Lea Zabat.
El sonido que produce el tic nervioso que hace Aslhey con su pierna hace que respire profundamente pero ésta vez no le diré nada solo porque está un poco bastante estresada, pero vamos, ella se metió solita en su propio problema. El pequeño consultorio está lleno de imágenes de fetos, mujeres embarazadas y paredes en colores pasteles con mensajes de "Es una niña" "Es un niño" pero fué el único que queda cerca de casa que conseguí por internet.
-¿Qué haré ahora? ¡Apenas soy una niña!- dice a punto de soltar un mar de lagrimas mi mejor amiga.
-Pues, eso no lo pensaste cuando estuviste con el que sea que hayas estado, tranquila, todo va a estar bien- trato de calmarla pero sé que está asustada. En eso entra una chica de unos 30 años al consultorio con unos papeles en mano, hasta yo me siento nerviosa y no soy yo la que posiblemente está embarazada.
-Ok, Aslhey ¿Quién compró ésta prueba?- pregunta la doctora y enseguida levanto la mano, y su cara fué de desaprobación.-¿Por qué piensas que tienes un bebé en tu vientre?
-Ella ha sentido ganas de vomitar los últimos tres dias, y vomitó ayer en mi casa, entonces fui a la farmacia a comprar la prueba.- hablé esta vez yo porque mi amiga estaba pálida.
-Felicidades Srta.Aslhey.
Ahí fué cuando empezó a llorar, a llorar en serio y me abrazó preguntando que haría con su vida, diciendo que era una niña, que ni sabe quien es el padre lo que me dió a pensar que tal vez tenía más sexo del que creía hasta que la doctora volvió a hablar.
-No estás embarazada, es una prueba de ovulación.
-¿Qué?- preguntó Aslhey.
-Esto aquí, que compró tu amiga es una prueba de ovulación, te dice si estás fértil. Por el amor de Dios cuídate para que evites éstos sustos y educa a tu amiga para saber diferenciar entre prueba de embarazo y una de ovulación.
La felicidad de mi amiga sobrepasó la molestia por haber comprado una prueba errada, así que todo el camino a casa fué cantando y tarareando de la felicidad.
Al llegar a casa preparamos de comida macarrones con queso y comimos sentadas en la alfombra de la sala a pesar de que tengo muebles.
-Amo tu departamento, sería lo mejor del mundo si yo viviera sola como tú, puedes hacer lo que quieras cuando quieras sin soportar a nadie.- dice Aslhey.
-Te soporto a ti ¿te parece poco?- doy el último bocado de mi comida y luego de pensar un momento vuelvo a hablar- Por lo menos tú tienes unos padres preocupados por ti, a veces se siente triste no tener quien te reciba en casa, no tener padres no está tan cool como crees.
Creo que a veces recuerdo a mis padre, pero es solo imaginación porque murieron cuando yo tenía dos meses, es imposible que los recuerde pero a veces, solo al dormir me imagino una mujer hablándome mientras acaricia mi cabello, un hombre que abraza a la mujer por estar feliz de su familia, porque así se suponía que debía ser. Pero no es así, me dejaron suficiente dinero para comprar un departamento, vivir bien por lo menos durante los próximos 10 años de mi vida así que una amiga de mamá me cuidó hasta los 15 años y luego compre esto donde vivo y comencé la preparatoria.
En la preparatoria Nixen conocí a Aslhey ya que fué la primera que me habló el primer día de clases, recuerdo que buscando el salón correspondiente ella se tropezó conmigo, tanto que leí acerca de que el amor de mi vida se tropezaria conmigo, se me caerían los libros y el me ayudaría a recogerlos para que me pase con una chica, pero no fué tan lindo ya que luego de tropezarnos no me ayudó a recoger nada y lo único que dijo fue "Creo que sigo ebria del sábado" y así comenzamos a ser mejores amigas.
Me ducho en el baño de mi habitación mientras Ashley de ducha en el que está afuera. Me pongo un jean y una blusa suelta con unas botas y ya estoy lista mientras que Aslhey se toma su tiempo en maquillarse y me extraña porque hoy toca educación física y casi no se maquilla los lunes por eso.
-¿Cual es la ocasión especial por la cual te pones tan linda hoy?- preguntó subiendo y bajando las cejas.
-Ninguna en especial- miente.
-¡Oh vamos! Dime- insisto.
-Solo rumores...
-Rumores de que Aslhey.
-Chicos nuevos en Nixen- dice por fin y mi curiosidad se activa, no por los chicos sino que estamos a mitad de año y en Nixen no hay pruebas para entrar en estos lapsos.
-¿Cómo consiguieron ingresar? Se supone que nadie entra a mitad de año- pregunto porqué si hay alguien que ya lo averiguó todo esa es mi amiga.
-Son seis chicos por lo que sé con mucho dinero y guapos, dicen que son hijos adoptados de un magnate o un mafioso, nadie sabe en concreto porque se cambiaron a Nixen pero se rumora que todos son apuestos pero atraen problemas tal cual como los fuckboy. ¡Y yo quiero verme guapa para que se fijen en mí! -exclama mientras se aplica iluminador.
-Increíble, acabas de tener un susto de embarazo y ya quieres ligarte a otros chicos, ¿ cuándo piensas aprender?.- tomo mi bolso y salgo por la puerta de mi habitación - ¡Y Apúrate que nos vamos!.
Tomamos un bus que nos deja a unas tres cuadras de la preparatoria, de ahí caminamos y pasamos comprando un par de malteadas para llevar y de ahí vamos a clases. Desde la entrada del campus de escuchan los grupos de chicas murmurando sobre como serán los chicos nuevos y cual creen que será el más guapo, los chicos hablando sobre que tal vez son mafiosos con mucho dinero y solo por eso los aceptaron.
Pero a primera hora nadie nuevo llegó, y Aslhey no paraba de jugar con su cabello mirando de un lado a otro por si llegamos los esperados chicos nuevos.
Entramos a la primera hora de clases tranquilo solo que cada cinco minutos la profesora nos interrumpía porque Aslhey no se callaba, la segunda hora entramos a los vestidores por el uniforme de deporte una vez cambiadas nos tocó trotar media hora, otro grupo estaba jugando otros deportes pero todo se sintió más denso cuando la puerta de la cancha se abrió y entraron por ella cinco chicos que llamaron la atención de las chicas y todas soltaron suspiros mientras que Aslhey tocó mi hombro y susurró.
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Editado: 12.06.2020