Prólogo

Como cada mañana desde hace cuatro años, una joven se encuentra al borde de un mirador escuchando los sonidos del mar mientras que observa a una familia divirtiéndose en el frío y nublado día. Quienes han pasado por completo del letrero de "No pasar el barandal"

Aunque se pueden escuchar las risas mientras que se toman fotos, a pocos metros de ellos se encuentra un risco que da una enorme caída hacia el mar y unas rocas afiladas. Y, esperando lo peor. La muchacha salta lo único que la mantiene segura de un accidente y se acerca a la familia para indicarles que es mejor mantenerse alejados de ese risco.

Nombrando la gran cantidad de tragedias que han ocurrido en el lugar, ella muestra algo de preocupación por la vida de ellos. Lo que estaría bien de no ser por el hecho de que una de las gaviotas que se encuentra a escasos metros emprende vuelo espantando a uno de los niños por accidente.

- ¡Hijo!

El grito de la madre es igual de tardío que su reacción, incluso el padre no es lo suficientemente rápido como para ir por el infante. Sin embargo, en un impulso de gallardía. La joven no duda en correr y en jalar de su camisa antes de que este resbale y caiga hacia una muerte segura.

Aunque eso no significa que todo saliera bien para todos...

Debido a la velocidad y fuerza que usó al moverse, ella pierde el control de su cuerpo y cae directamente por el risco. Generando así un momento de vacío y posterior a eso, una recapitulación de su corta vida hasta llegar al segundo en que ve como el agua esta cada vez más cerca.

Y como si fuera un caída en cámara lenta, internamente pide perdón por no haber gozado de su vida y finalmente sonríe dolida al resignarse a la idea de morir.

Lo siguiente a eso, es el sonido provocado por el impacto de su cuerpo contra el agua. El cual es acallado rápidamente por el reventar de las olas contra las piedras. Borrando por completo todo rastro de la muchacha y dejando así como únicos testigos a aquellos que presenciaron su muerte.

Sin embargo, el mundo no es tan cruel y un milagro ocurre sin que nadie en la superficie se entere.

El sacrificio de la muchacha es algo que merece ser recompensado y mientras que su cuerpo se encuentra sin vida bajo el agua. El mar decide darle otra oportunidad, causando así una magnifica transformación en su cuerpo.

Sus piernas se transforman en una gran aleta blanca y su cabello pierde toda su pigmentación quedando del mismo color que su cola. Finalmente, su corazón vuelve a latir y en cuestión de segundos, sus ojos se abren...