La Mitad Del Cuento

Equinoccio De Otoño. Parte. – 1

Comenzaba un nuevo año de escolaridad, las vacaciones llegan a su fin y todo volvía de nuevo.
Jessica caminaba hacia el colegio junto a Joel, él la mira por un segundo para darse cuenta que estaba muy feliz, más de lo habitual.

     —¿Por que estás tan contenta en el primer día de clases? ¿Quien puede sonreír a estas horas de la mañana?.

     —Yo si puedo, me encanta sonreír.

     —Tu dulzura me hace doler el estómago.

     —¡Hey! Tendrías que tratarme bien, osea, yo te hice pasar de año, además te pase a buscar está mañana.

     —¡Nadie te pidió que lo hagas!.

     —¿Asi vas a empezar tu nuevo año?.

     —Cállate.

Al llegar al colegio un sentimiento de angustia para algunos y alegría para otros se podía sentir en el aire, con solo ver los rostros podías llegar a deducir que emoción estaban sintiendo, todos salen al patio y tratan de buscar forzando su vista a sus viejos compañeros entre la multitud de alumnos que estaban en el mismo lugar, Joel alcanza a ver a Thiago y Delfina a lo lejos, con solo verlos le bastó para acercarse.

     —Hola, buenos días.

     —¿Como estás Delfina?.

Jessica se lanza hacia los brazos de Delfina sin pensarlo, estaba llena de sentimientos y angustia, necesitaba hacer eso para aliviar su corazón.

     —¿Como estás Joel? ¿Se siente raro que estemos más atrás en el acto de iniciación, verdad? Si todo va bien, el año que viene estaremos al fondo.

Joel gira hacia atrás para observar su panorama y ve con atención a los que están en sexto año, este sería el último para ellos, él podría pertenecer a ese grupo si pincel esfuerzo necesario.

     —¿Te gustaría estar ahí, verdad? Se ven impotentes, son los más grande.

     —¡H-HOLA Joel!.

Delfina estira su puño al aire llegando hasta casi tocar la cara de él, mira a su alrededor para entender la situación que ella le planteaba, pero es inútil, solo mira la pequeña mano apretada de su amiga y es ahí donde logra entender que quería chocar los puño, ambos golpean sus manos apretadas, suave, sin fuerza y delicadamente, ya que con solo ver las manos de ella se nota que es frágil y muy cuidada.
Comienza el acto de bienvenida, comenzaban a saludar a los nuevos estudiantes que confiaron en la educación que proporciona está institución, a los que están en sexto año, a solo meses de graduarse. Los minutos pasaban mientras hablaban, entre chistes sostificados que la mente más madura podía entender, mientras otras se reían cambiándole el sentido a las frases, algunos no prestaban ni la más mínima atención.
Al dar por finalizado el acto se les pide cordialmente que vayan a sus salones.

     —Por fin terminó el acto, me duelen las piernas, ¿No se dan cuenta que recién volvemos de no hacer nada? Excepto por ti Joy que te pasaste todo el verano estudiando, ah, al igual qué yo.

     —Creo que tu también hiciste lo mismo.

     —Eso mismo dije sordo.

Thiago interrumpe la conversación que ambos habían empezando a tener.

     —Debemos apresurarnos así seguimos teniendo los mismos asientos.

     —Y-Yo quiero al lado de la ventana.

     —Claro, vamos a estar en los mismos lugares de siempre.

Jessica apresuraba su caminata largas ganarles, entra al curso sola mientras que los demás frenan su caminata sin entender lo que estaba haciendo, a los pocos segundos sale sonrojada y muy nerviosa, estaba con demasiada vergüenza encima.

     —Me confundí de curso, todos me miraron raro.

     —Claro, si este es donde estábamos el año pasado.

     —¡Que vergüenza! Llegue hasta sentarme y ahí es donde me di cuenta que ya no estábamos en ese salon.

     —Que tonta. ¿Acaso no leíste el cartel que crecía cuarto año?

     —No, claro que no, porque si lo hubiera leído no habría entrado.

Llegan al nuevo salón, pasan y comienzan a buscar su lugar mientras su compañeros los observaban, todas las miradas iban hacia Joel, no creían que había pasado, pareciera que se estaban quejando por pasar otro año más con él.
Llegan hasta sus lugares y toman asiento, sus posiciones eran las mismas que el año pasado.
Esteban, un compañero de ellos se acerca a Jessica con una sonrisa picara.

     —¡JA! ¡¡¡PASE DE AÑO!!!.

Le grita en el oído como venganza por lo que había hecho el año pasado, donde ella le refrego su pase a quinto antes que el.

     —Que pena me das que no hayas madurado durante el verano, déjame decirte que yo... ¡SI TUVE VACACIONES! ¡¡¡NO COMO TU QUE TE LA PASASTE ESTUDIANDO!!!.

     —¿A eso le llama madurar?.

     —Dejala, es Jessica.

Ellos siguen discutiendo, Jessica le presumía a su compañero de lo hermosa que fueron sus vacaciones mientras Delfina trataba de que hablaran bajo, Thiago aprovecha que ellas están lejos y se acerca a Joel.

     —¿No estás feliz de que estemos otra vez juntos o que cabe la posibilidad de que nos graduemos al mismo tiempo?.

     —No, aún no se sabe lo que puede llegar a pasar.

     —Sigues siendo el mismo, eso es lo bueno de ti.

     —¿Que cosa?.

     —Que ves la realidad y las cosas como son. No te ciegas con ilusiones.

     —¿A que viene eso?.

     —Es que aveces me gustaría ser como tu, porque no te importa nada de lo que digan, no sientes miedo a nada, ni si quiera a la realidad, aceptas las cosas como son y decís lo que pensás, por eso me gustaría ser como tu, ¿Es raro, no?.

     —La verdad que sí, pero no aguantarías con mi mente y todos los recuerdos que cargo.

     —Si, ya se, eres una gran persona y aunque seas así de frío eres un gran amigo, porque me dices la verdad aunque duela, por eso te llegue apreciar un mucho.

     —Si que eres raro.

     —Estoy muy feliz de haberte hablado ese día.

Jessica llega de imprevista interrumpiendo la conversación.

     —¿Despues de clases vamos a festejar el primer día?.




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