Todo el pueblo se enteró de que los desconocidos hombres altos del desconocido mar del este, habían logrado escapar, eso sembro en la mente de las personas, un sentimiento de no permitir que volviesen, ya que, aun las personas civiles veían el peligro de una conquista de parte de los más avanzados tecnicamente extranjeros, y eran reacios a poder cooperar con alguna clase de alianza, es por eso que habían reaccionado tan violentamente a la visita de los Carianios, se reunieron en torno a la explanada principal de la ciudad, que era una extension de suelo cubierto de adoquines de piedra zalina, y con muchos árboles en pequeñas parcelas de tierra en medio de los adoquines, de forma parecida a una maceta de gran tamaño, formaban una ciudadela que trataba de armonizar los aspectos de la naturaleza y de la civilizacion.
A continuacion un espectaculo organizado por el ejercito del reino se dispuso a hacer demostraciones de habilidades en una especie de circo para el pueblo, como disparar flechas a una diana, tambien el coro del ejército comenzó a interpretar canciones populares de marcha militar, mientras desfilaban con sus arcos, con sus espadas y caballos los guerreros del ejercito del reino, era una demostracion, trataban de mandar un mensaje al pueblo "No nos dejaremos vencer por esos extranjeros ladrones y asesinos"
Tambien hubo una ceremonia religiosa, dedicada al Dios de los rayos y los truenos, para pedirle que bendijera con la victoria al ejercito del reino, mientras la muchedumbre en las gradas del magnifico recinto, una especie de arena en la que se llevaban a cabo las demostraciones de los guerreros y de los discursos del rey, sonó la ruidosa trompeta de caracol, anunciando unas palabras importantes del rey de Mevtli
-Ciudadanos, plebejos, hombres y mujeres libres del reino de Mevtli, les convoco hoy, para decirles las siguientes palabras, el reino de los visitantes de Carianis, nos han ofendido con su intromisión en nuestras tierras, buscando robarnos, aniquilar nuestra civilizacion, y robar nuestro ganado, pero les diremos, que no lo permitiremos, pelearemos en las calles, pelearemos en los callejones, cada casa por casa si es necesario, y cuando ya no queden flechas en nuestros carcaj, y nuestras espadas y escudos estén rotas, entonces les partiremos la cara con las vigas y madera de la ciudad, ganará la voluntad de Huether Dios de los rayos y truenos, era el señor de la guerra nuestros graneros no serán saqueados ni nuestras mujeres robadas, destruiremos a espada a esos invasores.
Enseguida se escuchó una ovación y gritos de euforia y aprobacion del publico,
Vimtii se encontraba entre las filas de los arqueros, escuchando, el discurso le parecía un mero acto político, y todos los actos políticos en cierta medida son hipócritas, un mero espectáculo para entretener al gentío, pensaba Vimtii, en realidad los carianios no habían invadido el reino, habían sido injustamente atacados en una mision diplomática, lo cual demostraba que el rey solo usaba eso como herramienta politica, en una obra de teatro representaban a los guerreros imperiales como grandes heroes, vestidos con armaduras exuberantes mientras los enemigos carianios eran representados como todo lo opuesto, haraganes sin valor alguno, era simplemente ridiculo.y absurdo, una mera teatralidad, como para enfocar el odio de las personas en contra de un enemigo externo en vez de enfocarlo hacia su gobernante, un acto cobarde, pensó Viimti, no podía creer que hubiera ocasionado una guerra tan absurda, y de manera tan rastrera como esa, ademas, ahora tenian que lidiar con una guerra contra un enemigo con mejores armas, un esfuerzo mayor, todo para complacer los deseos de un cobarde al trono
Lo que realmente llenaba de preocupacón a Viimti, es que sabía que sería una pelea aparte de sinsentido, una batalla que dificilmente podrían ganar, era bien sabido que los carianios tenían una alianza de facto con los hombres del norte, pocas veces los habían visto, pero su fama de guerreros que hacían guerra sin cuartel, de manera sin miedo y guerreando incluso en estado de un trance hipnotico, era, desalentador.