CAPÍTULO 26

LAURA

-Venga, déjame ponerte la mascarilla- le pido a Jake por décima vez- Porfiiiii- suplico mientras hago un puchero y lo veo suspirar.

-Está bien- se rinde y yo le abrazo fuerte.

Lo llevo hasta el baño, me siento en la pica y con un pincel voy untando la mascarilla negra del bote de mis manos. La esparzo delicadamente por su piel y miro el resultado final haciéndome reír al verlo con la mascarilla y una cinta aguantando su pelo.

-Puedes hacer conmigo lo que quieras- se queja Jake y le doy un pico en respuesta.

-Vamos a hacernos una foto- le pido divertida al verlo otra vez.

-Ni de coña me hago una foto así- responde señalándose la cara y yo le hago un puchero haciéndolo gruñir- No me puedo creer que vaya a hacer esto- murmura y saca su móvil del bolsillo.

Sonrío triunfante y nos hacemos unas cuantas fotos donde salimos haciendo muecas divertidas o riéndonos.

-Ahora a esperar mientras estudiamos- le digo y vamos a mi cama.

Estamos ya con los finales del primer trimestre, y cuando se han dado cuenta de que las cosas que daba se me hacían aburridas me han adelantado un curso, así que ahora voy a algunas clases con Jake.

Llevamos media hora con la mascarilla y hay que quitarla ya, así que vamos al baño y nos la quitamos.

-Pues sí que te deja la piel suave- comenta Jake tocándose la cara y haciéndome reír.

Un rato después decidimos bajar a la cocina para comer algo, pero unas voces me frenan.

-No sé cómo hacerlo- se escucha la voz de mi madre. ¿Ella no estaba trabajando?

-No puedo esperar más- contesta una voz de un hombre.

-Sabéis cómo es su carácter y no se lo va a tomar nada bien- se escucha la voz de Jordi.

-Pero es mi hija, quiero recuperar el tiempo perdido- vuele a hablar el otro hombre.

-Pero aunque diga que lo ha superado sé que no es así, es mi hija y la conozco como nadie- dice mi madre y es cuando caigo en todo.

Está aquí mi padre; y mi madre y Jordi lo conocen, quiere que lo perdone y recuperar el tiempo. Esto no puede estar pasando, no a mí.

-Princesa…- me llama Jake y yo lo miro esperando que me diga algo para aclararme, pero nunca llega.

Me giro dispuesta a entrar en la cocina, y cuando lo hago la sorpresa que me llevo hace que me tenga que agarra a la pared para no caerme.

-Cielo- dice mi madre sorprendida haciendo que los dos hombres se giren.

-Laura- me llama el director, pero yo niego.

-No puede ser- susurro más para mí que para los demás- No puede ser mi padre- comento y levanto la mirada para mirarlo con los ojos húmedos- No puedes ser mi padre- le digo.

-Laura, cariño…

-No mamá- la interrumpo- Me lleváis mintiendo desde que estamos aquí- les digo a todos- No me lo puedo creer- susurro- No puedes ser mi padre- comento- Mi padre es mala persona, nos dejó, me dejó- sigo hablando con la cabeza agachada- Se fue y no miró que dejó atrás.

-Laura- me llama el director, o mejor dicho, mi padre- Todo tiene una explicación- me dice.

-¿Qué explicación?- cuestiono y noto mis ojos humedecerse- Tenías una esposa en tu ciudad, con una niña por lo que parece, y con dinero- digo- Y cuando mi madre lo descubrió preferiste a tu familia con dinero antes que a la que te quería.

-No es así cariño- me responde.

-No me llames así, no tienes derecho- contesto- Y vosotros- digo señalando a mi madre y a Jordi- No me puedo creer que no me lo dijerais, que hayáis actuado como si fuera vuestro amigo, y tú como si fuera algo más- le digo a mi madre lo último.

-Cielo, déjanos explicártelo todo por…- empieza a decir mi madre.

-No- le corto- Por el momento no quiero saber nada- le contesto- No hasta que esté más relajada- les digo y salgo de ahí para irme a mi cuarto.

A los minutos entra Jake y cuando me mira me permito romperme. Llega hasta mí y me abraza fuerte mientras sollozo.

-Princesa, no lo han hecho con mala intención, todo ha sido para protegerte- me dice.

-No Jake, así no se protege a las personas que quieres- respondo.

Me separo de Jake para entrar al vestidor y hacerme una maleta. Meto en ella todo lo necesario junto el uniforme, la ropa de entrenar y las dos equipaciones.

-¿A dónde vas?- me pregunta Jake.

-A un hotel, no quiero estar aquí- contesto.

-No vas a ir a un hotel- me responde- Ven a mi casa.

-No sé cuánto tiempo voy a necesitar y no quiero ser una carga.

-No eres una carga, eres mi novia, y no vas a quedarte en un hotel- me dice firme y no deja que me queje porque me da un beso que me roba el aliento.

Cojo mi mochila de clase con las cosas, el cargador del móvil y el del IPad; Jake coge mi maleta y salimos de mi cuarto. Bajamos las escaleras y en la cocina siguen estando los tres hablando acaloradamente hasta que me ven y se callan.

-Cielo…- me llama mi madre.

-Me voy con Jake- les informo y salgo de ahí sin esperar una respuesta.

Cogemos nuestras motos y vamos a su casa.

JAKE

Ha pasado una semana desde que Laura está en mi casa. No ha estado tan animada como de costumbre y es entendible. Me ha contado que después de cómo la había tratado el director se había sentido como algo cambiaba, pero que no lo sabía hasta ese día. Hoy se ha levantado con mejor humor y todo se debe a que hoy acabamos los exámenes de evaluación, pero sobretodo porque Tamara le ha preparado para desayunar chocolate caliente, ya que ayer se enteró de la situación gracias a Jordi, porque Laura no ha querido hablar.

 -Jake, tío- me llama Álex- ¿Me estás escuchando o pensando en la entrenadora?- cuestiona divertido.

-Estoy preocupado- contesto- Has visto como Laura no ha estado bien estos días, encima se acercan fechas en las que se suele estar con la familia- comento porque Laura le dijo a los chicos y a las chicas lo que le ocurría después de dos días preguntándole cada hora. Todos se sorprendieron al saber que el director era su padre y que ella lo acababa de descubrir.