Los Demonios Mentales (libro 1)

Capítulo 50

Capítulo 50

"San Francisco"

Estaba armando mis maletas con la mente en blanco.

Era solo una semana...

Pero es que nunca había estado fuera de mi casa ni por un día. Y por una semana... que significaba siete días, era una locura realmente agobiante.

Todo había cambiado.

Todo estaba siendo bastante diferente.

Nunca pensaría que me iba a ir a los dieciséis años a San Francisco, para cantar canciones... había sido hace poco que había lanzado mi EP con las cinco canciones y creo que el video también se había lanzado hace poco...

Larry me dijo que el festival "Hollywood" tiene en cuenta trabajos de artistas nuevos que recién se ingresan en la industria musical, además de llamar a los que ya tienen experiencia.

No podía plantearme que yo antes no era nada... solo un chico básico, que vivía en Houston y ahora estaría en un festival conocido que sería grabado por cámaras profesionales, subido a Youtube, y donde estarían artistas con experiencia.

Larry me había dicho que tenía muchos puntos por formar parte en The Sun y porque muchas personas habían reaccionado ante mi trabajo. Habían sido críticas positivas y yo no tenía ni idea de que estaba diciendo la gente de mí.

Yo solo quería mostrar mi trabajo, mis letras y ahora estaba teniendo la oportunidad de hacerlo y me estaba muriendo de miedo.

Era común sentir terror en los primeros momentos, pero quería cambiar de mirada... porque la que tenía era muy negativa, necesitaba algo diferente, algo que no altere tanto mi cabeza.

Tenía miedo al fracaso.

Larry me había dicho que piense lo que voy a ser y lo había pensado perfectamente... tenía que estar seguro de lo que realmente quería era cantar, de eso estoy seguro.

Era un sueño que me lo plantee desde pequeño, y si no lo llegaba a cumplir caería en un pozo negro el cual sería muy difícil salir.

Mordí mi labio y empaqué las últimas cosas que llevaría al viaje a San Francisco. Esa era la única parte emocionante ir de viaje a un lugar tan bonito para visitar. Todos decían que tenía sus encantos ese lugar.

Mi otro yo estaba entusiasmado por conocer nuevos lugares, pero otro estaba acobardado por la situación a la que iba allí...

Que no solo era a pasear y a comprar lindas cosas... si no que tenía que cantar frente a miles de personas y esta vez eran miles no menos de cien personas como antes.

Sentí que mi estómago se revolvió y dejé de empacar las cosas. Me senté en la cama, suspiré y toqué mi frente para poder relajarme un poco.

— ¿Pasa algo?

Vi a Melody en la puerta de mi habitación, arrimada.

—No...

—Yo creo que si...

Ella dio dos pasos y ya estaba sentada en mi cama, a mi lado, mientras miraba mi cepillo de dientes en la cama y algunas prendas dobladas y guardadas en la maleta.

—Mama, esta algo preocupada...

—Yo también.

— Yannick.

—Estoy asustado, hermana.

La miré y se me nublo la vista creo que tenía ganas de llorar y aunque tenía que estar contento había siempre algo que no me dejaba llegar a la felicidad extrema...

¿Qué era?

¿Mis ocho demonios? , ¿Mis caprichos? , ¿Mi mente, era yo el problema?

—Eso es algo normal... —Contestó mi hermana.

—Estoy demasiado asustado... no sé qué hacer.

—Tu solo tienes que pensar en lo positivo ¿Si?

Metí mi cepillo de dientes y guardé lo que faltaba. Luego logré cerrar la maleta y tomar mi abrigo para poder estar preparado para cuando el auto de Larry se aparezca por primera vez en casa y no en la esquina de mi casa como solia hacer hace unas semanas atrás.

— ¿Qué es lo positivo?

— ¡Vas a conocer una ciudad hermosa!

—Bueno, si...

Sonreí por las ocurrencias de mi hermana, ella sabía que yo amaba conocer lugares nuevos, aunque mucho no conocíamos en estos últimos años, pero de solo pensar la idea era algo que me apasionaba entonces trataba de calmarme con eso.

—Bueno no solo vas a conocer una ciudad, sino un hermoso festival...

—Eso es lo que me asusta...

—No te tiene que asustar...

— ¿Cómo no va a hacerlo?

—Asústate todo lo que quieras... pero piensa en ti.

Yo nunca pensaba en mi de una manera buena siempre pensaba que "era un bueno para nada", y todas esas pequeñas cosas que las tenía que ir cambiando de a poco.

Era una tarea difícil, como el aceptar lo que estaba ocurriendo ahora mismo.

Empacando para irme de viaje sin mí familia... con Larry y personas que son partes de un sello discográfico, el cual me gané por mi canal de youtube y por ir a los bares a tocar todas las noches... era una recompensa buena, pero no sabía cómo usarla.

Al principio creí que era demasiado para mi... Luego creí que era justo para lo que me había esforzado...

Y ahora no logro entender como llegué a esto...

Llegué a una teoría: en la vida, todo puede cambiar tan solo un segundo, o un maldito minuto de tu vida normal, como las cosas pueden dar un giro de ciento ochenta grados y cambiarte todo. Para bien o para mal, es tan increíble.

— ¿Pensar en mí?

Necesitaba que siga hablando para obtener algún consejo bueno, que me haga reflexionar.

—Claro, pensar que tú vas por un propósito... ¿O no?

—Para cumplir un sueño... ¿No?

—Sí, Yannick... tu sueño desde pequeño.

Me acuerdo cuando tenía unos diez años de edad, pasaban los videos musicales de mis artistas favoritos y yo hacía que eran ellos y hacia como si estuviera en un concierto y los imitaba. El micrófono era el control remoto de la televisión y estaba toda la tarde, cantando mis canciones favoritas... esa era la diversión mía.

—Lo sé...

—Sé que es algo difícil... —Dijo Melody con una pequeña risita —Estar parado frente a miles de personas y los nervios que a veces te juegan en contra pero... tú vas a poder, si es lo que más quieres, vas a poder...

—Gracias...



#258 en Joven Adulto
#437 en Thriller
#153 en Suspenso

En el texto hay: depresion, drama, juvenil adulto

Editado: 16.11.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.