— He estado ocupado y las relaciones amorosas tampoco son lo mío, vivo más de las experiencias no me gusta el compromiso, respondió sin quitar su mirada de la mía.
— Es difícil no! Exclame desviando la luz de sus ojos su sonrisa hizo presencia contagiando me.
— Sam no se si sea difícil o no, yo sólo vivo el momento.
Su respuesta fue algo que marcó ese antes y después, porque muchos no teníamos el valor de hacerlo, el vivía la vida sin importarles las etiquetas de los demás, pero habíamos persona que habeces si nos importaban los demás y dejábamos de hacer cosas solo por eso.
— Vamos te llevo a casa, intervino sacándome de mis pensamientos.
—Vamos, respondí a la ves que caminaba pero su vos me trajo de vuelta.
— Ven te llevo en la moto, asintió sonriente cómo siempre.
— Prometistes que caminariamos, respondí sonriente pero decidida a no montarme, además no vivo ya con ellos estoy independizada.
— De todas formas te llevo, respondió decidido sonreí y seguí caminando.
Cris apagó su vehículo y bajo de éste para pegarme una pequeña reprimenda.
— Debes subirte no dejaré que te vayas sola, insistió.
— Lleva tu moto y vienes así caminaremos mientras me acompañas a casa, respondí sonriente cómo siempre para salirme con la mía.
— Sam el parque está quedando sólo, no te voy a dejar aquí, masculló a vos baja.
— Descuida la tienda a un esta abierta te espero ahí vale, sin más salí a la tienda dejándolo, lo vi prender su moto e irse.
— Hola podrías regalarme un helado.
— ¿Claro de que sabor? preguntó la chica acercándose me.
— De tres leches por favor respondí sonriente, su mirada fue algo extraña.
— ¿Está muy frío haya fuera? Preguntó asombrada.
— No, respondí confusa.
— Estas botando humo por la boca, insistió.
— Enserió indague sonriente y al subir mi cuchara llena de mi más jugosa crema, observe mis manos pálidas y sin color di la vuelta a estás y las uñas estaban moradas.