Lo nuestro

11

—Ya mañana tienes que irte, volveré a mi aburrida y linda vida—Digo caminando de vuelta a casa.

—Oh, pero vamos, trata de hacer nuevos amigos—dice Mat metiéndose a la boca un par de galletas que he hemos comprado en la tienda.

—Estaré bien sin ti, obvio—me encojo de hombros—Y ¿Tylor?

—No lo sé, no lo había pensado—dice entrando a la casa— Tal vez sigamos hablando y quedemos, depende.

Mat se ira, no puede pasar su último día aquí sentado viendo pelis aunque es una buena opción, pero eso me gusta a mi no a el. 

—Y si salimos.  Vayamos a donde quieras— Propongo Mat me mira sorprendido.

—Si ¡Claro!—se levanta y se vuelve a sentar en el sofá y mira desconfiado—Prometes que no me maquillaras, otra vez,  no quiero ser tu lienzo.

—No seas tan cabron, te gusto. - El me mira expectante.- Vale, lo prometo.

—Bien, porque vamos a un club a bailar un poco—¿Un club? no, esas cosas no son lo mío.

—Mat, pero...

—Mat nada, vamos a perrear, así que ponte algo bonito o sexy o mejor yo te ayudo a vestirte vamos.

 Mat me agarra la muñeca y me dirige al cuarto

—Estúpido trapeador—espetó. Mat ignora lo que he dicho y me sienta en la cama, Rebusca en mi armario hasta encontrar un vestido azul noche de mangas largas y espalda decúbierta. Es muy lindo.

 Ni siquiera sabía que tenía ese vestido, ni siquiera se lo que tengo de ropa por así decirlo.

—Tú te pondrás esto con esto—dice tomando en sus manos unos tacones de punta baja plateados, que tampoco sabia que tenía. Debo arreglar mi armario y saber lo que tengo. Un dia encontrare a un par de ratas alli.

—Mat de ninguna manera me pondré esa puta cosa. Prefiero unos jeans y un suéter—Sonrio. Mat niega con la cabeza y chasquea con la lengua.

—Te lo pones, porque vamos a el club de mi amigo y es un club conocido, Además... ya avise.

—¿A que putas horas? si te lo acabo de decir... ¡Mat!—Mat no me deja continuar y sale de habitación. Ese trapeador ya sabia que se lo iba a proponer. Al cabo de unos treinta minutos ya íbamos en el auto, Mat le dijo a mama que me pusiera un poco de maquillaje.

 Mamá obviamente iba a aceptar ya que ella maquilla buenisimo.

Hay que aceptar le quedo el delineado Muy bien, mis mejillas están un poco mas rosadas de lo que son y bueno no se que mas me a puesto.

Mat se ve muy guay, lleva puesto un manga largas negro cuello tortuga, un pantalón estilo británico gris, si se ve muy interesante. Mat canta una canción mientras conduce.

—Ya hemos llegado—Mat aparca en unos de los estacionamientos, que dicen reservados, Este chico sabia que íbamos a salir hoy. Que bien me conoce  el hijo de puta.

Son las 10:30pm. Mat y yo salimos del auto y caminamos hasta encontrar unas puertas de cristal y una larga fila de chicas y chicos esperando su turno. Nosotros nos ponemos en otra fila opuesta, al cabo de unos cinco minutos, llegamos a unos de los hombres altos.

—Buenas noches, jóvenes, Bienvenidos a el club DIAMOND, ¿nombres?.

—Matew Linch— El hombre busca en la lista, nos pone una pulsera azul y nos abre la cinta roja que interrumpía el paso , el hombre de la izquierda nos abre las puertas cristalizadas.

 entramos por un pasillo oscuro , poco a poco se van reflejando las luces de colores brillando por todo el lugar , personas que se ven muy bien , algunas chicas y chicos bailando al ritmo de Fiebre de Bad Gyal, Otros en las barras bebiendo, algunos en una sala que esta arriba enfrente la notas apenas entras, creo que es una sala VIP y hay otra sala pero no se para que es, ya que no hay nadie y está vacía, no se ve muy bien adentro.

—¡Es increíble no crees!—Dice Mat a mi lado, Yo asiento, está admirando lo que ve.

—¿Eres tú?, ¡Matew Linch!-Dice una voz masculina, a nuestras espaldas , conozco esa voz.

Yo me giro al igual que Matew—¡Adrián!—Estos se abrazan. Ese hijo de perra.

—¡Eh, No vas a saludar!—Dice Mat mirándome con el ceño ligeramente fruncido.

—Necesito un trago!-Dicho esto me dirijo a la barra, y logro escuchar algunas preguntas de Matew, Las ignoro , y siento la ira fluir por mis venas, Está noche el puto pelirrojo de mierda va a tener un poco de su medicina.

 Me siento en una de las sillas y apoyos mis codos en la barra, un mesero se me acerca.

—¡Quiero el trago mas fuerte que tengas!—Grito los suficiente para que pueda oírme.

—Tenemos...—Le interrumpo.

—No me importa, solo quiero un trago lo suficientemente fuerte para que mi estomago se retuerza—Dicho esto, el mesero se retira y volteo mi cabeza hacia donde esta Mat, quien sigue hablando con Adrián, Adrián nota que lo estoy observando, yo le ofrezco una sonrisa coqueta, Adrián me mira las piernas cual las cruzo a propósito y levanto un poco mi vestido.

—Señorita, me puede mostrar su muñeca—Le muestro mi muñeca derecha la cual tiene la pulsera que nos han dado en la entrada, El mesero asiente—Tome—Dice el mesero, antes de ponerme enfrente un vaso Rock Glas.

 No me lo pienso ni dos veces y me bebo el alcohol de una, siento como la bebida quema mi garganta u estomago.

—Bailamos—Dice Adrián a mis espalda. Que asco de persona, me dan unas putas ganas de golpearlo, pero eso seria muy fácil, yo quiero humillarlo como lo hizo conmigo, Y recordarle que no soy la misma niña inocente con quien jugo hace dos años.

—Claro— le ofrezco una sonrisa.

—Antes... ¿está superado lo de aquella noche?—dice antes de llevarme a la pista de baile.

—Por supuesto, eso es pasado—Lo recorro con mi mirada de arriba a abajo, haciéndole creer que me gusta su asqueroso cuerpo, para luego darle una sonrisa. 

El sonríe toma mi mano y nos ponemos en el centro de la pista , yo muevo mis caderas.

El ubica sus manos en mi caderas y me apega a su cuerpo, Siento su respiración agitada, en mi cuello.

 No puedo evitar sentirme asqueada. Con solo sentir sus manos recorriendo mi cuerpo hace que quiera vomitarle en la cara. No le vendria mal.




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