Madre por contrato

Capítulo 7

Después de la cena, Alicia le dio un baño a Apolo, lo recostó en su cama y le leyó un cuento. Pero, a pesar de haber hecho eso, el niño continuaba con bastante energía y parecía no tener ni una pizca de sueño

--Vamos Apolo -la joven se recostó a un lado de él- Es hora de dormir, mañana tienes que despertarte temprano para ir al jardín de niños

Alicia acarició con suavidad el cabello del menor intentando lograr que conciliara el sueño, pero fue inútil

--¿Cuándo me ayudarás a componer mi canción? -pregunto levantandose de la cama- El show de talentos es el jueves

--No te angusties, te ayudaré a componer tu canción mañana por la tarde, después de que hagas tus deberes -le prometió- Ahora, por favor ya duerme

--Cuéntame otro cuento -pidió haciendo que ella cerrará los ojos y suspirara agotada

--¿Otro?, pero si ya te conté uno

--Pero no es suficiente -insistió

Ella no pudo resistirse así que acepto. Tomo un poco de aire y se aclaró la garganta. Alicia estaba a punto de contarle a Apolo la única historia que hacía que sus hermanos menores pudieran dormir y relajarse. Una historia la cual ella misma inventó. Mientras la narraba, intentaba que su voz no se quebrara y que sus lágrimas no salieran. No podía evitar pensar en sus hermanitos

Elliot los veía desde la puerta algo extrañado.  Escuchar la historia que le estaba contando su empleada a su hijo lo hacía regresar al día en el que Savannah murió.

Ese día en el hospital había una chica la cual, por una razón desconocida, sostenía a su hijo y le contaba ese mismo cuento para calmar su llanto

Fue la primera persona (a excepción de la enfermera) en cargar a Apolo

Alicia se quedó en silencio cuando noto que Apolo ya estaba profundamente dormido. Se levantó de su lado, apago la luz y salió de la habitación

--¿Qué está haciendo? -le pregunto al verlo

--Vine a verte -contesto haciéndola fruncir el ceño

--¿A mí?, ¿por qué?

--Toma esto -le entrego la identificación- La necesitarás mañana para recoger a mi hijo de la escuela

--Gracias -contempló la foto- Es la misma foto que...

--Si -la interrumpió- Es la misma que les tome. Se ven bien -dijo haciéndola sonreír

--¿Cuál será mi habitación? -cambio de tema

--Es esa -la señaló

--Bien, creo ir me iré a dormir ahora -empezó a caminar y a alejarse de Elliot

--Espera -la detuvo

--¿Qué sucede? -se giró para verlo

--Ese cuento, el que le contaste a mi hijo, ¿de dónde es?, ¿quién es su autor?

--Yo soy la autora, yo lo hice para mis hermanos -contestó

--Eso quiere decir que... ¿Solo tú lo conoces?

--Así es, ¿por qué lo pregunta?

Elliot se quedó tan pensativo que se le olvidó por completo que Alicia estaba parada frente él esperando una respuesta

--Descansa -fue lo único que le dijo y bajo las escaleras

Alicia se mostró confundida, sin embargo, únicamente se dio media vuelta y entró a su habitación. Puso su maleta sobre la cama, la abrió y comenzó a desempacar. El closet era gigantesco, su ropa no lo iba a llenar por completo. Después de poner un poco de orden, entró al baño, se quitó la ropa, se metió a la bañera y después abrió la llave del agua. Su cuerpo tembló al sentir lo fría que estaba, al parecer no había agua caliente. De inmediato salió y se cubrió el cuerpo con una bata

El día había sido demasiado agotador para ella, así que en cuento se recostó en la cama, se quedó profundamente dormida

A la mañana siguiente, Elliot se puso de pie, eran apenas las 6:20 am y él ya estaba listo para comenzar su día. Lo primero que hizo fue ir a la cocina, tomo dos tazas y preparo café. Una vez listo, subió las escaleras y se dirigió hacia la habitación de Alicia

Toco la puerta, pero al no obtener respuesta, entró. Ella seguía dormida. Elliot se giró asustado cuando se percató que la joven únicamente tenía una bata cubriendo su cuerpo, no tenía ropa puesta

Alicia abrió los ojos un poco y logró ver como Elliot le daba la espalda

--¿Qué hace aquí? -se levantó asustada

--Tranquila -intento hacer que se relajara- Vine a traerte un café -la miro de reojo

--¿Un café? -cuestiono- ¿Por qué?

--Las mañana son mejores si te tomas uno -explicó

--Entiendo -camino hacia él y tomo una de las tazas que traía Elliot en la mano

--Espera...-quiso detenerla, pero fue demasiado tarde

La chica hizo una mueca de desagrado cuando el café tocó su lengua, era tan amargo que pasárselo fue complicado

--¿Por qué es tan amargo? -le pregunto limpiandose los labios, Elliot sonrió al mismo tiempo que emitía una leve risa

--Es que ese era mi café -le retiró la taza de las manos y le entrego la que le correspondía- Este es el tuyo

Alicia lo probó, era mucho mejor que el anterior

--Hoy es la primera vez que Apolo será llevado a la escuela por alguien que no sea yo -comentó el hombre- Es extraño

--Prometo que cuidaré bien de él

--Ya lo sé -le mostró una sonrisa débil- Eres muy capaz. Pero aun así, quiero estar seguro de su bienestar. Por eso hoy, antes de irme al trabajo, los llevaré personalmente al jardín

--Bien -le sonrio

Alicia miro el reloj, era hora de despertar al niño

--Enseguida vuelvo -aviso

Entró al baño, se visitó con rapidez y luego se dirigió hacia la habitación del pequeño.




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