Los encuentros son el inicio de las despedidas

Capítulo 4 La ventisca da comienzo

¡Andy resultó ser una persona increíble! no sólo por lo extremadamente divertido que es estar con ella, sino que también estoy impresionado por el corazón tan bondadoso que posee. El estar su lado me hace sentir protegido por alguna razón, ya sé que puede ser a que me ha salvado de dos altercados y ese tipo de experiencias generan un lazo entre las personas, al menos así lo creo. Puedo estar satisfecho con mis impresiones dado que últimamente he comenzado a tratar más con ella debido a que estamos organizando el programa de navidad para “mis niñas del sol”, como les dice alegremente a las chicas de la casa hogar; hoy nos reunimos para comprar algunos materiales para la decoración y alimentos (que se convierten en galletas y bombones) para construir el escenario que será, básicamente, el patio de recreos, siendo este el lugar más amplio y por ello, indicado.

Para esta empresa me he propuesto rentar una tarima, pero las decoraciones serán hechas a mano por todos, así que en la lista hay mucho papel de colores y brillo, así como esferas de unicel, pinturas, pinceles, brillantina y guirnaldas, sí que vinimos al centro y anotamos todo en una lista para no olvidar nada.

- ¡Hola Gabriel! deja de soñar despierto-me llamo Andy entre risas- Apróntate que necesitamos pasar a varias papelerías porque en algunas salen más caros los materiales, pero también hay varias cosas que sólo se pueden conseguir en ellas. Déjame sacar la lista, creo que la primera parada será para buscar las esferas de unicel y ya comprobé la medida perfecta; también traje los patrones para hacer copos de nieve, luces, moños y otras figuras con foamy así que necesitamos del que tiene brillo, en varios colores. También vamos a comprar pegamento y…
- Realmente estás comprometida con esto. Si te soy honesto, cuando comenzaste los preparativos creí que irías a lo fácil o lo dejarías a la mitad, pero verte realmente apasionada para levantar el telón y hacer que las niñas se involucren, es algo realmente admirable.
- ¿Qué dices? Si este apenas es el comienzo, además, me encanta estar con ellas, es lo menos que se merecen, pero también debo decir que tú tienes un gran corazón al dedicarles tanto pese a que estás ocupado con tu trabajo y tendrás otras cosas que atender.
- Bueno, mi madre siempre me enseño la belleza de ayudar a otros, hacerlos sonreír y compartir de las bondades que nos otorga la vida.

- Y es una enseña muy valiosa. Ojalá hubiera conocido a mis padres, puede que también me empeñe tanto en estar con mis niñas del sol porque no crecí con mis padres, así que siempre deseaba tener momentos de alegría donde pudiera vivir las mismas fiestas y sentimientos que se crean entre las familias.
- Lamento saber eso, por lo visto, las puedes entender más que yo. -El silencio se hizo un momento mientras entrabamos en la tienda y buscábamos lo necesario; no sabía qué decir ante tales palabras, la verdad es que nunca he podido llevar bien este tipo de conversación porque no me gusta recordarle a la gente eventos que le pueden resultar dolorosos. En ese momento me quede absorto con las palabras de Andy cuando, un evento inesperado turbo la tarde tan agradable que tenía.
- ¿Gabriel? ¿Tú aquí?
- ¡Paty, qué sorpresa! -en ese momento me dio un ataque de gusto y llegué a abrazar fuerte a la hermosa mujer que pronto será mi esposa, pero cuando traté de darle un beso, se apartó de mí.
- ¿Qué estás haciendo aquí con una mujer? -me interrogó de forma inquisitiva.
-Ella es Andy, la chica que me salvó la vida, ven, quiero que la conozcas también. - inocente y alegremente iba a tomar su mano para conducirla cuando la apartó súbitamente.
-Entonces es común que salgas con ella porque te salvó la vida ¿no?
- ¿A qué viene ese tono de sarcasmo y recriminación? Vine con ella a comprar materiales porque me está apoyando a realizar un evento de navidad en la casa hogar, se supone que te lo conté hace una semana, pero por lo que veo, no me prestas atención o lo olvidaste.
-No voltees el tema, porque no sabía que se frecuentaban tan a menudo.
-Lo sabrías si alguna vez accedieras a venir conmigo y apoyar un poco, sabes que esas niñas y Martha, son como de mi familia. Familia que, por cierto, ya noté que no está entre las invitaciones a la boda.
-A ver, deja de recriminarme cuando el tema del que hablamos es otro. No me has respondido ¿por qué sigues frecuentando a esa mujer? Vienes con ella de compras, pero no vas conmigo a seleccionar el tema de la boda. No es posible que aún no estemos casados y tú transitas despreocupadamente por la ciudad con otra ¿acaso no piensas en mí o es para matar tu aburrimiento?

Para estos momentos me estaba comenzando a arder el estómago con la furia que comenzó a evocarse con sus últimas palabras. No es posible, hablé claramente con ella sobre la labor que estoy realizando con Martha y las niñas, le comenté que me había encontrado con Andy ya trabajando allí e incluso la invité a participar y se negó; han sido numerosas las ocasiones en que trato de hacerla venir a los eventos que organizamos o a pasar una tarde con ellas, pero sólo una vez recibí una respuesta positiva y no fue el día más agradable para todos. Pasaban tantas cosas por mi cabeza, que al darme cuenta estaba hiriendo mi mano a consecuencia del puño que hice de forma instintiva para contenerme de interpretar alguna defensa ante la avalancha de reclamos en que intentaba sepultarme Paty, sin embargo, en un lugar público y con algunas personas comenzando a mirar, me limité a responder con seriedad:
-Tenemos muchas cosas de qué hablar, pero este no es el momento, nos veremos en casa y entonces lo abordaremos. Este no es el lugar.
-Ya lo creo que no, así que será mejor que nos retiremos. -Al instante siguiente me esquivo y se aproximo a Andy, que se encontraba ya al fondo de la tienda, seleccionado foamy´s verdes y dorados cuando Patricia la llamo para presentarse con mano extendida y una de sus mejores sonrisas fingidas.
-Hola, muy buenas tardes, soy Patricia Menéndez, la prometida de Gabriel. Quiero agradecerte desde el fondo de mi corazón por salvar la vida de mi esposo. Incluso me cuenta que tuvo la fortuna de que estuvieras cerca de él en dos ocasiones, evitando así grandes infortunios. También me habla sobre tu gran corazón y
definitivamente se distingue lo mucho que te admira.




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