El viaje de regreso a la ciudad estuvo lleno de animadas discusiones y miradas de gratitud entre los comerciantes de la caravana. Eldric y Lira, a pesar del cansancio, se sintieron vigorizados por la sensación de haber marcado la diferencia. Las historias de valentía y camaradería en la lucha contra los bandidos fueron un tema constante a medida que el grupo avanzaba por el sendero.
Cuando llegaron al gremio, la escena era de celebración. Los gremios y ciudadanos se reunieron para dar la bienvenida a la caravana, reconociendo el esfuerzo de los aventureros. Un gran cartel colgaba en la entrada, anunciando: "¡VUELVEN LOS HÉROES!".
El líder del gremio, un hombre corpulento llamado Aric, esperaba en la entrada. Su mirada se iluminó al ver que Eldric y Lira se acercaban. "¡Has llegado! ¡Nos enteramos de sus hazañas! La ciudad está en deuda contigo".
—Fue un esfuerzo de equipo —respondió Eldric, humildemente—. "La caravana estaba en peligro y no podíamos quedarnos de brazos cruzados".
Aric asintió, impresionado. "Aun así, su valentía no pasó desapercibida. Como recompensa, aquí tienes una cantidad de oro, así como suministros para tus próximos viajes".
Le entregó a Eldric una bolsa pesada, lo que hizo que su corazón se acelerara. Con un vistazo rápido, Eldric se dio cuenta de que el contenido podría ayudarlos a equiparse mejor. A un lado, Lira sonrió, sus ojos brillaban con las posibilidades.
—Además —continuó Aric—, también me gustaría saber más sobre los bandidos que atacaron la caravana. ¿Qué descubrieron?
Eldric y Lira se miraron, sabiendo que era hora de compartir lo que habían encontrado en el cuaderno. Eldric abrió el cuaderno y comenzó a explicar los planes de los bandidos, detallando las rutas de ataque y las posibles ubicaciones de sus campamentos.
"Si estos matones están tan organizados y tienen un número tan grande, tenemos que actuar rápido", dijo Aric, preocupado. "Voy a convocar una reunión con los líderes del gremio para discutir una misión de reconocimiento. Tenemos que averiguar dónde se esconden estos malos".
Con eso, Aric se dio la vuelta y comenzó a organizar a los otros miembros del gremio, instruyéndoles que convocaran a los grupos de aventureros y discutieran la situación. Mientras tanto, Eldric y Lira estaban sentados en un rincón, observando el movimiento.
"Parece que la acción está en camino", comentó Lira, con una sonrisa de anticipación en su rostro.
—Sí —respondió Eldric—. "Esta podría ser nuestra oportunidad de finalmente asestar un golpe a este grupo y vengar las vidas perdidas".
Al cabo de unos minutos, Aric regresó, más serio que antes. "Hemos formado una misión. Necesitamos un grupo de pícaros experimentados para investigar y averiguar la ubicación exacta del campamento de los bandidos. Si podemos lograr esto, podemos planificar un ataque efectivo".
"Conozco a algunos pícaros que pueden ayudar", intervino uno de los miembros del gremio. "Son rápidos y discretos".
"Perfecto", respondió Aric. "Te asignaré a esta misión. Necesitamos información antes de cualquier ataque".
A la mañana siguiente, un grupo de pícaros se dirigió hacia el bosque, siguiendo las pistas que Eldric y Lyra proporcionaron. Los días pasaban mientras los aventureros esperaban ansiosos noticias. Finalmente, a la tercera mañana, los pícaros regresaron, exhaustos pero triunfantes.
"¡Lo logramos!", exclamó uno de los pícaros al entrar en el gremio. "Encontramos el campamento. Tienen alrededor de mil bandidos allí, y veinte de ellos son tan fuertes como un aventurero de élite (Nivel 4)".
La sala se quedó en silencio, el peso de la información fue absorbido. Garic rápidamente tomó el asunto en sus propias manos. "Nos prepararemos para un ataque. Necesitamos formar grupos, un plan de ataque y asegurarnos de que todos nuestros miembros estén listos. El número de delincuentes es grande, pero podemos vencerlos si trabajamos juntos".
"Eldric, Lira, quiero que formes parte del grupo de ataque. Su experiencia reciente será valiosa", dijo Garic, mirándolos a los ojos. Ambos asintieron, listos para la acción.
Durante las siguientes horas, el gremio se convirtió en un centro de actividad frenética. Los aventureros se organizaron en equipos, elaborando planes y discutiendo estrategias. Eldric y Lira ayudaron a dirigir las discusiones, con Eldric usando su conocimiento de las tácticas de los bandidos para ayudar a dar forma al ataque.
Finalmente, cayó la noche y los grupos estaban listos para partir. Eldric sintió una mezcla de emoción y nerviosismo. "¿Estamos listos para esto?", le preguntó a Lira mientras se preparaban para irse.
"Lo somos", respondió ella con una sonrisa decidida. "Esta es nuestra oportunidad de marcar la diferencia".
El camino hacia el campamento de los bandidos fue silencioso, los aventureros se movían con cautela. Cuando llegaron, la vista del campamento era intimidante, con docenas de bandidos moviéndose alrededor de fogatas y tiendas de campaña. Aric hizo un gesto a todos para que tomaran una posición, y se puso en marcha un plan.
—Atacaremos en tres frentes —ordenó Aric—. —Eldric, tú y Lira al frente. El resto de los grupos flanquearán. Necesitamos desestabilizarlos rápidamente".
La batalla ha comenzado. Eldric lideró la carga, con su espada y su hacha bailando a través de los bandidos, con el poder de Vérium pulsando a través de él. Lira se movía con agilidad, disparando flechas bien puntiagudas que eliminaban a los bandidos antes de que pudieran reaccionar.