Thiago debía entrar a gimnasia, estaba caminando por el patio solo ya que Joel no asistirá a estas clases debido a que tenía que trabajar. Luego de una corta espera decide buscar a Karen y parecer una escena casual, después de unos minutos logra verla sentada abajo del mismo árbol de siempre, se acerca a pasos lentos para calmar sus emociones y verse tranquilo.
—Hola.
La saludaba con la mejor sonrisa mientras aún caminaba hacia ella.
—Hola.
—¿Como estás? Hace meses que no hablamos, perdón si te molestó lo que dije esa vez.
—No importa, fue hace mucho igual.
—Puedo sentarme?.
—No intentes nada raro.
—Muy bien, trataré de contenerme.
Thiago se sienta a su lado tomando una distancia notoria para no ponerla incómoda. Luego de unos cortos segundos de silencio Thiago decide hablar para dejar de sentir esa sensación molesta.
—¿Y como te está yendo en el colegio?.
—Bien, solo que ahora tengo que rendir una previa en Julio.
–Que feo que tengas que estudiar en vacaciones de invierno.
—¿Igual ya me vengo preparando desde hace un tiempo, y a ti cómo te va?.
—Genial, estoy re bien, no me llevo ninguna.
—¿Por que me refriegas que no tienes previa y que tampoco te llevas ninguna? Eso es muy malo de tu parte.
—No, yo solo decía.
—Si, ya se, solo estaba bromeando.
—Creo que almenos deberías reírte cuando hagas un chsite.
—No me gusta sonreír, se te arruga toda la cara.
—Eso pasa cuando eres viejo.
—¿Quieres decir que soy vieja?.
—No, yo solo decía que los viejos se arrugan cuando sonríen.
—¿A mi se me arruga, entonces me estás diciendo ciega?.
—¿Ciega?.
—¡Dije vieja! ¿Por que dices ciega?.
—Yo no dije ciega, tu lo hiciste.
—¿Me estás diciendo mentirosa?.
—No, yo solo... Ah, me doy por vencido.
—Solo estaba bromeando.
—Ya me parecía. Enserio no entiendo tus bromas.
—Deberias aprender.
—Bien, ya te estudiaré.
Thiago se queda en silencio mirando a su alrededor para sacar esa sensación de incomodidad que había en el habiente.
—Karen no quieres que este fin...- .
—Tengo que irme, nos vemos.
Se pone de pie rápido tomando sus cosas y se va del lugar dejando a Thiago observando como se alejaba, mientras ganaba distancia se toma su tiempo para conversar consigo misma.
—No de nuevo, no de nuevo, no voy a caer en lo mismo.
Joel se encontraba en su trabajo, él le lleva algo para tomar y comer a Delfina.
—¿Estas mejor?.
—¿Por que me siento tan enojada? Tengo ganas de gritar y romper algo, me enoja mucho que haya venido a visitarla a ella y en todos estos años nunca vino a buscarme a mi.
—¿Acaso no es obvio?.
—¿Que es obvio? No entiendo.
Se sienta en la mesa enfrente de ella.
—No entiendo nada sobre estas cosas y tampoco soy quien para decirte que hagas, pero para mí te gusta Santiago, talvez él solo este con Jessica para darte celos o ella lo está ayudando para que pueda confesarse.
Delfina se pone incómoda y se sonroja de inmediato.
—¿M-M-Me g-gusta? ¿Eh? ¡¿Que?!.
—Ponte a mirar las cosas como pasan y te vas a dar cuenta.
Joel se pone de pie para irse.
—Esa es mi opinión, capaz me esté equivocando, fíjate bien, tengo que atender otras mesas, piensa tranquila, si necesitas algo me llamas.
Joel se va del lugar para seguir trabajando dejando muchas ideas sueltas en la mente de ella.
—¿Enamorada? No sé si lo estoy, jamás lo estuve, ¿Sera por eso que me siento tan molesta con ambos? ¿Que voy hacer si ambos se gustan y comienzan a salir? ¿Cómo hago para ganarle a ella? ¿Por que es tan difícil?.
Joel se acercaba a la mesa de ella cada vez que tenía la oportunidad, estaba preocupado por su estado emocional, se podía notar por las expresiones en su rostro. Luego de varios minutos estando ahí decide irse a su casa, Joel la acompaña hasta la salida para despedirla.
—¿Segura que no quieres que te acompañe?.
—Si, ya hiciste demasiado.
—Cuidate, mañana me cuentas cómo sigues.
—Si.
Delfina se queda mirando fijo hacia los ojos de él mientras no dejaba desaparecer su sonrisa.
—Eres un gran amigo, gracias por lo que hiciste hoy.
Se va del lugar dejando a Joel feliz gracias a sus palabras, ocultaba su sonrisa bajo la fría mirada con la que llevaba varios años puesta.
Jessica entra al local donde Joel trabajaba y se va directo a la caja registradora donde estaba atendiendo Melanie.
—¿Hola. Vino Joel?.
—¿Disculpeme, quien?.
—Un chico de pelo largo, con cara de asesino, siempre parece que tuvo un mal día.
—Ah, Joel, perdón es que hay dos con el mismo nombre, ahora te lo llamo.
Melanie se da media vuelta y grita el nombre de él para que viniera, luego de eso vuelve a su postura anterior esta vez clavaba la mirada sobre Jessica, su mirada intentaba desafiarla, no le agradaba tener esa sensación en mente ya que la hacía poner incómoda, luego de unos cuantos segundos observándola pronuncia unas palabras que rompían ese maldito silencio.
—¿Te gusta?.
—¿Que cosa?.
Jessica la observaba sin entender a lo que se refería, mientras Melanie se enojaba que se hiciera la que no entendía.
—Te lo voy a preguntar sin pelos y espero una respuesta igual, quiero que seas sincera, no trates de esquivarla. Te gusta Jo...-.
—Si, me gusta.
Jessica le respondía su inquietud con una sonrisa enorme, se notaba de lo segura y orgullosa que estaba de sentir ese sentimiento, algo que Melanie envidiaba.
—¿Eh? ¿Por que así de directo?.
—Porque es la verdad.
Melanie comienza a hablar consigo misma mientras no quitaba su mirada sobre ella.