Kitsune

Cuento Parte 1.

 

Izanagi descendió hasta el “Yomi” al parecer este sitio se parecía mucho al mundo terrenal con la única diferencia que la oscuridad lo cubría.

Izanagi después vagar por mucho tiempo por el lugar encontró a Izanami que de inmediato le pidió volver a la vida en el mundo, pero su amada esposa se negó y le confeso que era demasiado tarde pues ya había consumido el alimento del Yomi, Izanagi no estaba dispuesto a aceptar un “No” por respuesta. Después de tantas suplicas Izanami acepto preguntándole al dios residente si podía ir con él.

Pero antes de regresar Izanami le pidió a su esposo que la dejara dormir antes de regresar a lo que él estuvo de acuerdo sin embargo la oscuridad del Yomi le estaba desesperando por lo que no pudo esperar más y decidió entrar, tomo su peine y lo prendió como una antorcha.

Pero al momento de por fin verla no era nada a lo que él esperaba. Era una visión horripilante, lo que era su “Amada esposa” se había convertido en un cadáver putrefacto y descompuesto y con su carne llena de gusanos. Asqueado definitivamente al dios salió corriendo aterrorizado del mundo de los muertos.

 

—   Pero ¿Enserio fue tan grande el desagrado? ¿No amaba a su esposa?

 

Una masculina voz susurrante interrumpió la narración que se encontraba un hombre sentado sobre una silla de madera mientras sostenía lo que parecía un viejo libro de tapas gruesas. El hombre que se encontraba leyendo la historia estaba sentado cómodamente en una silla y dirigió su mirada al otro hombre que junto con la chica se encontraban entados en el suelo, aunque tenía colocada una máscara de zorro que le cubría media cara, pero aun con ella en su rostro sus gestos no mostraban algún gesto de enfado a tal interrupción.

 

Un grupo de tres personas bastante comunes a su simple vista,  se trataba de dos hombres y una mujer muy joven. Se encontraban en una habitación prácticamente vacía con excepción de algunas cajas y libros regados por todo el sitio. Era un cuarto que solo dos de ahí reconocían por el nombre de “Cuarto de retención” su uso era simple, mantener a sus inquilinos en un área donde no estorbaran mientras el lugar principal tenia renovaciones. 

 

         —   Silencio – Como un regaño levanto levente su voz dirigiéndose al contrario segundos después de haber sido interrumpido por este mismo y a si preparándose una vez más para retomar la lectura abriendo el libro para continuar - …

         —  No lo culpo de haber huido – La voz anodina y femenina fue esta vez el intruso ante el cuentista. Ella era la más joven de los tres en aquel cuarto y su rostro se encontraba también cubierto por una máscara muy parecida al otro hombre la única diferencia estaba en que aquella mascara a diferencia del hombre, cubría por completo su rostro.

 

No tenía palabras para describir la falta de respeto de ambos espectadores ante su presencia mientras lees contaba la historia. Una vez más levanto su rostro esperando por un silencio total por ambas partes. Cruzo sus piernas acomodando su posición dando a entender como no aprobaba aquellas vagas interrupciones a lo cual ambos solo bajaron sus cabezas ligeramente pidiéndole que continuara a la vez también pedían perdón a su modo, solo soltó un suspiro como respuesta para esos dos  volviendo así abrir aquel libro

 

Izanami despertó y al ver el rechazo de su amado enfureció demasiada violenta y prosiguió a perseguir a su esposo con la intención de matarlo.  Izanami manda tras él, repugnantes seres con forma femenina del mundo de las sobras mientras que Izanagi para frenarlas lanza su corona el que se convierten en racimos de uvas. Pero la persecución no ceso ahí ahora había tomado los dientes de su peine que se trasforma en brotes de bambú frenando ahora si aquellos seres. Fue entonces cuando Izanami Mando a los ocho dioses del trueno y 500 mil guerreros del Yomi. Izanagi rápidamente arroga su lanza hacia ellos sin embargo no logro detenerlos, prosiguió a arrojar melocotones que simbolizaban la inmortalidad esta vez efectivamente teniendo éxito huyendo al notar que se trata de un ser inmortal, eso enfureció a Izanami que prosiguió a realizar la persecución ella misma, pero Izanagi se llegó a adelantar exhausto llega a la entrada que separaba el mundo terrenal del mundo de los muertos y con una gran roca cerro la entrada.

Acto siguiente pronuncio el conjuro del divorcio, Izanami grito desgarradoramente y maldijo a su esposo diciendo que si no la dejaba salir matara a todos los días mil hombres a lo que Izanagi respondió enfurecido por lo dicho de su mujer y sentenció que si ella hacia eso él le daría vida   mil quinientas vidas humanas. De esta forma Izanagi se convierto en el gran dios de la vida mientras que Izanami en la gran diosa de las tinieblas. Por lo que la muerte comenzó a extenderse por la tierra…

 

       —  ¿La diosa Izanami habrá pensando que fue traicionada por su esposo? – Aunque parecía que los otros dos del cuarto conocían la historia era algo completamente nuevo para el. Acomodándose aun el suelo espero que esta vez la historia fuera terminada de contar para abrir su boca no quería enfadar al otro sujeto de nuevo ya mala experiencia tenia respecto a esa categoría. – Bueno… creo que fue algo así… ¿Verdad?



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En el texto hay: mitologia, sobrenatural, bl homoerotica yaoi

Editado: 30.12.2019

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