ETHAN
La he pillado mirándome unas cuantas veces esta noche.
Christal se dirige a la terraza, al terminar todo, yo la sigo y me posiciono en la puerta y la observo, ella me mira. ¿Que estoy haciendo?.
—tú no te vas a ir o como—pregunta, noto su incomodidad,
Me acerco a ella, pongo las manos en el roposa brazos de la silla y nuestros rostros están tan cerca que nuestras narices se tocan. La miro fijamente para volver a sentir su incomodidad, pero no.
—No, prefiero quedarme aquí contigo
—¿Que?—espeta.
—Tú y yo, besar, entiendes—le susurro al oído, ella se le eriza la piel.
—Creo que estás un poco tomado Eydan—ella se levanta. Sigue llamandome así.
—No lo creo—Yo le agarro la muñeca y la empujo suavemente, contra el barandal de su terraza, pongo las manos alrededor de ella, para evitar que se escape.
Ella me mira extrañada
—Quiero besarte—digo recordando, como ella miraba mi boca esta mañana. Ella responde algo que no me esperaba.
—Oh, oh tan rapido. Ni siquiera te conozco. —Christal frunce levemente el ceño. Por lo normal siempre se me abalanzan.
—¿Y solo es un beso? ¿no?—junto mis labios con los de ella. Ella por un momento, me corresponde el beso, y luego me empuja—Lo siento.- no lo sentia si queria besarla. Eso me causaria problemas.
—Deberías, irte ya son las cuatro—asiento y tiene bastante razon.
Me subo a mi moto.
La brisa de la madrugada es muy cómoda disfruto de eso mientras llego a mi casa. Aunque no este muy lejos, yo siempre suelo vagar por las calles.
Llego a mi casa y dejo las llaves tiradas en la mesa y me tiro en mi cama todos están dormidos. Alguien abre mi puerta, sin tocar y eso me encabrona. Al ver quien es, se me esfuma.
—Llegas Tarde—Dice Ángel entrando, mi hermano menor.
—Sabes, que se pueden tocar las puertas, pequeño.
—No te hagas, sabes como es papa si se entera—Alguien no lo deja terminar porque el dirige su vista a la puerta
—Ya me enteré—dice mi padre—espero, que mañana cumplas con tus deberes Ethan—dice con su rostro duro como siempre.
—Mañana, tengo universidad, no puedo—Le recuerdo. Me levanto de la cama.
—Como que no puedes tú tienes que ir a la constructora—Abro la boca para decir algo, pero mi padre me interrumpe se acerca a mí.—no quiero saber lo que tengas que decir. Ángel a dormir—Él sale y se dirige a su habitación.
—¿Estás bien, Ethan?—pregunta Ángel, yo desordeno su cabello, con mi mano, y una sonrisa.
—Seh, pequeño—miento. Ángel asiente, sale y cierra la puerta. Mierda.
Yo salgo de mi habitación, tomo las llaves mi chaqueta negra de cuero, que tenía puesta anteriormente salgo de casa, y, me subo a mi moto y arranco escucho los gritos de mi padre yo le ignoro.
Voy andando a toda velocidad por las oscuras y solitarias calles hasta llegar a una tienda 24 horas, bajo y compro unos cigarrillos me siento en mi moto a fumarlos.
Noto la mirada de alguien es una chica rubia, me está mirando coquetamente yo le doy una sonrisa, esta se acerca, me pide mi número, yo se lo niego, no estoy de humor ahorita mismo para estas cosas, da la vuelta y se va.
Desde que mama nos abandonó ha estado más cabrón, y nos presiona, para que seamos unos malditos albañiles, no quiero una vida asi y el no le importa ni un carajo lo que pensemos o lo que hagamos.
O con esa cara dura, que siempre carga pareciese que no le importase absolutamente nadie. Y lo peor es que no puedo odiarlo.
Desde el abandono de Mama, esto ha sido un maldito infierno.
INTSSIDE.
Editado: 29.12.2021