Al día siguiente Dulce se despertó cuando sintió que la tiraron de la cama. Al mirar hacia la puerta notó a Abraham quien la miró con desprecio
-Ya es hora, no necesitas tus zapatos así que los desechamos. Sígueme, te haremos unos estudios-
Salió de la habitación comenzando a caminar tranquilamente. Dulce se levantó del suelo y se apresuró para después caminar detrás de Abraham observando con detenimiento todas las instalaciones.
No tardaron mucho en llegar a una sala en la que había varios objetos de laboratorio. Abraham le indicó a Dulce que se sentara en una silla, esta acató las ordenes y se sentó para después mirar a Abraham quien tenía una jeringa en sus manos. En ese momento Dulce miró asustada como Abraham se acercaba a ella y este al notar la mirada asustada de la pequeña suspiró.
-Solo tomaré una muestra de sangre, no tienes por qué alarmarte, no dolerá solo será una pequeña punzada ¿bien?
Dulce asintió con la cabeza y dejó que Abraham sacara una muestra de sangre haciendo una ligera mueca. Cuando este terminó le indicó a Dulce que se levantara
-¿Sabes cómo regresar a tu cámara? Por ahora solo me dedicaré a examinar las muestras por lo cual puedes descansar unos momentos-
-B-Bueno, si se cómo regresar así que yo iré sola-
Salió del cuarto caminando rumbo a su cámara, pero se detuvo cuando escuchó un fuerte estruendo. Miró hacia la puerta e hizo sus manos puños al ver a aquellos oficiales nuevamente, sin embargo, se dio cuenta que sujetaban los brazos de un chico de cabello azabache y ojos rojos, los cuales parecían dos rubíes. El chico luchaba por soltarse de los oficiales quienes estaban aplicando fuerza para que no se soltara.
- ¡Déjenme ir! ¡Suéltenme! ¡No dejaré que hagan lo que quieran conmigo! –
Dulce notó que en la espalda de aquel chico se encontraban dos alas de plumaje negro miró sorprendida la situación y cambió su destino para seguir de cerca a los que acababan de llegar. Los oficiales dejaron al de ojos rubíes con la misma mujer con la que la habían dejado a ella, de igual forma esta lo guio hasta otra cámara donde le entregó también una camisa blanca y bastante limpia; después de eso cerró la puerta y Dulce ya no pudo ver nada.
Suspiró para después retomar su rumbo hacia su habitación encontrándose a mitad del camino con Abraham
- ¿Qué haces aquí? Te dije que te fueras a tu cámara ¿No entendiste eso? -
Tomo a Dulce del brazo y la llevó a su habitación, una vez que estuvieron ahí la aventó haciendo que la pequeña cayera al suelo dentro de la habitación raspándose la mejilla y las rodillas.
-Vendré por ti más tarde ahora tengo cosas más importantes que hacer-
Cerró la puerta y Dulce se levantó con sus ojitos cristalinos y poniendo una mano en su mejilla, se sentó en la cama y miró sus rodillas las cuales tenían pequeñas marcas de sangre.
Limpió sus rodillas y su mejilla para después recostarse en la cama y cerrar sus ojos intentando dormir un poco más. No pasó mucho tiempo cuando la puerta de la habitación se abrió dejando ver a Abraham el cual hizo una mueca al ver a Dulce dormida, se acercó a ella y tomó su brazo para levantarla; gracias a aquel movimiento la pequeña despertó y miró al contrario.
-Tus muestras de sangre revelaron muy poco así que examinaremos tus signos vitales para ver si hay algo diferente-
Salió de la habitación siendo seguido por Dulce mientras caminaba a otra sala diferente a la primera. En el camino se encontró con aquel chico de ojos rubíes, ahora que lo veía mejor pudo notar el cansancio reflejado en su mirada, sus alas algo lastimadas y que al parecer era de la misma edad que ella.
Al llegar, Abraham le indicó a la pequeña que se recostara en una camilla que estaba ahí y que cerrara sus ojos. La pequeña se subió con dificultad y se recostó para después mirar a Abraham quien le colocó una venda en los ojos y comenzó con su trabajo.
Pasaron un par de horas hasta que le quitó la venda de los ojos y la ayudó a bajar de la camilla.