Los trucos

Capítulo de Elyiza

Nicolas, Bell y yo fuimos a la habitación que él y yo compartimos.

-No te dejes perturbar por idiotas como él. -Dijo Nicolas.

-No me importa, sé que me encanta tener magia, pero me molesta que ellos sepan sobre la muerte de Arlin. -Él pasó sus manos por el cabello con frustración. -Como sea, no quiero hablar de eso. -Dijo, fui al baño y cuando volví estaban ambos sentados igual en la cama. Me senté en el medio, pero Bell se paró poco después, algo muy extraño pasó porque se acercó a mí y me besó, un beso largo que cada vez iba aumentando en intensidad, él se apartó y esperé los comentarios de Nicolas, pero no llegaron, me aparté un poco, no quería, deseaba seguir estando cerca de Bell, amaba la sensación de sus labios, pero ahí estaba Nicolas y no podíamos permitirnos esa clase de cosas delante de nadie. Bell veía alternativamente entre Nicolas y yo. Pero lo siguiente, fue incluso más raro que el repentino beso, Bell se acercó a Nicolas y él le tomó el rostro con una de sus manos, y lo besó "¿qué diablos pasa?" pensé "¿de qué me perdí?". Luego, Nicolas como si fuera planeado se dirigió hacia mí, en ese momento vi lo que pasaba, había un velo gris en los ojos de Nicolas. Él me besó, estaba hechizado "Maldición" Dije mentalmente, recordé que no podía decir nada, algo malo pasaba si se le dice a un hechizado, que está hechizado, pero no recuerdo que era... Me disculpé para ir a "retocarme" al baño, tomé mi teléfono y llamé a Mart.

-Hola ¿qué pasa?

-Mart ¿cómo se rompe un hechizo de amor o lujuria?

- ¿por qué esa pregunta? -Dijo cauteloso.

-Nicolas y Bell tienen uno, sus ojos parecen ver y al mismo tiempo no, tienen un velo gris y el resto no te lo diré. -Esto último lo hizo reír por lo bajo.

-Sea lo que sea que pase, no les digas que están hechizados, podrían entrar en trance si el hechizo es poderoso.

- ¿Cómo lo deshago?

-Asustarlos, haz fuego y quema algo, no lo sé, sobresáltalos. Pero recuerda no decir nada.

-Gracias, cualquier cosa ven en siete minutos. -Dije y me despedí, luego volví a la habitación, Bell solo llevaba bóxer, y Nicolas llevaba el pantalón suelto "esto va muy rápido" pensé, tragué saliva, Nicolas besaba a Bell en el pecho y fue bajando a la entrepierna cuando yo llegué a donde ellos se besaron en la boca, Bell me empezó a besar "Por Dios ¿qué hago?" pensé, no voy a mentir, me gusta mucho Bell, amaba sus besos, él me empezó a besar el cuello, mientras pasaba sus manos por mi cadera, luego por la espalda y me empezó a quitar el vestido, pronto divisé las cortinas, Nicolas me besó, me sorprendió arrojándome en la cama, solo que se aseguró de que quedara sentada, no le había puesto atención, pero debo admitir que era un muy buen besador, después, bajó de la cama pasando sus manos por mis muslos, Bell daba besos en el cuello y espalda, jadee, pero no por nada de esto, sino porque cuando Nicolas empezó a besar mi pierna mientras Bell iba jugando con mis pechos, yo seguía atenta de cuando tirar una bola de fuego, Nicolas iba subiendo cada vez más, me asusté, esto no podía llegar esto a más, así que tiré una bola de fuego muy pequeña, pero se apagó, Bell volvió a besar a Nicolas, de hecho, se veían bien juntos, Bell le quitó el pantalón a Nicolas, cuando la segunda bola de fuego si dio a la cortina y justo a tiempo, porque Nicolas había vuelto a besar mis muslos, peligrosamente cerca de mi entrepierna, hice el fuego más grande y luego grité, salieron de su trance. Exhalé.

- ¿qué demonios estamos haciendo? -Dijo Bell apartándose de mí.

-Gracias a Dios. -Dije y solté una exhalación.

-Nosotros... -Comenzó a decir Nicolas- ¿nosotros en serio nos besamos?

-Sí, lo hicieron. -Ambos se tumbaron en la cama.

-Enserio nos dejaste hacer todo eso... ¿por qué?

-Si les decía que no probablemente solo me echarían, eso no me lo perdonarían. Le pregunté a Mart cómo se rompía un hechizo de lujuria y por eso el fuego.

-Bueno, solo nos vamos a tomar un segundo más. -Dijo Bell

-No tenemos que hacer nada más. -Dije, era cierto.

-Sí, pero esto es un poco incómodo.

-Por Dios, estamos en el siglo XXI, esto pasa todo el tiempo. -Rodé los ojos, aunque ninguno de los dos me vio, luego le di un beso rápido a Bell y me levanté de la cama. -Tomaré una ducha. -Al salir Bell estaba con la ropa puesta, pero seguía en la cama, me hice a su lado y lo abracé, es musculoso por los años de entrenamiento, aunque no de manera exagerada, él acarició mi brazo, mientras yo jugaba haciendo como si mis dedos fueran piernas, y luego rodó sobre su costado para quedar frente a mí. Nos miramos por mucho tiempo, su mandíbula marcada hacía una sombra en su cuello, me fijé en sus ojos, esos ojos grises que parecen de cristal. Estuvimos así, solo observándonos, sin hablar hasta quedar dormidos, tocaron la puerta un tiempo después, era Mart, diciendo que era hora de la cena. Yo seguía en bata de baño, nos alistamos. Cuando estábamos en el baño, yo estaba peinándome y él terminando de vestirse, cuando se puso el saco, me pasó la mano por la mejilla, luego me besó, luego él empezó a aumentar la intensidad del mismo, él respiraba muy pesado, aparentemente él no había pasado del momento con Nicolas, me acercó a él, yo estaba de espaldas al lavabo y arqueé un poco la espalda y él subió poco a poco mi vestido.

-Vamos a llegar tarde. -Dijo él. Lo besé, pero luego asentí.

-Tienes razón. -Dije, pero seguíamos juntos, nos apartamos y terminé de maquillarme. Salimos a la cena, él llevaba un traje enteramente negro sin corbata. Yo utilizaba el mismo vestido rojo de la cena de hace un par de noches, es uno de mis favoritos, llegamos a la cafetería, habían puesto manteles y utilizaban luces tenues, nos reunimos con todos los demás, pero estaba la madre de los hermanos, nos sentamos y comimos hasta que...

-Cariño -Dijo Katerina dirigiéndose a Mart. -Aquí está lo que nos encargaste. -Dijo sacando una caja, que abrió, contenía un collar de plata, pero había algo extraño, me llamaba, era hipnótico, ese colgante con piedras negras y diamante, era... era.... Todo se volvió negro.