Capítulo 10

Me encontraba revisando que todo esté en orden por décima vez, ya estaba ultimando los últimos detalles para la fiesta cuando Kaden se adentra en la cocina y se me queda viendo unos segundos desde la puerta. A pesar de estar ignorándome desde ayer, jamás ha dejado de mirarme de esa forma, como si pudiera comerme con su mirada. Sin despejar sus ojos de los míos, se acerca a mí para agarrar una copa de la bandeja que tendré que pasear por toda la casa dentro de unos minutos, toma el contenido de un solo sorbo y la apoya nuevamente en el mismo lugar para volver sobre sus pasos e irse.

- Idiota- digo en voz baja mientras aprieto los dientes

- ¿Qué has dicho?- preguntó

De repente se da la vuelta y se acerca a mí rápidamente para hacerme quedar contra la mesada y mi rostro a unos pocos centímetros de sus labios, mi mirada baja hacia ellos y no puedo evitar recordar las ganas con las que me besaron hace un par de días. Vuelvo a levantar mis ojos hacia él antes de hablar.

- Lo que escuchaste, eres un idiota- repetí enfrentándolo

- Me han dicho cosas peores- respondió mientras nuestras narices se rozaban

- ¿Vas a seguir ignorándome por mucho tiempo?- dije antes de tragar duro, la cercanía era demasiado tentadora

- Yo no te estoy ignorando- aseguró

- Claro que sí, no me has hablado en días- afirmé

- Estoy ocupado- pude respirar su aire en esa última frase

- Oh vamos Kaden ¿tanto te cuesta aceptar lo que pasó? No fue para tanto- sonrío irónico ante mi último comentario.

- ¿No fue para tanto? Aún recuerdo como gemías mi nombre- volví a tragar para quedarme callada, ensanchó su sonrisa- ¿Qué pasa Caddie? ¿Nada que decir?- mi nombre en su boca seguía sonando igual de bien, igual de retador y aún más si usa ese tono seductor al pronunciarlo. Dejé respirar cuando llevó su mano a mi cintura apretándome contra él, haciendo que el vestido suba unos centímetros, desnudando mis muslos- Joder, verte en ese vestido es una maldita tortura- lo escuché gruñir a milímetros de mis labios.

- ¿Acaso no puedes resistirte Kaden?- ¿Qué? Él no es el único que puede provocar.

- Voy a disfrutar tanto de follarte Caddie- dijo rozando sus labios con los míos, su mano aún me sostiene de la cintura, su otra mano bajó a mi cuello haciéndome contener el aire- Deberías cubrir mejor las marcas de tu cuello, a menos que quieras que todos se enteren que te hice gritar mi nombre la otra noche- dijo para acariciar la piel de mi cuello justo en los lugares en donde me había besado. Cerré los ojos y segundos después lo aparté para salir de la cocina e ir a mi habitación a retocarme el maquillaje, si el maldito estaba diciendo la verdad tenía que arreglarlo.

Efectivamente, tuve que volver a colocarme base, se había corrido. Cuando terminé de arreglarlo sonó el timbre y corrí escaleras abajo para abrir la puerta, pero era demasiado tarde, la sala ya estaba repleta de asquerosos y egocéntricos millonarios. La música no tardó en retumbar por toda la casa cuando lo único que iluminaba el lugar eran las luces de colores que estaban puestas en el techo. Me dirigí a la cocina para tomar la estúpida bandeja y comenzar a hacer malabares entre las personas bailando para evitar que algo se caiga, junto con mi mejor sonrisa falsa.

Sentí la mirada de Kaden sobre mí, nuestros ojos se encontraron un par de veces en medio de la multitud y la oscuridad, nuestras miradas retándose, profundas, provocando toda una serie de espasmos en mi cuerpo , pero lo ignoré y continué con mi trabajo.

Una vez vacía, llevé la bandeja a la cocina nuevamente, para rellenarla otra vez mientras aprovecho la soledad para poder descansar durante unos segundos de toda la tensión que me rodea. Me encuentro llenando las últimas copas cuando alguien entra en la cocina. Me doy la vuelta y diviso al chico del otro día, vistiendo otro traje.

- ¿Leo verdad?- pregunto sonriéndole, recuerdo lo amable que fue conmigo.

- Recuerdas mi nombre, impresionante Caddie- dijo devolviéndome la sonrisa

- Veo que también te acuerdas del mío. ¿Vienes por agua? Sé que el alcohol no es lo tuyo- sonrío aún más

- De hecho sí, me has sacado las palabras de la boca- me acerco a la heladera bajo su mirada y le sirvo agua en un vaso para tendérselo y verlo tomar el contenido.

- Gracias-

- No hay de qué- se me queda mirando unos segundos antes de volver a hablar.

- Caddie, he estado pensando y me gustaría invitarte a...- comenzó a hablar casi sin poder mirarme a los ojos.

Mi mirada recae en Kaden, que entra a la cocina a paso seguro para acercarse a mí. Con su mirada fija en la mía me alza el mentón con su mano como solía hacerlo cuando estaba a punto de besarme y estampa sus labios contra los míos sin previo aviso. Estoy realmente confundida, pero eso no me impide seguirle el ritmo del beso al instante, su lengua juguetea con la mía sin vergüenza al tiempo que toma mi cintura con su otra mano pegándome a él aún más, definitivamente había extrañado sus besos.

Mueve sus labios contra los míos desesperado por más contacto, casi marcando territorio, con brusquedad y deseo, y de verdad me encanta, nuestras lenguas vuelven a acariciarse provocando en mí una ola de sensaciones, y Kaden me aprieta contra su cuerpo abrazándome con su calidez, estoy disfrutando de esto sin dudas.

Estoy segura de que el beso duró mucho más de lo que debería porque cuando él nos separa, lanzándome una mirada que dice demasiadas cosas antes de bajar sus ojos a mis labios rojizos, Leo nos mira demasiado sorprendido tratando de no hacerse notar. Kaden pasa su brazo por encima de mis hombros y yo sigo sus movimientos, completamente atónita y, sí, excitada también ¿Qué acaba de pasar? ¿Acaso me perdí algún capítulo y no me enteré?

- Lo siento Leo, no me enteré de que estabas ahí ¿interrumpo algo?- dice él relajado, como si nada pasara, y en ese momento los cables de mi cerebro se conectan. Me besó delante de él apropósito, para que no pueda invitarme a salir. Maldito imbécil ¿Ahora cree que tiene el derecho de ponerse celoso?