La promesa de un te quiero bajo la lluvia

Capitulo XIII

EVAN

—¡Evan!

Giro y sonrío cuando una chica de pelo rosado se me tira encima abrazándome con ganas. Le devuelvo el abrazo con el mismo entusiasmo.

—Dani —susurro besando su mejilla.

—¿Y para mí no hay abrazos? —sonrío cuando miro a Rick cruzado de brazos.

—Ven acá campeón —él se une y la escena se resume con nosotros tres demostrando cariño en medio del aeropuerto.

Hace una semana planeamos que vinieran, creo que estarán aquí un mes entero y es justo lo que necesitaba.

Esta semana se ha sentido horrible; entre los exámenes, las solicitudes para la universidad y ciertos problemas de ojos azules, no he podido sentir paz en ningún momento.

—¿Quieren comer algo? Yo invito.

—¡Dios mío si! Por favor, vengo muriéndome —Daniela finge secarse unas lágrimas y con Rick soltamos una risa.

—Pero que sea rápido, necesito ver a la tía Sarah —Rick hace un puchero.

—Ay si, yo igual. Extraño tanto llegar a comer galletas con ella en el desayuno.

—Y luego los domingos salir por un helado.

—O cuando mi ex me engañó y pasamos toda la noche tomando vino y comiendo chocolates.

—También la vez que me enseñó a manejar y…

—¿No tienen algún recuerdo sobre mí? —ambos se quedan pensando.

—Oh si, la vez que entramos a tu habitación para tu cumpleaños y estabas…

—¡Si ya! Gracias —los dos sueltan carcajadas mientras meten las mochilas al maletero.

Entro al auto con una sonrisa y me quedo esperando a que terminen su pelea de quien merece irse adelante conmigo. Finalmente, Rick se va atrás, con los brazos cruzados y soltando murmullos. Muy adulto de su parte, sí.

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Vuelo a sacar el teléfono y me quedo un rato viéndolo.

—¿Y le vas a escribir o piensas comunicarte por bluetooth? —Dani se sienta a mi lado mientras que con la manga de su suéter limpia el helado que tiene en la boca.

—Es que no sé si quiera hablar.

—¿Es la chica de la que nos hablaste?

—Si, Brave.

—Brave. Que nombre tan precioso —murmura. —¿y por qué piensas que no quiera hablarte?

—Es que hace unas semanas apareció un chico de la nada, parecía que tenían algo, pero en sus ojos se notaba que le tenía miedo. Cuando quise regresar por ella, ya no los encontré —Dani abre su boca con asombro.

—¿Crees que el chico le haga algo?

—No lo sé, pero no me dio buenas vibras —ella frunce su ceño. No es algo que haga normalmente.

—Evan, debes llamarle. ¿Recuerdas a este chico de la secundaria? ¿Mi exnovio?

—Si, Joan.

—Frente a todos parecía que le confiaba mi vida, pero una vez solos él…

—Lo sé, lo recuerdo —lo tomo su mano y le doy un apretón. A tiempo llega Rick, cuando la mira le sube el mentón con una mano y le da un beso en la cabeza.

Ambos sabíamos que Dani solo se ponía así al recordar a su expareja, quien a veces desquitaba su furia con ella. Con Rick le dimos una paliza hasta que quedó irreconocible.

—Solo llámala ¿sí? Puede que este en problemas —asiento y revuelvo su pelo sacándole una sonrisa—. ¿Podemos verla?

—¿Hablan de la famosa Brave de ojos de encanto con voz de ensueño y cara perfecta Jones? —habla Rick burlándose de todo lo que le he dicho.

—Muy graciosos.

Saco mi teléfono y voy a la cuenta de Vanesa. Brave no tiene redes, pero Vanesa sube muchas fotos de ella, incluso tiene una destacada con su nombre. Le doy el teléfono a Dani y cada vez que pasaba las fotos abría más su boca, Rick decidió quitárselo y luego volteó a verme.

—No es por nada, pero ¿Cómo es que te habla?

—Vaya, gracias.

—¡Evan es hermosa! Qué ojos y su nariz y, con todo respeto, que cuerpo eh —empieza a negar viendo a la nada—. Ya quisiera yo tener ese pedazo de culo.

—¡Dani! —la regaño y ella suelta una carcajada.

—¿Qué? Es que sí, que chica tan bella. Yo que tu empiezo a llamarle ya, o te la robo yo —tira la basura de su helado y Rick sigue viendo las fotos, lo cual se me hace raro.

—Rick, deja de ver a la chica de tu amigo, es de mala educación —susurra Dani de nuevo.

—No, no. Es que…esta chica, la rubia, es…

—Tiene novio.

—Ahora tiene dos —murmura y le arrebato el teléfono.

—Serás idiota —me río y lo guardo.

—¿Entonces? ¿le vas a escribir?

—Si, supongo. De todas formas, la veré mañana en clases.

—¿Y puedo ir? —pregunta Rick sonriendo.

—No seas perro Rick —suelto una carcajada al escuchar a Dani y ella hace lo mismo.




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