«No te fíes de las apariencias. La verdad está oculta entre las sombras».
✨ ATENAS. EN LA ACTUALIDAD✨
El reloj marca las seis en punto, señalando el final de la junta directiva. La sala de reuniones en la sede principal de la cadena de Casinos Makris, ubicada en el corazón de Atenas, se llena de un murmullo de elogios. Los socios intercambian miradas de aprobación mientras se levantan de sus sillas de cuero negro, ajustándose las corbatas y recogiendo sus documentos.
Corban Makris observa la escena desde su posición cerca del proyector. Sus ojos brillan con alivio mientras recorren la sala. Acaba de presentar el informe financiero con una precisión impecable, detallando el crecimiento exponencial y las expansiones estratégicas que han consolidado a su cadena de casinos como una potencia europea. Los gráficos y cifras hablan por sí mismos: ganancias récord, nuevas adquisiciones y una proyección que augura un futuro aún más brillante.
Uno a uno, los socios se acercan a Corban, extendiéndole la mano con sonrisas de admiración.
—Excelente trabajo, Corban. Este informe es impresionante —manifiesta uno de los inversores más veteranos, con mirada calculadora, ahora suavizada por auténtica aprobación.
—Muy bien, Corban —añade, otra de las socias más antiguas, con tono maternal y sonrisa cálida. Estrecha su mano.
Corban responde con una sonrisa, agradeciendo las felicitaciones mientras su mirada se desliza hacia su hermano, Serkan.
Serkan es el CEO y accionista mayoritario, sobre todo, es la mente maestra detrás de la cadena de casinos. En esos momentos, se mantiene de pie, a su lado, observando el intercambio de elogios con una sonrisa que rara vez muestra en esas reuniones, y una leve inclinación de cabeza en señal de aprobación. El orgullo que siente por su hermano es evidente en sus ojos.
Serkan despide a los socios con un apretón de manos, y los acompaña hasta la salida de la sala de juntas. Su imponente figura destaca entre los demás. A sus treinta y cinco años, su presencia es autoritaria, pero no opresiva. Es un líder nato que inspira tanto respeto y admiración, como temor y subordinación.
—Has superado todas las expectativas, Corban —dice Serkan, con voz satisfecha—. Estoy muy orgulloso de ti.
Le da un abrazo y Corban siente un nudo en la garganta. Las palabras de su hermano mayor significan más que todas las felicitaciones del mundo, ya que siempre ha buscado su aprobación.
—Es la primera vez que lo dices desde… —Corban se detiene y baja la mirada—. Bueno, no lo decías en mucho tiempo. Gracias.
—Siéntate.
Serkan le señala la silla junto a él.
Corban acomoda su aparato ortopédico y se sienta junto a su hermano. Ya puede doblar mejor la pierna sin mayor dificultad.
—He notado tu cambio positivo en las últimas semanas —reconoce Serkan con agrado—. Estás más proactivo, atiendes tus obligaciones laborales sin falta, y definitivamente, esta presentación… —señala con el dedo la pantalla proyectada que aún continúa encendida—. Fue perfecta.
Corban asiente.
—Estuve hablando con tu terapeuta. —Serkan continúa. Se recuesta en su silla y lo mira con detenimiento—. Me ha dicho que está muy contenta contigo. Vas a las sesiones sin falta e incluso has tomado la terapia grupal.
—Todo eso es cierto —acepta con una enorme sonrisa.
—Me alegro en verdad —dice Serkan y aprieta el brazo de Corban con fuerza—. Por fin has decidido retomar el rumbo de tu vida después del accidente, dejar el pasado atrás, y…
—¡Estoy enamorado, Serkan! —declara, emocionado—. Estoy perdidamente enamorado.
Serkan se pone tenso. Voltea el rostro y mira el paisaje ateniense que luce imponente desde la ventana. La declaración de su hermano lo golpea como una losa pesada.
—Ella es perfecta —continúa Corban—. Es increíble, Serkan. Es inteligente, aunque parece frágil es muy fuerte, y ha pasado por muchas cosas, al igual que yo. Nos entendemos de una manera que nunca creí posible —suspira ilusionado—. ¡Y me voy a casar con ella!
El aire en la sala se vuelve denso.
Serkan echa un vistazo a su reloj de pulsera. Faltan menos de dos horas para su cita con Agatha Poulos, la mujer que ha ocupado el título de su pareja en los últimos años. Planean ir a cenar y, tomarse luego un par de copas en el apartamento de ella. Sus encuentros son esporádicos, apenas dos o tres veces al año, una dinámica que ambos encuentran más que satisfactoria.
Agatha, una prestigiosa y renombrada diseñadora que vive en Venecia, representa justo la distancia emocional y la discreción que Serkan valora. Para él, los vínculos sentimentales profundos son un terreno prohibido y que evita a toda costa. Nunca permite que su corazón se anteponga a su lógica fría y calculada, porque en su mundo, la razón siempre prevalece sobre los sentimientos.
No es que Serkan esté cerrado al amor. De hecho, anhela compartir su vida con alguien que sea su igual en fuerza y carácter. Sin embargo, su experiencia en el ámbito en el que se desenvuelve, le ha enseñado a ser prudente. No se entrega fácilmente, porque sabe que su posición y riqueza atraen tanto a aliados sinceros como a oportunistas disfrazados de afecto.
Editado: 29.11.2024