Crow lo sigue por el pasillo y Azira camina más rápido intentando alejarse de él.
—Deja de seguirme, me pones muy nervioso.—
—Pensaba buscarte esta semana y hablar contigo sobre eso, pero cuando me despertaste en el teatro con tu llanto, creo que fue simplemente el destino.—
—Crow.— Azira se detiene en seco —... yo no sé, no hice lo que piensas que hice, no sé qué fue lo que pasó con las alarmas, pero estás asustándome.—
—Sí, tú lo hiciste, tenemos las mismas habilidades, solo que tú aún no sabes controlarlo, porque no sabes cómo lo estás haciendo.—
—Crow, tengo que irme, nada de esto tiene sentido...—
Azira salió corriendo rápidamente y Crow se quedó en el pasillo de pie, exhalo frustrado.
Azira no pudo dormir durante toda la noche pensando en muchas ocasiones donde había ocurrido algo similar, trataba de no pensar en eso, pero recordaba cada vez más, se repetía que eran solo coincidencias, que no era posible.
Al siguiente día en la escuela, Azira iba caminando por el pasillo cuando ve pasar a Brandon con el brazo venado, se siente mal, y piensa; 'A lo mejor, si es real eso de que tengo habilidades, puedo curarlo, o hacer que no sienta dolor', y cuando está intentando hacerlo forzando algo que no sabe cómo se hace, aparece Crow detrás de él.
—Sé lo que estás intentando hacer.— le dice cantando las palabras - No lo hagas, ¿Acaso no es lo justo? ¿Para qué me preocupo? Ni siquiera sabes como hacerlo.—
—¡Me asustaste!—
—Me preguntaba si quisieras salir conmigo después de la escuela, podríamos ir al parque, St. Jane, ya sabes, para hablar de las 'habilidades'.— dice Crow haciendo comillas con los dedos.
—Tú y yo no tenemos nada de que hablar, además no existen esas habilidades, lo de las alarmas fue, una coincidencia y ya.—
—Sí, claro, claaaaaro, entonces ¿No me crees?—
—No, para nada.—
—Entonces me vas a negar, que estabas intentando ayudar Brandon.—
—Ahhh ¡Tú eres...! ¡Eres...!—
Crow lo miraba con una sonrisa esperando a ver que se le ocurría decir a Azira
—Anda, dime, ¿Qué soy?—
—¡Eres...! ¡Desesperante!—
—Ja, jaja, jajaja.— se burla de él.
—¡De acuerdo! A lo mejor sí te creo un poco.—
—Ja, lo sabía.— la sonrisa victoriosa de Crow puso nervioso a Azira.
—No pude dormir recordando muchas cosas que pasaron, en las que quizá sin querer ayudé a algunas personas.—
—Entonces querías hacerlo, lo pensabas y sucedía, debes aprender a controlarlo, hacer que pase exactamente lo que quieres, en el momento que quieres. Podría ser peligroso si no lo controlas.—
—¿Por qué dices eso?—
—Imagina pensar en algo, lo que sea, pero no quieres que suceda, y termina sucediendo, no creo que sea algo bueno.—
—Bueno, yo no pienso en cosas malas.—
—Yo sí, por eso es peligroso.—
—Pero no creo que lo sea para mí, yo solo quiero hacer el bien.—
—Es que aún no entiendes que el bien puede hacer el mal.—
—No tiene sentido.—
—Lo tiene, imagina hacer algo bueno por otra persona, algo que esa persona no quiere.—
—Le haría feliz, es algo bueno.—
—Pero ¿Y si no lo quiere?—
—Pues, ¿Por qué no querría?—
—Porque a veces no se trata del bien o el mal, sino del equilibrio entre ambos.—
—Tú y yo somos muy diferentes Crow.—
—Lo sé, y no entiendo por qué tenemos estas 'habilidades' solo nosotros dos, al menos hasta encontrar a alguien más que las tenga, debes aprender a controlarlas.—
—Ni siquiera sé cómo debo comenzar.—
—Yo te ayudaré.—
Azira lo mira dudando si aceptar esa salida, ambos son tan diferentes, contrastan como la Ying y el Yang, y siempre que Azira estaba cerca de alguien que le parecía muy distinto a él, tenía miedo.
—¿Aceptas?— preguntó Crow con tono relajado.
—Bueno, acepto.—
✱✸✱
Mientras tanto, en alguna otra parte.
Un ser sintió felicidad en su pecho, una felicidad que apareció de pronto, como un remolino de sensaciones que surge sin previo aviso indicando que algo importante había pasado, lo sintió en su interior. Llevaba años esperando que ocurriera y finalmente estaba sucediendo.
—¡Por fin!— dijo emocionado con la mano, en el pecho, inundado de muchas sensaciones, se acomodó el chaleco, su sonrisa era inmensa y pensando en el acontecimiento, comenzó a recordar su pasado.
Poco a poco su sonrisa se convirtió en una expresión de melancolía entre toda la nostalgia de sus memorias.
—Si yo lo sentí, tú también, y si yo pensé en ti, sé que tú también lo estás haciendo.-
✱✸✱
Azira y Crow habían acordado en encontrarse en el parque St. Jane después de la escuela.
Cuando Azira llega al lugar se detiene observando a todas las personas que caminan rápidamente, distraídos y ensimismados en sus rutinas diarias, avanza buscando a Crow con la mirada. Lo visualiza sentado en una banca frente al agua, se le acerca nervioso, con mucho miedo de sentirse muy poco interesante al estar cerca de alguien como él.