sientes sus labios el besarme, nuestros labios se rozaron, Jaime enganchó suavemente mi pelo y me acercó a él suavemente, juntando nuestros labios en un beso lento y suave, donde en ese beso me mostraba amor y deseo, me derretía en sus labios, este tomó posesión de mi boca y cada vez me besaba más rápido y con más deseo, era increíble el beso, cuando ya nos faltó el aire nos separamos, yo estaba roja como un pimiento, juntamos nuestras frentes.

-¿Ves como te quiero? -le pregunté con una sonrisa tierna.
-Sí, ya lo veo -dijo embobado y me volvió a besar, esta vez con algo más de deseo y posesión.
-Pero esto es secreto -dije para que él no dijera nada- por el simple echo de que no quiero que nadie lo sepa aún, quiero asegurarme de que eres lo que quiero -confesé y este aceptó no decir nada- Gracias Jaime -sonreí con alegría.

Nos fundimos en un abrazo lleno de amor, no quiero decirle nada de un "te quiero" o "te amo" o cualquier cosa de esas.
Jaime era bueno, tiene el pelo castaño algo largo, sus ojos azules y los labios perfectos, él siempre desde pequeño siempre ha sido guapo, las sonrisa se mantiene en mis labios, puede que sea feliz.
 




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