Lo nuestro

7

—Ya hemos llegado—Avisa Ethan, aparcando la moto en una casa grande crema, dos pisos, tiene alrededor seis ventanas por lo que se ve, aunque no sé distinguir bien el color porque ya está muy oscuro.

 Todo se ve tranquilo y espero que sea así. Noto que Matew ha llegado, al ver su carro aparcado.

—Eh niña, ¿Quieres que sea tu peluche?—Pregunta irónicamente, ¿porque usa ironía?.

—¿Qué hablas?—Ethan señala mis manos, las cuales, siguen alrededor de su cintura, yo las quito rápidamente y me bajo de la moto y me dirijo a la puerta principal.

—¿A donde vas?—pregunta, en otra dirección opuesta a la mía.

—A dentro, no es obvio—arqueo una ceja.

—Muy obvio, la cosa es, que es por aquí—Dice dándole vuelta a la casa. Le sigo y no hay mucha luz por donde vamos caminando, pero tampoco hay una puerta por la cual entrar, si no una verja de madera nos interrumpe el paso.

Yo miro a Ethan con el ceño fruncido—Aja, hay una puerta mágica, la cual, se abrirá para nosotros pasar.

—Si, si crees en esas cosas raras. Bueno, de ti, no me sorprende—Ethan se quita su chaqueta negra, la tira al otro, solo dejándole puesta su camisa manga larga blanca—Saltaremos la verja no es evidente. Y como tú tienes cara que nunca has saltado una verja yo te ayudaré.

—¿No es mejor solo tocar?

—Pregúntale eso a Stella, ahora ven, o, nos quedaremos toda la noche.

—No, yo puedo sola—Digo. Me acerco a la verja, pongo un pie en la madera más abajo que esta horizontalmente y me agarro de una y trato de pasar mi otro por la verja y fallo, voy a caer. Voy a caer

Siento las manos de Ethan sostenerme.

 Al sentir su tacto, mi cuerpo emanaba calor corporal, mis mejillas se calentaron nuevamente por él.

—Te dije que no podrías—su tono suena tan sacarron. 

- No te hagas el salvador.

Ubicar sus manos un poco más arriba de mi cintura y alzándome un poco para poder pasar el otro pie al otro lado, paso mi pie y luego el otro, lo sostengo él madera que está más abajo, doy una zancada para caer en el suelo. 

Ethan del otro lado se sostiene de la madera y salta hacia mí exitosamente con una agilidad muy buena.

Él toma su chaqueta, se la vuelve a poner y me dirige más adentro, unos segundos después las luces van apareciendo, a mi derecha hay una piscina larga y estrecha, toda esta de color azul.

Hay cinco chicas bailando al compás de la música, una música muy sucia en ingles, yo no escucho este tipo de música. O... si creo, The wekeend, y Two feet  y Chase atlantic, cantan cosas sucias.

 Una ya el distingo es Stella, la otra es Meredith ¿qué hace aquí?. La otra una castaña muy guapa, una pelinegra con ojos muy felinos, una con el cabello teñido de rosa, cuatro chicos saliendo de una puerta cristalizada, uno es Marcus el otro es Matew, Julian y por último es Lucas, estos traen en su mano unas botellas de cervezas. 

Joder, es que acaso aquí, son todos son atractivos, yo soy la fea aquí.

Todos se giran a vernos, las chicas se acercan a saludarnos o mejor dicho a saludar a Ethan, ya que ninguna ha notado mi presencia, solo Stella y Meredith.

—Hey, llegaste—Dice Stella dándome un abrazo yo se lo devuelvo. 

Esta chica contagia felicidad me cae tan jodidamente buen, hemos texteado mucho y hemos quedado en que me acompañaría al campamento West. Ella es una de las personas que la conoces y sientes que le puedes contar todo. Así que si, si sabe lo que ha pasado entre Ethan y yo diría que es mi primera ¿amiga?.

—Si—digo cortando el abrazo—Eh por cierto no me has dicho que hace Meredith aquí—Le susurro al el oído.

—Ella supo que invitaría a Marcus y Ethan por insta y haríamos una reunión ya sabes y se coló no pude negarle—me susurra al oído. Si ella también me ha contado sus cosas, solo nos conocemos hace tres días, pero las cosas fluyeron muy natural. Por algo se empieza ¿no?.

Meredith camina hacia nosotras, pone sus manos en su cadera—Por fin saliste de tu cueva—Que grosera.

—Buenas u Hola.  si con mi cueva te refieres a mi casa, tú deberías estar en la tuya, no aquí—le brindo una falsa sonrisa.

—¿Dónde está la comida?—dice mirando esta vez a Stella e ignorándome.

—Entra por la puerta de cristal, que está al frente tuyo y se ve claro, que está la pizza—Meredith se marcha hace lo que le ha dicho Stella. 

Si esa chica y yo nunca nos hemos llevado bien o mejor dicho yo nunca le he caído bien y no entiendo el porqué y tampoco es que me importara.

—Aja, y, entonces—dice agarrándome la muñeca y dirigiéndome a una de la silla que están a un metro de la piscina, haciendo que me siente y ella al frente mío—Todo bien con ese— mira a Ethan, quien está fumando y los chicos tomando, las chicas que están alrededor de ellos.

—Eh, creo que si—digo, recuerdo lo que me hace sentir, hormonas al mil.

—Bien, porque vamos a bailar ¿vienes?—se levanta. Yo niego con cabeza, Stella camina hacia los chicos.

—¡A bailar!—Grita y subiéndole a la música más de lo que estaba. 

Matew me mira y me sonríe, para luego seguir bailando con la teñida muy pegada, me alegro por él realmente, Marcus por otro lado está tocando las caderas de Stella mientras está se mueve sobre él, Lucas se está besando con la pelinegra y Julian y la castaña no los veo y por último Este Ethan sentando en una silla fumando. Maldito sexy. 

Él me mira, y da una calada a su cigarro.

Meredith, lleva puesto un bikini de color negro, que le hacen resaltar sus curvas, nadie le toma atención, ya que cada uno esta metido en sus asuntos, ella me mira y sonríe, nota que Marcus está muy pegado con Stella y veo celos en sus ojos, está se dirige hacia donde está Ethan sentado y empieza a bailarle.

 Ethan rueda los ojos, está le susurra algo y sigue moviendo su asqueroso trasero sobre sus piernas. Ethan sonríe.

Entro a la cocina, y vaya casa.

La cocina tiene una nevera de dos puertas al igual que la mía está es más grande, hay muchas alacenas en la pared grises demasiadas, cuanta comida se podría guardar aquí.




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