La princesa de Jake

CAPÍTULO 6

LAURA

Estoy súper aburrida, hace dos semanas de la fiesta y no hemos vuelto a hacer nada extraordinario. El fin de semana pasado fuimos al cine, pero este nada.

Estamos a domingo y todas las chicas están estudiando para unos exámenes de mañana, y como yo ya lo di el año pasado porque avanzamos algunos temas de un curso más no tengo que estudiar.

-Me voy a correr- pienso en voz alta.

Me levanto de la cama y me pongo unas mallas largas blancas a conjunto con un top deportivo blanco, me cojo una chaqueta negra fina y me pongo las deportivas negras. Me hago una coleta alta, cojo el móvil con los auriculares y las llaves y salgo hacia el parque del otro día.

Cuando llego pongo mi música para hacer deporte y pongo el móvil en modo avión. Empiezo a estirar los músculos y después empiezo con un poco de trote.

Llevo ya un rato corriendo cuando veo a una mujer, más o menos de la edad de mi madre, que se le ha roto la bolsa de la compra, así que decido acercarme a ayudarla.

-Espere señora- le digo agachándome- Ya le ayudo.

-No pasa nada señorita- me contesta.

-No me importa, quiero ayudar- le respondo sonriendo- Y no me llame señorita, dígame solo Laura.

-Yo soy Tamara- me contesta con una gran sonrisa que le devuelvo.

Acabamos de recoger todo y veo que va muy cargada.

-Espere, le ayudo a llevarlo a su casa- le digo y se gira para decirme algo pero me adelanto- No voy a parar hasta ayudarla, soy muy cabezota.

-Está bien- contesta riéndose.

Caminamos un buen rato mientras hablamos, y por lo visto es una mujer encantadora y súper graciosa. Llegamos a una casa enorme, bueno como casi todas de este barrio.

-Bueno ya hemos llegado- me informa.

-¿Y cómo vas a entrar todo esto?- le pregunto levantando una ceja- Anda entra y guíame hasta donde quiera dejar esto.

Se ríe y entra negando con la cabeza. Al principio me quedo es shock al ver la casa por dentro, es preciosa y súper amplia. Me lleva hasta la cocina y esta es igual de preciosa.

-Nunca he conocido a alguien que ayude a otra persona en Barcelona sin querer algo a cambio- me dice mientras le ayudo a guardar las cosas.

-Bueno es que me acabo de mudar, en realidad soy de Galicia- le informo- Y allí todo el mundo se ayuda, así que me sale solo.

-¡Nana!- grita alguien que por su voz parece un chico- ¿Dónde estabas?- pregunta entrando por la puerta y puedo reconocer esa voz.

Me giro y veo a Jake, como es que en todo Barcelona me he tenido que encontrar con la nana de este tío.

Lleva una camiseta de tirantes que deja ver sus musculosos brazos y con un pantalón corto de chándal.

-¿Laura? ¿Qué haces aquí?- me pregunta sorprendido.

-Oh cariño, ¿la conoces?- contesta sorprendida Tamara- Es encantadora, me ha ayudado con la compra.

-Vamos al mismo instituto - le respondo un poco colorada por sus halagos.

-¿Cuántas veces te he de decir que me avises cuando tengas que comprar muchas cosas?- le reprocha Jake.

-Pensaba que no necesitábamos tantas cosas- responde ella encogiéndose de hombros.

-Bueno… yo debería irme- digo cogiendo mi chaqueta.

-No querida, quédate a cenar para poder agradecerte tu ayuda- me contesta Tamara.

-No hace falta de verdad, ha sido un placer.

-No voy a aceptar un no como respuesta, igual que tú yo también soy muy cabezona- me informa.

-Pero se hará muy de noche para volver después- le respondo.

-Yo te llevaré- interviene Jake- Ya me conozco el camino.

De normal hubiera rechazado que alguien me llevará después del accidente, pero no sé por qué ese no era el casco al pensar en Jake.

-Solo me quedaré si te puedo ayudar a cocinar- digo y ella sonríe y acepta el trato.

JAKE

Me ha sorprendido ver a Laura en la cocina de mi casa, pero verla ahora hablar con mi nana me parece la cosa más normal del mundo, como si siempre hubiera estado. No entiendo porque estoy pensando esto, pero solo sé que me gusta escucharla reír.

-Cariño, por lo menos podrías poner la mesa, ¿no te parece?- dice mi nana sacándome de mis pensamientos.

-Oh si claro, ya voy.

Pongo la mesa para los tres solos, porque mis padres no están en casa, como de costumbre. Veo como Laura trae una olla con tortellini y mi nana trae una botella de vino blanco. Nos sentamos y mi nana nos sirve en las copas un poco de vino.

-Oh, no quiero Tamara- le dice antes de que le eche en su copa- No bebo.

-Oh cielo, no lo sabía.

-No pasa nada, vosotros podéis beber lo que queráis- empieza a decir- Bueno tú no, que me has de llevar luego a casa- dice dirigiéndose a mí.

-Solo una copa, lo prometo.

Cenamos mientras hablamos de tonterías pero me lo estoy pasando muy bien. No sabía que Laura fuera tan divertida, pensaba que era un poco fría y reservada con sus cosas, pero por lo visto es muy extrovertida.

-Bueno, creo que debería irme ya. Mañana tenemos insti y me he de duchar- dice Laura- Ha sido un placer, gracias por todo.

Dice poniéndose de pie, acercándose a mi nana y dándole un abrazo, al principio ella se queda sorprendida por la muestra de afecto, pero luego se la devuelve.

-El placer ha sido mío, eres maravillosa- le contesta mi nana.

Le digo a mi nana que ahora vuelvo y bajamos Laura y yo al garaje donde tengo mi moto.

-Ponte el casco- le digo dándole mi casco porque no tengo más.

-¿Y tú?- pregunta.

-Solo tengo uno y no voy a dejar que te montes sin casco.

Mierda, no sé porque he dicho eso, pero veo como Laura se ha sonrojado, así que me relajo.

-Gracias.

La veo un poco nerviosa al subirse en la moto, pero no lo entiendo, ella conduce una. Decido ignorar ese pensamiento y me subo, noto como está temblando y no sabe si agarrarse de mí o no, así que le cojo las manos para pasarla por mi abdomen y se agarre a mí.



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En el texto hay: problemas, celos, amor

Editado: 02.01.2021

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