Robert es un joven de 22 años que vive en la ciudad de Bucaramanga, lleva más de un año soltero y con cada ruptura o desilusión amorosa se propone jamás volver a ilusionarse, cosa que jamás cumple.
Cierto día del mes de octubre recibió una solicitud de amistad en su red social que le pareció un tanto peculiar, ya que dentro de los amigos en común figuraba alguien en particular (que quizás luego les comento de quien se trata si se hace necesario).
El hecho fue que decidió aceptar dicha solicitud y enviarle un saludo a dicha persona cuyo nombre es: Matthew.
(Matthew joven de 24 años, trabajador, amable y físicamente atractivo).
Aunque Robert por el momento pueda solo saber lo de físicamente atractivo.
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Ha recibido un saludo de Robert (saludar a Robert).
Matthew y tú se han saludado. Hola ¿cómo estás?
—Bien, ¿tú cómo estás?
—Muy bien, ¿nos conocemos?
—No, solo te me hiciste parecido a un amigo mío.
—¡Vaya! Es la segunda vez que me dicen eso hoy, tendré que saber quién es dicha persona para ver si de verdad nos parecemos tanto. Ahora, puedo entender que me parezco físicamente a alguien más, pero ¿tenemos el mismo nombre?
***
Bajo este último cuestionamiento Matthew sólo dice que quería agregarlo.
Empiezan entonces a conocerse un poco más, hacerse preguntas como, ¿a qué te dedicas? ¿Qué edad tienes? ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?, etc. Esto permite que entre Robert y Matthew se empiece a formar una confianza, una amistad.
Matthew también vivía en Bucaramanga con sus padres y sus hermanos, trabajaba casi todos días incluyendo algunos domingos, era alguien responsable, con metas muy claras y una forma de ser única y casi que escasa en estos tiempos, era firme pero sensible, tierno, con unos sentimientos que cualquier persona desearía tenerlo a su lado, eso agradó mucho a Robert.
Robert y Matthew empezaron a hablar todos los días, todo el día, por medio de chat. Robert empezó a descubrir la bella personalidad de Matthew y eso incrementaba su admiración hacia él, aunque tenía varios interrogantes pendientes sobre un tema que no había decidido tocar con su nuevo amigo, en parte porque no quería perderle ya que podía este molestarse por sus cuestionamientos, pero también en el fondo sabía la respuesta sólo que tenía miedo de recibir la contestación que no quería.
Una tarde en medio de chat Robert tomó el valor ya que tenía que salir de dudas, principalmente de la duda inicial que le surgió al recibir dicha solicitud de Matthew.