Llegaron al punto donde debían separarse y fue un momento incómodo, ninguno de los dos quería irse a sus respectivas casas. Matthew inició la conversación para romper el momento tan tenso.
—¿Qué harás mañana? —Realmente solo quería hablar sobre algo, estaba tan aburrido aquel día y Robert le había causado una gran impresión que solo deseaba seguir hablando.
—Nada, creo. ¿Vives muy lejos de acá? ¿Quieres qué te acompañe? —Robert también deseaba pasar más tiempo con su amigo, no le importaba alejarse de su casa si pasaba con aquel hermoso chico que una vez más le hizo creer en sentimientos bonitos.
—No estoy tan lejos, no te preocupes. Sabes me ha gustado conocerte, eres realmente muy lindo, eres un chico agradable, tierno, cualquiera se sentiría afortunado de tenerte
—¡Gracias! Realmente me considero normalito, creo que exageras. Tú si eres muy sensible, muy hermoso, detallista, atento, tierno, eres un tesoro de esos que no se les puede calcular el valor que posee.
—Si no tuviese pareja seguro que estuviese contigo, eres muy especial.
Aquellas palabras resonaron en la mente de Robert, su corazón latía tan fuerte que temía que su amigo notara el efecto de aquella pequeña confesión. No quería eso, se había prometido así mismo no decir nada que pudiese incomodar a Matthew, entendía que estaba comprometido y eso era algo que el respetaba muchísimo.
—Pero la tienes, he llegado un poco tarde a tú vida.
—Sí, ocho meses tarde para ser exactos.
—Ni modo, me conformo con tener un amigo tan bello y especial como tú.
—El afortunado soy yo, de veras. Puedes contar conmigo siempre, estaré cada vez que me necesites; quiero que tengamos una gran amistad.
Luego de ese momento de confesiones quizás las palabras más sinceras que se hayan dicho desde su encuentro, pues ambos conocían ya la calidad humana y lo especial que era cada uno, sabían que una relación entre ellos hubiese sido hermosa de esas de cuentos, libros o películas románticas. Sin embargo, la realidad era otra y los amigos tenían claro que aquella posibilidad de estar juntos no era posible. Por eso, el valor de aquellas palabras que salían de lo más profundo de ellos.
Robert quería contarle algo a su amigo, no deseaba secretos con él y tampoco deseaba una situación incómoda en el futuro. Decidió contarle a su amigo sus sospechas de haber recibido su solicitud de amistad, en que se basada y lo que había pasado.
—Matthew ¿tú pareja es Manuel? —Manuel es un compañero de trabajo de Matthew, es uno de los amigos en común que tenían en la red social. Además, Robert siempre sospecho de esto ya que recibió la solicitud de su amigo justo pocos días después de que Manuel también le agregara.
—No, claro que no. ¿Te gusta Manuel?
—Claro que no, pero debo decirte algo porque quiero ser sincero contigo y no quiero malos ratos después.
—Dime ya, me tienes ansioso —ríe.
—¿Recuerdas cuando te comente qué no tenía pareja, pero hacía poco había tenido un encuentro íntimo sin llegar a tener sexo con alguien?
—Si.
—Fue con Manuel —cara de vergüenza y pena de Robert—. Como te dije no tuvimos sexo, solo algunos besos. Él no me gusta, solo que me parecía un poco lindo en fotos y acepté, pero apenas lo vi me arrepentí; pero ni modo, fue muy rápido e incómodo. Te lo cuento porque sé que trabajan juntos y no quiero situaciones incomodas futuras y además porque yo sospechaba que era tu novio y que me habías agregado por celos o algo así.
—¿Qué pasa si te digo que Manuel es mi pareja?
—No juegues con eso en serio. ¿Entonces si me agregaste por celos, sospecha o lo qué sea, pero fue por Manuel?
—No mentiras, ni siquiera me gusta. De hecho, no sé cómo pudiste estar con él; fue muy afortunado, yo nunca estaría con alguien como Manuel, no es mi tipo. Pero tuvo suerte que alguien como tú lo haya por lo menos besado.
—Pues ahora no te creo nada, sabes desde que recibí tu solicitud sospeche que era por él que me habías agregado.
—No, en serio nada que ver. Solo quise molestarte para ver como reaccionabas, es todo de verdad.
—Bueno está bien, amigo quiero que de ahora en adelante evitemos tocar temas que puedan llevar a decir cosas incomodas, yo entiendo que tienes pareja y no quiero incomodarte ni nada. Otra cosa, evita tocar el tema con Manuel, fue una situación de verdad muy incómoda y no me gusta recordarla, te lo conté ya sabes porque.
—Tranquilo amigo, seremos los mejores amigos no vamos a tocar temas que puedan causar malos entendidos, yo amo a mi novio y no quiero confundirte. Respecto a lo de Manuel, tampoco lo tocaremos yo entiendo.
—Amigo estas más lejos que yo y todo está muy solo ya, vamos yo te acompaño hasta la mitad de tú camino es lo justo así quedamos en igualdad de condiciones.
—No hace falta, yo camino rápido y no estoy tan lejos.
—De igual forma voy a acompañarte un poco, ¡vamos!
Robert acompañó a su amigo en parte porque se sentía apenado, su nuevo amigo vivía más lejos que él, había pagado la totalidad de la cuenta del restaurante, debía ser atento, ah claro quería pasar un poco más de tiempo con su amigo. Caminaron hablando más de sus planes a futuro en el ámbito profesional, al llegar un poco cerca de la casa de Matthew y no tan lejos de la suya, Robert se despide de su amigo dándole un estrechón de mano, aunque deseaba darle un abrazo. Así, ambos amigos iniciaron su camino a sus respectivas casas.