Lovath

Les gusta el modelo pero… ¿no quieren ser su mujer?

Bertline.

La voz de Bon Jovi invade toda mi alcoba, gruño porque eso significa que alguien me está llamando. Me levanto de mi cama aun mareado, siento que mi cabeza va a explotar.

Nunca más vuelvo a beber de esa manera.

¡Ja! A otro perro con ese hueso

Busco mi móvil porque sinceramente no sé donde lo deje, giro sobre mi propio eje intentando descifrar de donde viene el sonido, visualizo mi chaqueta y me acerco.

—Más vale que sea importante. —digo con mi voz aún ronca.

—Esto es increíble, son las cuatro de la tarde y tú sigues durmiendo. ¿Cuándo vas a entender que tienes responsabilidades? —dice la horrible voz de mi hermano gemelo.

—Eren, si llamaste para darme sermones no estoy de humor. ¿Qué quieres?

—Marius va a ir por ti, tenemos una reunión dentro de 30 minutos con todos los diseñadores y debemos establecer el lugar donde se hará el desfile.

—Y yo que tengo que ver con eso, se supone que tú eres el exitoso empresario yo solo soy un modelo más, además aún faltan meses para tu dichoso desfile.

—No empieces con tus niñerías, te quiero aquí en la empresa en 30 minutos, no hagas que mi paciencia se agote.

—Mira como tiemblo.

—Imbécil no puedo mirarte, 30 minutos. —cuelga la llamada.

Lanzó el móvil a mi cama y luego me dejó caer yo también, me quedo unos segundos mirando el techo pensando como hubiese sido mi vida si mamá no hubiera muerto después de que mi hermano y yo nacimos.

Tengo una larga trayectoria como modelo, he pisado tantas pasarelas como nadie se imagina, he viajado casi por todo el mundo, he hecho todo lo que he querido, he bebido hasta decir basta, he salido con todas las chicas que he querido, mi familia tiene una buena posición económica, tengo dinero para esta y tres vidas más, gracias a mi trabajo. Sin embargo, sigo sintiéndome vacío y solo.

¿Qué se supone que haces cuando ya has hecho todo lo que has querido en esta vida?

—Alexa play my favorire song.

—Alright, playing your liked and most played song.

«And To Those I Love, Thanks For Sticking Around». Empieza a sonar en toda la alcoba y me dirijo al baño para tomar una ducha antes de que llegue Marius.

Me quedo unos minutos bajo el agua imaginando varios escenarios junto a mamá y al pesado de Eren, daría todo mi dinero por un abrazo de ella pero como dijo mi abuela antes de morir.

«El dinero no lo es todo, no podemos comprar las cosas más importantes de la vida tampoco nos vuelve inmortales y puede traerte muchos problemas, te puede cegar incluso llegas a perder la cabeza por él, te cambia drásticamente y si no cambias significa que no tienes suficiente dinero».

Mi abuela fue una mujer noble junto con el abuelo, mi abuelo se enamoró de ella desde el primer día que la vio.

Siempre nos cuenta su historia aún con el brillo en los ojos, dice que ellos tienen un contrato eterno y en cada vida siempre se van a encontrar.

Supongo que es algo que jamás me pasará por el simple hecho de ser un modelo cotizado, a lo único que puedo aspirar es a chicas que se involucran con mis amigos para de esa manera acercarse a mí, o a chicas que me utilizan para de esa manera tener una oportunidad de ser conocidas y por último chicas que solo me utilizan para inflar sus egos.

La vida es una completa ironía.

Salgo de la ducha, tomo mi móvil para contestar algunos mensajes de mis redes sociales y veo que tengo más de 15 llamadas perdidas, todas de Eren, lo ignoro.

Termino de responder varios mensajes, me levanto de la cama dejando el móvil en la mesita de noche y voy en busca de ropa.

La eterna tortura de todos los días, ¡NO SÉ QUÉ PONERME!, estoy harto de toda la ropa, me aburre, si fuera por mi salidera solo en bóxer y ya.

Se supone que eres modelo ¿no?

Me recrimina mi conciencia, soy modelo y por la misma razón estoy cansado de siempre tener que salir arreglado, aunque a veces parezca que voy desaliñado no es así, siempre debo estar presentable ya que los paparazzi jamás descansan.

Me decido por un jean con cortes en las rodillas, un hoodie de color negro, unos sneakers de la última colección de Eren, me visto a la velocidad de un rayo.

Nuevamente la voz de Bon Jovi invade mi alcoba y a este paso creo que lo terminaré odiando.

—Señor, ya estoy aquí. —me informa Marius.

—Lo de señor te lo regalo, me haces sentir como un viejo decrépito. —bromeo.

—Como diga señ… perdón. —se disculpa.

—Bajo en este momento. —digo colgando la llamada.

Me aplico perfume y mi móvil nuevamente suena, doy un golpe a la pared, como vuelva a ser Eren no me voy a contener y se me va a olvidar quien es.

—Voy a patear tu brillante culo y créeme pedirás no haber tenido un gemelo.



#21696 en Novela romántica
#5397 en Thriller
#2132 en Suspenso

En el texto hay: misterio, novela juvenil, romance

Editado: 27.09.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.