¿Pero quién te pide que lo seas?
Al oír aquella frase, Azira recuerda aquel día en el que su madre le hizo la misma pregunta, él se sentía insatisfecho, preocupado y fracasado, que no era suficientemente bueno, que debía ayudar de alguna manera a las personas en necesidad o a los animales abandonados, al mundo en general. Tenía tan solo diez años y no podía dormir por la inimaginable cantidad de pensamientos que lo atormentaban. Su madre lo escuchó llorar y entró a su habitación, lo abrazó fuertemente intentando calmarlo mientras él le decía que no era suficiente, que nunca sería suficiente y ella le dijo:
'Mi amor ¿Pero quién te pide que lo seas? Solo haz lo mejor que puedas y si es con buena intención, es más que suficiente.'
—Nadie Crow, nadie me lo pide, es algo que está dentro de mí, y toda mi vida ha sido así, no puedo evitarlo.—
—Sería irónico que por tratar de ser bueno con todo el mundo, no estés siendo bueno contigo mismo.—
—¿Qué dices?—
—Que no le debes nada a nadie, si lo expulsan por molestarte es lo justo, harías lo correcto al reportarlo, él fue cruel contigo, no hay nada malo en que hagas eso, es una consecuencia de sus actos.—
—Pero...—
—Pero nada.—
—Es más que eso Crow, siento que nací con una maldita enfermedad, de tomar decisiones muy correctas, muy perfectas y a veces es doloroso, tengo miedo de hacerle mal a otros.-
—Estás muy mal, rubio, muy mal de la cabeza.—
—No, no estoy mal, todo son consecuencias, si digo algo sobre todas las personas que siempre se burlan de mí o me molestan, les pasaran cosas malas, podrían expulsarlos, sería mi culpa.—
Crow suspiró frustrado pero a la vez intentando entenderlo.
—Bueno, en realidad yo, tengo algo parecido.—
—¿Qué? ¿Tú?—
—Era como tú, pero, al revés, no digo que buscará hacer el mal, pero, siempre sentía que la felicidad de las personas me enfadaba, o que debía detenerla, era todo lo contrario a ti, tú haces todo a costa de que nada arruine la felicidad de las personas, pero yo buscaba arruinarla...—
—¿Qué? ¿Por qué? Eso no tiene sentido, tú me preguntaste si estaba bien, eso no es malo...—
—Es que aprendí a controlar eso hace un tiempo, sentía esa culpa que tú sientes, en mi caso era extraño, quería hacer daño, mucho daño, como si hubiera nacido con eso, pero en mi interior sentía que yo no era malo realmente, me odiaba por querer ser así...—
—¿Y como lo cambiaste?—
—Entrené mis pensamientos, comencé a pensar que mejor era ser justo, hay personas que no merecen felicidad, que hicieron cosas malas, y si alguna vez hago el mal, lo enfoco en ellos, eso es ser justo. Los buenos no deben sufrir y los malos no deben hacer cosas malas, porque sí, se puede hacer el mal, si es para hacer bien al mismo tiempo...—
—No lo entiendo, hacer el mal está mal y punto.—
Azira siempre había sido firme en aquel pensamiento, los castigos no son parte de su mente, castigar a los malos no es correcto, no para él, si una persona es mala, él practica el perdón, la armonía del entendimiento, pero nunca el castigo, por otro lado, Crow, opina diferente.
—No lo creo, si el mal existe, debería ser un arma para derrotar al mismo mal, no tendría sentido hacer el mal a personas que nunca han hecho nada malo, lo justo sería usar el mal para acabar con el mal.— dice Crow, Azira comienza a sentirse muy incómodo al oír sus opiniones, no dice nada, pero su rostro lo delata.
—Solo digo que castigar a las personas malas por hacer el mal, no es bueno.—
—Lo ves de esa manera, porque tú eres demasiado bueno, en cambio, yo soy justo...—
—Pero...—
—Debes aprender a hacer justicia con tus habilidades...—
—¿Qué habilidades? ¿De qué hablas?—
—A ver Azira ¿No creerás que Brandon cayó por las escaleras mágicamente o sí?.—
—¡¿Qué estás diciendo?!—
—Habilidades.— dijo cantando las palabras mientras movía los dedos en el aire.
—No sé de qué hablas Crow, realmente creo que deberías ir a ver a un especialista.—
Crow comienza a reír fuerte por varios segundos, pero luego ve el rostro de Azira notando que hablaba en serio.
—¿Ah lo dices en serio?—
—Sí, no puedo creer que te divierta ver a Brandon caer por las escaleras.—
—No solo me divierte, yo lo hice.—
Azira lo mira con el rostro de confusión e intriga más extraño que Crow había visto en su vida.
—Tú me asustas.— dice Azira alejándose de Crow, pensando que es un fanático de las historias de magia y hechiceros y que se está burlando de él de alguna manera, ya tiene suficiente con los chicos que siempre están molestando como para que orto más se una al club. Crow lo sigue, pero Azira acelera el paso.
—¿Qué? ¡Arrrrrg! Escúchame Azira, yo lo hice, sé que yo no lo empujé, pero hice que tropezara, no es lo mismo.—
—No se puede hacer eso, ¿Qué estás diciendo? Ni siquiera lo tocaste, estabas a mi lado.—
—Si se puede, yo tengo 'Habilidades'.—
—No es verdad.—
—Es verdad.—
—Que no lo es, ¡No tiene sentido!—
—¡Que sí lo es!—