Mientras Crow camina por el pasillo hacia al baño durante hora de clases escucha una voz que le resulta conocida.
'¡¿Me oíste Fell?! ¡Dirás que esto fue un accidente! Yo nunca estuve aquí.'
¿Fell? Le basta con escuchar el apellido de su amigo para apresurarse en entrar al baño lo más rápido que puede, pero antes de lograr entrar, ve a Brandon intentando salir. ¿Qué hizo? ¿De qué huye?
Crow lo sabe, simplemente sabe lo que está pasando, con el simple hecho de verlo de regreso, lo sabe y siente miedo, pero también mucha rabia.
— ¿A dónde crees que vas? — le dice empujándolo hacia adentro y cierra la puerta.
A pasos apresurados busca lo que sabe que va a encontrar, se quita las gafas y respira profundo antes de dar el primer paso. Siente su corazón romperse al ver a Azira en el suelo, con sangre en el rostro, lágrimas y una expresión de dolor que le quiebra el alma, se le acerca rápidamente y le da la mano ayudándole a ponerse de pie.
— ¡Demonios! ¿Qué te hizo? Yo... Yo... ¡Lo voy a matar! —
Brandon intenta huir, pero Crow hace uso de sus habilidades para que la puerta no se abriera. Está lleno de rabia, no soporta ver a su amigo de esa manera y se le acerca a Brandon totalmente furioso, lo empuja con todas sus fuerzas y el bully choca contra la pared, sintiendo el mismo dolor que le había hecho sentir a Azira cuando lo atacaba de esa forma.
El pelirrojo levanta el puño, furioso, triste, incluso se siente culpable.
— ¡No! ¡Crow no lo hagas! ¡No vale la pena! — la voz de Azira lo detiene.
— ¡Mira cómo te dejó! — le grita en respuesta.
— No vale la pena, por favor, no quiero que te metas en problemas... —
— ¡Mira lo que hiciste! ¡Idiota! — grita a Brandon mientras le señala a Azira, que intenta lavarse la sangre de la ceja para poder abrir el ojo, le duele mucho todo al igual que todo el rostro.
— ¡¿Por qué tienes que meterte?! ¡¿Tú quien demonios eres!? — Brandon furioso empuja a Crow, este usa su fuerza para no dejar que el empuje le haga caer, se encamina con la furia en la mirada, dispuesto a golpearlo.
— ¡Crow! ¡Por favor! ¡No lo hagas! — se detiene, su puño tiembla de rabia contenida, se acerca a su amigo mientras Brandon no sabe qué decir, sabe que se metió en un problema que no tiene solución, sabe que esta vez no hay marcha atrás, ya arruinó todo.
— Tienes mucha suerte de que Azira te defienda a pesar de todo... — dice Crow enfadado, Azira lo sujeta fuermente del brazo para que no se acerque a Brandon, el rubio no quiere que su amigo se meta en un lío por culpa del bully, o por querer protegerlo, tiene miedo de que por su culpa Crow termine expulsado.
— No me digas que Azira ya te convirtió en un maric... — Brandon no terminó la oración porque el puño de Crow chocó contra su rostro dejándolo atontado, se había soltado del agarre de Azira del enfado que sintió al escuchar esas palabras repugnantes salir de la boca del bully.
El pelirrojo chasquea los dedos y abre la puerta, al primer alumno que ve pasar por el pasillo le pide que avise a dirección sobre el asunto, no le importa meterse en problemas, solo quiere proteger a Azira, a toda costa.
Brandon sigue adolorido y Azira todavía no logra que su ceja deje de sangrar para cuando llega la directora junto a dos maestros más y los tres terminan en dirección. Crow se ofrece en ayudar a la maestra que está limpiando las heridas a Azira, quien no dice nada, pero su rostro delata su tristeza, y le limpia la sangre despacio mientras aprovecha en mirarlo de cerca.
Azira siente el corazón destruido, derrotado y triste, pues ese día sus padres sí estaban en casa y si habían contestado a la llamada de la escuela, así que están de camino, al igual que los padres de Brandon.
Mientras Crow sostiene un algodón en la ceja de Azira, ve llegar a sus padres, siente como el rubio se pone tenso y traga saliva de la ansiedad que le genera toda la situación.
— ¡Amor! ¿Qué fue lo que pasó? ¿Quién fue? — su madre se ve muy preocupada, triste y hasta enojada de verlo así — Crow dime, ¿Quién hizo esto? — se dirige al pelirrojo quien primero mira a Azira y luego respira profundo.
— Brandon... —
— ¿Qué? — la mujer se queda atónita, se cubre los labios en sorpresa, mira a todos lados incrédula, es simplemente algo que nunca imaginó, aquel ex amigo de su hijo, que conocía su casa, que los conocía a ellos.
El padre entra también al lugar y le da un abrazo a su hijo, quien no dice nada y solo se ve afligido. Ambos padres entran a la oficina de la directora dónde están Brandon con sus padres mientras Azira y Crow esperan afuera.
— Gracias por ayudarme. —
— Sabes que no tienes que agradecerme. —
— Si tengo ¡Si tengo!, te vas a meter en un problema por mi culpa. —
— No me importa Azira, ya te lo he dicho antes, yo hago las cosas que me parecen justas, y correctas, no iba a permitir que dijera esas estupideces... —
— Espero que no te expulsen, todo es mi culpa, espero tus padres no tengan que enterarse de esto, lo siento mucho, yo... — Crow lo calla atrayéndolo hacia él y abrazándolo fuertemente hundiendo el rostro del rubio entre su cuello y su hombro, acaricia su cabello mientras este llora silenciosamente en brazos de su amigo.
— No te preocupes por nada, aquí tú eres la víctima de lo que pasó, solo preocúpate por ti, en cuidarte a ti... ¿Okay? —