Los humanos somos seres que viven acomplejados, nunca pareces tener el derecho de hablar en un mundo en el que todos creen tener la verdad absoluta, y los pocos que aceptan que no la tienen son a su vez sometidos por el pensamiento de esa gente que si cree tenerla. Mi ego y mi narcisismo me dicen que desde luego que creo tenerla y siento que es necesario que cada persona esté consciente de que ellos deben tener la suya, pero a su vez, un factor clave para poder forjar tu verdad es escuchar la opinión y el pensamientos de aquellos que sepan cómo persuadir a quienes los escuchan, e intentar persuadirlos igualmente de que tú verdad está mejor encaminada que la suya o en su defecto, convencerte de que su verdad tiene más lógica que la tuya.
En mi caso, soy una persona que vive frustrada constantemente, paso la mayor parte de mi tiempo cuestionándome y una vez que doy un veredicto siento la extrema necesidad de comunicarlo a alguien, porque en ese caso ¿De qué sirve saber que posees la verdad si no la vas a transmitir con los demás?
La peor sensación que he experimentado es saber que tienes algo muy bueno que transmitir y lamentablemente nadie lo quiera oír por encontrarse atrapados en una burbuja de prejuicios, resulta bastante nefasto el hecho de que los estos tengan cabida en la desición de escuchar a alguien, un claro ejemplo de esto, es la gente que prefiere escuchar a un sacerdote por encima de un doctor, cuando estos tienen un familiar grave de salud, como aquellos que piensan que un joven no puede tener un criterio acertado, lo que piensa ese jóven es simple rebeldía, no tiene la edad suficiente como para razonar por sí mismo, el razonamiento no sirve en su escudo de empirismo, es desgastante y terriblemente molesto que las cosas que tengas para ofrecer sean frenadas por prejuicios primitivos de edad, color de piel, nacionalidad o incluso el género.
Siempre ha sido señalado mi pensamiento de que la voz de la experiencia no siempre tiene la razón, no importa que seas un ser capaz de razonar, cuestionarte e informarte, estás frente a una persona que ha vivido más y es por eso que tú criterio no vale nada frente al suyo. Solo es un intento más de desprestigiar tu pensar, de hacerte menos. Un pensamiento, idea o creencia, ya sea maduro o inmaduro, mientras este esté bien encaminado a la verdad, no veo la razón para que sufra un desprecio por parte de un criterio "maduro" que en realidad se siente amenazado.
La gente débil de mente suele someterse a una idea simplemente porque tiene miedo o pereza de descubrir la belleza que hay en el cuestionamiento, a fin y al cabo el cuestionamiento es lo que nos mantiene vivos, nunca hubiéramos aprendido a usar el fuego si nuestros antepasados no se hubieran preguntado qué és y cómo funciona, el para qué sirve cada cosa nos hace tener todo lo que tenemos hoy y el cuestionamiento nos ha hecho encontrar mil y un actividades para un solo objeto, es por eso que la acción de cuestionar es un símbolo de brillantez, y es precisamente el cuestionamiento lo que nos hace ser una forma de vida inteligente. Siempre ha habido personas que le buscan una respuesta a todo, personas que jamás se rinden y que siempre intentan encontrar una explicación del porqué de las cosas dándole el mayor sentido posible, y por otro lado hay otras que simplemente aceptan que no todas las preguntas tienen respuesta. La ignorancia no es precisamente la aceptación de un pensamiento, ésta está más enfatizada en la fanatización del mismo ¿Habían escuchado el término "fanático religioso"? son aquellos que se ponen a la defensiva cada vez que oyen o leen un comentario que no concuerda con la verdad que asimiló de su religión. Bueno, existen personas aferradas una verdad, no necesariamente religiosa, también hay fanáticos políticos, deportivos, vaya hasta filosóficos, y esto hace que una persona fanática no se permita escuchar ningún otro punto de vista que le haga dudar sobre esa verdad que ya forjó, que por el miedo a cuestionarse termina rechazando rotundamente a aquello que amenaza la coherencia de su pensamiento.
En lo personal a mí me encanta discutir y debatir, soy una persona que cuando se encuentra en una discusión intenta ser lo más objetivo y comprensivo posible, obviamente defendiendo mi postura ante cualquier tema pero siempre intentando empatizar con el pensar de la otra persona; en muchas ocasiones el pedir argumentos, pruebas o razones en una discusión resulta sumamente provocante para una persona ignorante, no hace falta pedir argumentos, su verdad es "la verdad" y punto. Cuando ésta no tiene nada para responder suele intentar evadir las preguntas, ridiculiza estás mismas y utiliza insultos e incluso interrupciones y agresiones directas, éstas últimas suelen convertir el debate en una simple discusión informal, y en mi caso, simplemente dejo de la lado la objetividad y hago saber mi inconformidad con una innecesaria agresión, ridiculizando de vuelta la acción de agredir haciendo notar que realmente con sus ofensas solo demuestra su desesperado intento por invalidar la opinión contraria.