Los secretos de un millonario

Capitulo 13

Pero muy a su pesar, le intrigaba esa mujer. Al entrar a la cocina, le había sorprendido de verdad descubrir que tenía la suficientes  agallas como para haber regresado a la casa después de como la había echado.  Tenía que reconocer  que tenía mucho valor.  Y tampoco le agradaba tener que admitir que era aún más atractiva de lo que había parecido en un principio. Tenía una belleza clásica. Se había cambiado de rropa. Llevaba puestos unos vaqueros y una sencilla camiseta.

El atuendo no tenía nada de especial, pero resaltaba sus curvas, ya se había fijado en su trasero respingado y en sus firmes pechos. Se había recogido su larga melena en una cola de caballo, aunque algunos mechones se habían escapado y enmarcaban  si rostro. La sofisticada secretaria se había convertido en una joven con una imagen tan sana y natural como sexy, una imagen que había conseguido una respuesta puramente masculina de su cuerpo.

_¿Que trato es el que le ofrece? _le pregunto de mala gana.

Sophie sintio que había conseguido una pequeña victoria, pero prefirió no mostrar satisfacción.

_Si me permite quedarme en la casa mientras trato de convencerlo cocinare  para usted _le dijo ella sonriendo_. Y, no debería  alardear, pero soy muy buena cocinera.

_Tengo que advertirle que es una pérdida de tiempo, señorita Ashdown. No tengo ninguna intención de ser un títere en las manos de Christos Giatrakos. 

_Todo lo que pido es que me escuche. Además Christos  me ha pedido que me quede unos días para ordenar cierta documentación que su padre guarda aquí.

Se tomó el silencio de Nicolo como una rendición.

_Me podría mostrar mi dormitorio, porfavor ? _le pregunto fingiendo más tranquilidad de la que  sentía_. Y, ya que vamos a convivir juntos unos días, será mejor que nos tuteemos. Me puedes llamas Sophie. Nunca había conocido  a una mujer tan decidida a salirse con la suya. Por alguna razón que no llegaba a entender, se le fue la vista a la boca de Sophie. Sus labios parecían suaves, jugosos y muy tentadores. No pudo evitar imaginarse como setia aplastar esa boca contra la de el y besarla hasta que entendiera  por fin quien mandaba en esa casa.

Pero prefería no pensar en esas cosas. Después de todo, no tenía ningún interés en la secretaria personal de Christos Giatrakos,  le parecía una mujer molesta, impertinente y demasiado segura de si misma. Sabía que podía echarla de su casa, pero también estaba seguro de que ella encontraría la manera de entrar. Ya le había demostrado que era sorprendentemente ingeniosa. Molesto apretó la mandíbula.  Se dio cuenta de que iva a tener que soportar su precensia durante un par de días. Esperaba que se fuera por donde vivo en cuanto captara  el mensaje de que no iva a cambiar de opinión sobre la Junta de accionistas. 

_Puede usar la habitación  que hay al final  del pasillo, en el segundo piso _le dijo el bruscamente_. Tiene buena vistas.

_Gracias _Murmuró Sophie casi sin aliento.

Se había dado cuenta de que Nicolo la había mirado de arriba abajo para centrarse después en sus pechos y llevaba  un par de minutos tratando de controlar los latidos de su corazón. Esperaba que no hubiera notado como se le habían  eendurecido los pezones.

Era muy consciente  de la potente masculinidad  que emanaba de ese hombre y no sabía que hacer con la sutil tensión sexual que empezaba a notar entre ellos dos. Lo ultimo que necesitaba era sentirse atraída por Nicolo Chatsfield.



#9334 en Joven Adulto

En el texto hay: amor, lujuria , enojo

Editado: 25.01.2020

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