Locus amoenus

El primer viaje

No era algo normal lo que ocurría, pero se le podía sacar provecho, al fin y al cabo, no todo pueden viajar a donde quieran y cuando quieran en un breve instante, ¿no?

Dejadme que me presente. Soy Marc Lage y soy un viajero. Puedo viajar a cualquier lugar en un instante. Todo empezó hace unos meses, estaba acostado en mi cama y sonó el móvil. Serían las 11 de la noche y tenía mucho sueño. Obviamente, cualquiera se extrañaría de que su móvil sonara a esa hora, bueno excepto cuando los amigos te dan por culo a esa hora mandándote memes.

En fin, a lo que iba. Sonó mi móvil y de repente vi una aplicación que nunca instalé. ¿Cómo llegó ahí? Ni puñetera idea, pero tampoco me importaba mucho. Era una especie de Google maps raro, como no. La abrí y, aun extrañado, quise ver que era. Puse un destino cualquiera, bueno en realidad puse Florencia. ¿Qué queréis que os diga? Siempre quise viajar allí, entre otros lugares. Después le di al botón que ponía ir y, ¡oh sorpresa! No pasó nada. Ni siquiera había otras opciones para darle. No se qué esperaba la verdad, pero por algún motivo resultó decepcionante. Dejé el móvil en la mesilla y me fui a dormir.

Al abrir los ojos me encontraba en otro lugar muy distinto a mi cama, y tenía el móvil en el bolsillo, y lo más raro de todo, estaba vestido, sin mi pijama. Parecía ser el sueño más vívido y lúcido que he tenido nunca. A veces solía tener sueños lúcidos, pero no llegaba hasta este punto. Para quien no lo sepa un sueño lúcido es un sueño consciente. Tu sueñas, pero sabes que es un sueño y puedes interactuar con él. Sin embargo, hay veces que puede llegar a ser demasiado realista.

Miré alrededor, y me acerqué a unos de los carteles de madera. Podía tocarlo, que sorpresa. Este y todos los carteles estaban en italiano, y el paisaje se parecía mucho al de la Toscana. Y claro, por lo que pude oír, todo el mundo hablaba italiano. Nunca adivinaríais dónde había ido a parar. Exacto a Florencia.

Miré el móvil, la aplicación rara que descargó sola seguía ahí, y la localización marcaba la que puse antes de dormir, Florencia. Bueno no creo que hubiera dudas ya. No me lo podía creer. Aunque después de detenerme un momento a pensar deduje que no era raro si era un sueño, por muy realista que fuese. Después de todo no es extraño soñar con algo relacionado a algún evento reciente después de todo. Pero aun así me seguía intrigando que pasase, sobre todo después de que se instalase esa aplicación tan rara en mi móvil.

Decidí ya que estaba en un buen sueño, o al menos eso me parecía, explorar y hacer turismo. Lo malo es que no podía comunicarme muy bien en italiano, pues, aunque podía entender un poco el escrito, no sabía hablarlo en absoluto.

Entré a una tienda que había cerca de donde aparecí, por curiosidad. Era bastante bonita, y parecía ser de antigüedades y figuras de segunda mano. Me encapriché de una pequeña figurilla de un duendecillo. Pero no llevaba dinero encima. Me rebusqué por todos los bolsillos, nada de nada. Decidí dejarlo estar. No tenía sentido preocuparse por eso. Total, tampoco lo iba a tener realmente, era un suelo después de todo. Raro, pero un sueño.

Seguí con mi visita turística para aprovechar el tiempo. Pude ver la fachada renacentista de la Catedral de Santa María del Fiore. No quise perdérmelo, así que entré. La verdad, era maravillosa. Seguí mi camino y subí al Piazzale Michelangelo. Pude ver toda la ciudad desde allí, era una vista panorámica increíble. Además, podías dar un agradable paseo por el Jardín de las Rosas. Supongo que realmente idealizaba algunos lugares y eso se reflejaba mientras dormía. Visité también la playa a las orillas del Arno. Al ser principios de junio había bastante gente disfrutando del lugar.

Al cabo de un rato, mientras caminaba sonó el móvil y me desperté. Miré el reloj, ya era por la mañana, concretamente las ocho. Me disgusté por haber salido tan bruscamente del sueño que estaba teniendo. Incluso me sentía agitado. Miré de nuevo el móvil, la aplicación seguía abierta y marcando la localización de Florencia. Bueno, supongo que como la mayoría de aplicaciones si no cambias tu la ubicación, el dispositivo no lo hace solo, y más si no estás en dicha ubicación.

Me levanté de la cama estirándome. Realmente no me apetecía, quería volver a dormir y perderme en otro sueño. Pero no había mas remedio, las cosas no se iban a hacer solas. Me vestí y fui a clase. Ah claro, no lo he dicho, pero tengo 17 años y estoy estudiando segundo de bachiller. Aun no se que hacer con mi vida, salvo meterme a la universidad. Pero bueno algo es algo, supongo.  Tampoco se qué carrera elegir, ya llegará ese momento. Ahora mi preocupación es terminar el estudio actual y bueno, saber que ha pasado con esa aplicación.

Tras las clases, jugar con el ordenador y estudiar terminó el día, haciéndose la hora de dormir. Afortunadamente era viernes y podía estar más tranquilo al día siguiente. Obviamente, no hablé con nadie al respecto de la app. Primero que me tratarían como un loco y segundo, necesitaba recabar más información antes de decir cualquier cosa. Es posible que alguien supiera algo, o quizá no. Ante la duda mejor ir con cuidado.

Me metí en la cama dispuesto a dormir, pero tuve una corazonada, por llamarlo de alguna manera, y metí en mi pijama algo de dinero. ¿Quién sabe?, quizás me haga falta. La ubicación no la había cambiado, seguía marcando Florencia. Cerré los ojos y me puse a dormir. Estaba algo ansioso y no conseguí dormirme enseguida, tarde un rato. Pero al final lo conseguí.



#861 en Ciencia ficción
#1815 en Joven Adulto

En el texto hay: viajes, ciencia ficcion, sueño

Editado: 13.12.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.