-Y ya estás lista victoria -dijo la Reyna entrando.
Alcance haber desde el espejo su reflejo , se veía con una gran sonrisa savia que le caía bien a los reyes aunque estaba un poco nerviosa por esto.
-Si majestad-me di la vuelta.
-Pero que hermosa que eres quisiera tener una hija mayor como tú-dijo acomodando mi pelo
Claro que me dolieron esas palabras pues se parecían a las palabras de mi madre "eres mi princesita y eso nadie lo va a cambiar "
-Pasa algo linda-dijo mirándome.
-No no todo está bien-dije con una sonrisa
-Bueno ven que ya se hace tarde
camino dorado príncipe Erik
Empecé a Caminar toque la puerta y los mayordomos abrieron, pase y vi al príncipe con una túnica, me incline en forma de reverencia y de su boca solo salió
-Puedes dormir en la cama con todo lo del matrimonio se me a acumulado mucho trabajo, no necesito pasar la noche con una persona como tú.
Lo mire extrañada pero, lo único que hizo fue dar la vuelta y sentarse en su escritorio a trabajar y leer me quede parada unos cuantos minutos así que decidí acostarme en la cama tras tocar la almohada me quedé dormida y a la mañana siguiente sentí una mano en mi hombro abrí los ojos y vi al príncipe parado junto a la cama.
-Si preguntan tú y yo dormimos juntos y más te vale decirlo así
Diciendo eso salió del cuarto, me quedé atónita, pero salí y fui hacia mis aposentos entrando Julieta me esperaba ahí.
-Y que paso?-dijo con una sonrisa.
-No no pasó nada no me tocó.
-Que pero- interrumpí-
-Ni una sola palabra de esto a nadie Julieta prepara mi bañera deseo darme una ducha.