—Simplemente, no me sentí bien.—
—Oh, mi amor, no me digas que te dejaron plantado...—
—¿Qué? ¡No! Mamá...—
—Ven adentro.—
Los padres de Azira no son padres perfectos, pero tampoco son malos padres, es como si hubieran sido diseñados específicamente para ser padres 'estereotípicamente normales', le dan todo el amor, cariño y comprensión que un padre puede dar, lo entienden, pero también le enseñan cuando las cosas no están yendo muy bien y necesita palabras sabias.
En la cocina él se recuesta levemente en la pared mirando a su madre que le está preparando algo.
—¿Me contarás qué paso, amor?.—
—No pasó nada, quedé en encontrarme con un amigo y luego no me sentí muy bien, pero me acompañó a casa, así que no te preocupes...—
—¿Un amigo?— dijo ella sorprendida, pero se da cuenta de que eso no sería tomado bien por él.
—¿Por qué te sorprende que haga un amigo...?— se siente mal.
—Perdona amor, es que... yo sé que no ha sido fácil para ti, es solo que me alegra que te acompañara a casa y... bueno, cuéntame ¿Cómo se llama?—
—Su nombre es Crow.—
—¿Crow? Que bonito nombre y... ¿Cómo lo conociste?—
Claramente, no le va a decir que se conocieron cuando estaba llorando en el teatro luego de que Brandon lo estuviera molestando y mucho menos le va a decir que Crow le está enseñando a usar habilidades que ni siquiera entiende por qué existen.
—Bueno, ya sabes... en la escuela.—
—Tu padre estará contento de saber que tienes un nuevo amigo, después de lo que pasó con Brandon...—
—Por favor, no hables de Brandon.—
La incomodidad se hizo notoria en su rostro, no simplemente por recordar el bullying que ahora afronta y oculta, sino porque Brandon, en el pasado, había sido su mejor amigo, ese que iba a su casa y que conocía a sus padres, ese que estaba todo el tiempo con él durante el refrigerio y estudiaban juntos. Así era, hasta que se dejó llevar por la competitividad y comenzó a odiarlo.
En fin, sus padres solo saben la historia con el nombre de 'Dejaron de hablarse'.
Su madre le entrega un recipiente con frutas cortadas en cuadrados, un Azira muy triste se sienta en el sillón a comer despacio pensando en Crow, y en esa extraña sensación que lo rodeó cuando el pelirrojo había reparado la ventana ropa de su intento de usar sus habilidades al romperla con esa botella, pensar en eso le hace sonreír involuntariamente.
Horas después, cuando Azira está concentrado estudiando en su habitación, su padre llega a casa como de costumbre, en esa hora del día, cuando el sol se está ocultando. Al escuchar la puerta sale a recibirlo, los encuentra a ambos conversando en el sofá.
—¿Qué tal el día?— le pregunta su padre, él le sonríe dispuesto a responderle 'Bien, estaba estudiando, como siempre...'
—Bien, yo...—
—Tu madre dice que tienes un nuevo amigo ¿Es verdad eso?—
—¿Q...? ¿Qué?...—
—Deberías invitarlo a almorzar con nosotros, el sábado...—
—Pe... pero...—
Azira se comienza a sentir incómodo e idea alguna forma de no tener que invitar a Crow a almorzar con ellos, no porque sus padres sean extraños o porque no quiera que los conozca, sino simplemente por el hecho de que estar cerca de Crow es algo que de por sí ya le hace sentir increíblemente nervioso, que fuera a su casa sería mucho peor para él.
—No sé si sea buena idea...—
—¿Por qué?—
—Yo... Eh, no sé si a lo mejor tiene algo que hacer ese día o...—
—Pero ¿Le preguntarás al menos? ¿Verdad?—
No puede decir que no, después de todo, su padre se lo está pidiendo y si le dice que no le preguntará, eso estaría mal. Azira no hace 'cosas malas' por lo tanto, lo invitará.
—Está... está bien, yo, se lo preguntaré...—
Durante la noche Azira no logra dormir por más que lo intenta, da vueltas infinitas veces en la cama, pero en todos los intentos termina mirando al techo frustrado y suspirando.
Tiene miedo de que Crow hable del tema de las 'habilidades', o que sus padres mencionen algo que lo haga sentir incómodo frente a Crow. Por otro lado, siente que ni siquiera debió haber mencionado a Crow cuando habló con su madre, ya que ni siquiera tiene la confianza suficiente con el cómo para invitarlo a su casa, todo le preocupa, y mucho.
A la mañana siguiente, cuando está en la entrada de la escuela, lo ve a lo lejos recostado en una banca de la entrada y está dispuesto a acercársele, pero cuando da el primer paso frena en seco, y es que aún no sabe cómo decirle sobre la invitación sin que suene ridículo.
''Mis padres quieren conocerte''
Como si de una pareja se tratara.
''Mis... padres te invitan a almorzar...''
No, es demasiado formal.
''Me preguntaba si quisieras venir a almorzar a mi casa''
Mejor, pero, aún es extraño.
Se acerca y estando a pocos pasos se acomoda el cabello algo nervioso, abraza los libros que lleva en el pecho y se aclara la garganta estando frente a él tratando de adivinar si está despierto, dormido o muerto. Por las gafas oscuras que lleva el pelirrojo siempre tiene que estar adivinando.
—¿Crow?-
—¿Quién es?—
—Soy Azira... espera, ¿En serio lo preguntas para no tener que abrir los ojos?—