Capítulo 1

POV: Samay 

Me encontraba adolorida por los golpes, tendida en el suelo junto a mis compañeros de combate. El monstruo golpeaba sin cesar haciendo que retrocediera hacia atrás, tratando de escapar de sus golpes. Algunos del equipo ya estaban fuera del combate, solo quedáramos Adam Shui y yo.

Adam Shui se posiciona lanzando unas de sus flechas, lo que hace que hace que el monstruo se distraiga un poco, yo corro hacia él y le lanzó un ataque a su horrenda cara, lo que hace enfurecer más. Retrocediendo junto mi espalda con la de andan.

—¡Samsamay, cuidado! —me gritó adam shui.

—Adam Shui, yo lo detendré —le digo con una sonrisa —tu atacalo como siempre.

Doy un salto y comienzo a atacar, el monstruo da un golpe al suelo sacando de ahí una piedra enorme, la alavense de un lado a otro golpeándome con ella. Salgo volando hasta un rió cercano, dando un salto me subo al puente enfrente. Adam Shui lo sigue atacando desde atrás, no parece rendirse.

Mis manos se mueven con tal rapidez sobres las cuatro teclas que dan de utilidad para los movimientos del juego, le lanzó golpe tras golpe, desbloqueo el mayor ataque mi espada se enciende en fuego infernal, haciéndome dar un salto y clavársela en el cráneo al enemigo del nivel, mientras Adam Shui se encuentra tirándole flechas desde atrás.

Felicitaciones a superado el nivel, aparece en la parte superior de mi pantalla, sonrío emocionada, el nivel ha estado muy difícil casi pierdo una de mis vida. Los chicos que perdieron una vida en el jugo comienzan a escribir por el chat, felicitándonos por tan buena jugada

Entro al chat personal de Adam Shui, ya que al inicio me dijo que desea hablar conmigo.

—¿De qué querías hablar, Adam Shui?¿hay algún monstruo a derrotar? —le pregunto, espero un momento a que su respuesta llegue, pero se tarda más de lo normal.

—Samsamay, nos casamos en el juego hace más de medio año. ¿no es incomodo que aun me llames Adam Shui? —me escribe

—¿No seria mas incomodo que te llamara adam? —le escribo, no entiendo por que su duda.

—Samay, vas a alguna Universidad de los ángeles, ¿no? —pregunta, mis dedos de bloquean sobre el teclado —yo tambien voy a una de los ángeles ¿nos encontramos? Te llevare a comer, conozco unos restaurantes muy buenos —terminó de escribir

—No, gracias —le respondo —Divirtámonos en el juego

—Hoy en día, se dice que no sabemos quién está del otro lado de la pantalla, solo quiero conocerte —escribe —quiero saber como eres ¿Me enviaras una foto?

Mi computadora se apaga en ese momento, me levanto a chequear que ha pasado, al ver que todo está conectado le doy vuelta a mi computadora.

—Samay, no hay nadie. ¡apúrate, apúrate! —me dice mi mejor amiga —¿qué pasó? ¿por que se cortó la electricidad?

—Salto el fusible —le digo

Ella exclama —Estaba cocinando fideos, ¿Y saltó el fusible? —se asusta —¿Nos meteremos en problemas?

—Oye antes de cocinar, calcula la corriente eléctrica. —le digo

—¡Por favor! —exclama —Estudio informática, no ingeniería eléctrica ¿y ahora qué? Los fideos están crudos aún —dice mientras mueve las piernas desesperada.

—¿Qué crees? ¡Dame la mitad! —le digo terminando de unir los cables, las luces se prenden a los segundos —¡LISTO! —exclamó

—¡Buen trabajo! —grita mientras corre al baño a terminar los fideos —A las chicas del departamento de informática, nos cuesta conseguir un chico, ya que nos la solucionamos nosotras solas, ¿para que necesitamos un hombre? —escucho decir a Erxi.

—Primero, yo arregle el problema, pero eso no tiene nada que ver con tu soltería. —le digo mientras camino hacia ella —segundo, un amigo me pidió una foto, y de repente me desconecte. —continuo debe pensar que lo estoy evitando. ¿Cómo compensarás el daño que le hiciste a mi reputación?

—¿Tu esposo de Internet es Adam Shui? —cuestiono —¡Bien Samay!

—Detente —le reclamó —¿Cómo sabes todo esto? ¿Me espiaste otra vez?

—Los detalles no importan —me dice —¿Le enviaras una foto de ti?

—Claro que no, solo nos casamos en el juego por una cruzada —le digo —es extraño mandarle fotos, pero también está mal desconectarse así. Al menos debería tener una excusa, como que se me rompió la computadora y se borraron las fotos. —hablo mientras trato de encender la computadora —¡No puede ser! —exclamó mientras le doy vuelta.

—¿Se rompio la computadora?¿Se borraron las fotos? —Bromea mirándome con disimulo.

—¡Me diste mala suerte! —Exclamó mientras la apuntó con el dedo —¿Como puede ser?

Erxi se aleja lentamente en la silla mientras me mira con carita de cachorro.

—Samay, olvide decirte, ayer tome tu computadora prestada y se me cayó por accidente. —me levanté lo más rápido posible para caerle atrás

—¿A donde crees que vas? —le pregunto —¡vuelve aqui! ¡vuelve!

—¡Lo siento! ¡Perdón! —grito

—¿Qué pasó? Explicame —exclame

—¡Lo siento! —grito a mi dirección.