Robert no dejaba de pensar en Matthew, en todo momento pensaba en lo afortunado que sería tener una pareja como él. Matthew por el contrario se sentía tranquilo, ya Robert sabía que tenía novio y con eso no existía la posibilidad que se ilusionara y saliera lastimado más adelante.
Las palabras de Matthew resonaban en la mente de Robert.
Robert.
¿Por qué me habrá dicho que si no tuviera novio le gustaría estar conmigo? Con eso me confundió mucho, pero él me dice que ama a su novio y que están muy bien. ¡Carajo la gente no mide el poder que tienen sus palabras!
Necesito contarle a alguien todo esto, me estoy ahogando, siempre que digo que no me vuelvo a ilusionar llega una bella persona como él; pero siempre hay algo malo en ellos, viven lejos, tienen novio, aún no superan a su ex y un sin fin de razones más.
Ya debería darme por vencido en el amor, creo que no está hecho para mí. Le escribiré a Martha, necesito hablar con alguien definitivamente.
***
—Hola Martha.
—Hola Robert ¿cómo estás?
—Muy bien, bueno algo confundido y triste pero bien.
—¿Qué pasó, por qué estas triste? No entiendo, la última vez que hablamos estabas contento diría yo.
—Lo que pasa es que recuerdas que te había contado sobre Matthew, pues resulta que si es gay y además tiene novio.
—Espérame que me perdí, ¿no era el chico qué te había dicho que no le gustaban los hombres?
—Sí, el mismo. Bueno es algo largo de contar, el hecho es que es una linda persona como ya te lo había dicho, pero tiene novio y además está súper enamorado, tanto que me hace sentir culpable siquiera pensar en la idea de gustarme o de quererlo a mi lado como mi pareja.
—No te sientas culpable que sentir no es malo, además como te conozco sé que jamás te meterías con alguien comprometido.
—Obvio no, pero siempre pasa lo mismo ¿no crees?
—Sí, dímelo a mí que estoy peor que tú.
—No mi vida, tu situación es diferente. Ese chico te quiere, solo que tú lo alejas con tu desconfianza.
—Pues sí, pero es que no confío en esos amigos con los que anda. Cariño llegó mi mamá saldremos a donde una tía que acaba de llegar de viaje.
—Dale, gracias por escucharme o leerme —envío cara sonriente—. Cuídate mucho.
***
Bueno pensando de forma positiva, he llegado tarde a su vida amorosa pero quizás sea mejor así, si las cosas pasaron de esta forma por algo será y ser su amigo es un verdadero honor y un gran premio de verdad que es alguien que vale la pena tener cerca, tener en nuestra vida, ya no pensaré en cosas que no son posibles, ni tampoco en como hubiese sido si hubiese llegado antes o después, el presente es lo que tenemos y es lo que debemos vivir.
A partir de ese momento Robert trató de que su relación con su amigo fuese lo más tranquila posible, una relación de amigos evitando comentarios fuera de lugar o sin halagarlo tanto como quisiera, no quería que Matthew pensara que le estaba coqueteando o que este se sintiera incómodo. Matthew por su parte seguía siendo el mismo, decía las cosas sin filtro, sin ánimo de molestar o incomodar a Robert solo como dos amigos solo que algunas cosas que decía su amigo preferiría que no lo dijera, aunque este tampoco le decía nada así que solo hacía como si nada se hubiese dicho o hecho.
Matthew en cualquier oportunidad que tenía molestaba a Robert con Manuel, cosa que no solo incomodaba sino que disgustaba a Robert, si bien se dice que de las cosas hechas no hay que arrepentirse ya que se aprenden, esa situación con Manuel fue demasiado incómoda para Robert y un poco desagradable, razón por la cual no quería recordarla, pero su amigo se encargaba de ello.
—Mira quien acaba de llegar a la oficina —foto de Manuel en su puesto de trabajo—. Tu amor.
—No molestes con eso por favor, sabes que eso fue muy incómodo para mí, por cierto que foto tan horrible
—Amigo lo siento, pero no puedo evitar pensar en ti cuando veo a Manuel y en que él tuvo la fortuna de besarte y tú tuviste la tortura de besarlo a él
—No nos besamos tanto, solo fue un beso como te dije y no me gustó nada, en serio ya no me recuerdes eso y por cierto lástima que solo pienses en mi cuando vez a tu amigo de trabajo.
—No es eso, tú sabes a que me refiero.
—Bueno ya olvídalo, tema cerrado. Me estoy arrepintiendo de haber sido sincero contigo.