― Oye Eis, ¿crees que todo esto funcione?
― Tiene que funcionar, cariño.
― Pero y ¿si descubren nuestro secreto por esto?
― ¿Cómo van a enterarse? Nunca van a descubrir que nosotras lo planeamos, confía en mí querida.
― También hay que idear una estratega para que las cosas vayan un poco como queremos, luego que el destino y esos ineptos se encarguen del resto.
Ambas chicas se miraron cómplices.
― ¿Quién crees que vaya a ganar este juego, Uil?
― Ya veremos, esperemos que las cosas se pongan interesantes.
― Claro que sí, no por nada gasté mucho tiempo de mi valiosa vida en ello.
― Ésta es la mejor de nuestras ideas, sin duda.
― Por favor, teníamos que ayudar sí o sí a esas pobres almas en desgracia suplicantes de nuestra asistencia e interés.
Ambas chicas miraron la pantalla del ordenador mientras terminaban de dar por iniciado el nuevo motivo de entretenimiento para sus retorcidas mentes.
― Y, enviado, fase uno lista, que dé comienzo la fase dos.
― Y lo creas o no, ya tengo una idea de cómo podemos hacer que todo avance más rápido…
La de nombre Eis se acercó un poco más a su compañera para que ésta le contase lo que tenía en mente; luego de escucharlo sonrió contenta.
― Que empiece el juego, nene.
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Editado: 17.03.2019