La chica de la capa negra

Prologo

Desde la creación de la humanidad existieron bestias tenebrosas que asustaban a los pueblerinos y esparcirán miedo por dónde quisiese que pasaran, en las noches frías se escabullían entre la tiniebla y asesinaban sin piedad a aquel que salía después de la media noche, pues esta hora no era recurrente, vivían entre los habitantes, creyéndose unos de ellos, eran extremadamente blancos, con una apariencia juvenil y de no envejecer jamás.

tenían un encanto por la sangre, con fuerza sobre humana, y belleza extraordinaria que utilizaban para hacer sus fechorías, al ver un lindo cuello sus colmillos afilados incrementaban, sus ojos cambiaban de color, hipnotizaban a sus presas y mordían por fervor su cuello expuesto, soltaban una toxina y hacían la muerte placentera, nunca se llenaban, adoptaron el nombre de «Vampiros» o como «chupasangre» 


Nunca se habían descubierto quienes eran realmente, pues, también tenían una peculiaridad, no solo eran inmortales, también ponían cambiar de forma, a murciélagos, lobos, ratas, incluso, podían deshacerse entre la oscuridad en un gran humo, que minutos después se esparcía.

Alaska era una joven de quince (15) años, era muy bella, envidiada por muchos, su cabello rubio y ojos azules, muchos hombres intentaba cortejarla, pero ella solo estaba para alguien, para Stefan.

Stefan era un chico alegre y muy coqueto, cautivador de los corazones puros de las chicas más nobles, al conocer a Alaska no pudo evitar quedar hechizado por ella, encaprichándose.

Él escondía un secreto, era un vampiro, un sucio chupa sangre encaprichado de un humano.

Los padres de Alaska sin saber el oscuro secreto de Stefan se opusieron rotundamente de aquella relación «No estarás con ese mujeriego»

Sin embargo, Alaska ya estaba completamente enamorada del vampiro e hicieron un plan de fuga para así vivir «Para siempre felices»

Stefan también estaba completamente Enamorado y le contó su secreto.

—Soy un vampiro—

 


En un pueblo lejano, adentrado a un bosque frondoso, con aspecto tétrico dónde las chicas vestían vestidos de flores y esperaban ser cortejas por un hombre, un pueblo en dónde por las noches se cazaban seres extraños.

Vivió una chica muchos años, una niña inocente con un gran alma, llegó al lugar sin siquiera saber caminar, su acompañante era su tía, con quién estaba desde muchos años atrás.  Una señora de bastante edad con una apariencia juvenil, una señora que no envejecía.

Eli puede aparentar ser una joven de solo 18 años de edad, su cabello negro y largo, acompañado de su pálida piel y labios rojos como hermosas cerezas, un cuerpo de envidiar y mucha inteligencia. Una chica seductora, con aires de superioridad. «Una diosa»

sin embargo, es solo una fachada de quién es verdaderamente, una vampira de casi quinientos años de edad, una «chupa sangre»

Su madre Alaska, quien era Humana murió al tenerla a luz, ella era una maldición, una aberración, era la creación de un humano con un vampiro, completamente inaceptable.

Su padre Stefan, un hermoso y muy amable vampiro, fue arrastrado por toda la plaza hasta llegar al centro de ella, en dónde fue decapitado por él que alguna vez se hizo llamar su hermano.

Sus padres solo hicieron lo prohibido «Enamorarse» aquella maldición de la que su tía tanto hablaba.

Después de la muerte de sus padres, siendo solamente una niña, fue criada por su tía, una vampira un tanto amargada, pero muy dulce por dentro.

Sin embargo, la muerte de sus padres solo fue el inicio de una interminable caza, ahora no solo se escondían de los repugnantes humanos, su propia raza la había traicionado, y su cabeza tenía precio y uno muy grande.

Su crecimiento fue diferente al de cualquier humano, incluso al de un vampiro, a sus cortos dos años ya sabía hablar, y su crecimiento era muy acelerado, preocupando a tía, no obstante, al cumplir sus dieciocho años, dejó de hacerlo, una hermosa joven, con atributos y un gran poder «Manipular Mentes».

Lo más difícil al crecer fue su incontrolable instinto por la sangre, aquel sabor tan rico, sus colmillos picaban de tan solo pensarlo, el rojo intenso y como sus víctimas se retorcían entre sus manos cuando se alimentaban.

Aquel sentimiento hizo que tuvieran que ir de un pueblo a otro, cuidándose de todos, su tía siempre fue muy rígida en cuando a las amistades, por lo que nunca supo que era aquello, tampoco salía, nunca fue a la escuela como otras chicas, siempre veía a las niñas del pueblo con sus lindos uniformes y tiernos peinados caminar de la mano de sus padres, y aquello solo la llevaba a pensar «¿Soy diferente?» su tía, quien no tenía de tacto, no tuvo ningún problema en decirle la aberración que era.

Pasaron algunos años y como era de esperarse Eli Maduro, y su curiosidad aumentó, esto la llevo a querer investigar quién era, y aquello fue su error, ser descubierta por los «Superiores» así eran llamados, los que cazaban a aquellos que se salían del mandato, en este caso su solo nacimiento.

Su tía, esa hermosa vampira, fue quemada frente a sus ojos, y ella no pudo hacer nada, solo recordaba sus últimas palabras.

«Corre, corre tal lejos como puedas y olvídate de mí, y de todo lo que alguna vez conociste, no vuelvas, y jamás digas quien eres, ellos siguieran buscándote hasta ver qué tu cabeza ruede»

Después le entregó una hermosa capa negra, que tenía pequeñas rosas estampadas de color rojo.

Vio como las cenizas de su cuidadora desaparecían, siendo mecidas por el viento, tomó la capa y con sumo cuidado la colocó en su cuerpo, y así comenzó su aventura a otro lugar.

Su terquedad era algo que resaltaba en ella, eso fue claro, cuando su tía claramente dijo que se escondiera, sin embargo, ahí estaba ella, rumbo a la gran ciudad, rumbo a nuevas oportunidades, llevándose la atención de todos.

Resaltaba por dónde quiera que fuese, su porte, belleza, aquel aire misterioso que soltaba, aquella capa que tapaba sus ojos azules.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.