Hanna
Estaba corriendo tan rápido como podía no quería llegar tarde y tampoco quería hacer esperar a Emma en la cafetería donde siempre nos encontrábamos, no sabía qué horas eran ni sabía cuantos minutos habían pasado pero vi la cafetería que estaba cerca y también vi una persona con el cabello marrón claro que estaba esperando, era Emma, me detuve cuando estuve frente a ella.
Hanna: Lo siento por haber llegado tarde.
Le dije mientras me agachaba y respiraba bocanadas de aire
Emma: Solo por esta vez te perdono pero no vuelvas a llegar tarde otro día ¿ok?
Hanna: De acuerdo.
Emma: ¿Porque llegaste tarde?
Hanna: Creo que ya sabes la repuesta.
Le digo mientras me levanto para verla, llevaba el pelo suelto pero como tenía un mechón detrás de una oreja y en la forma que yo la veía, se veía tierna traía una blusa de color rosa pastel y unos Jeans de un color celeste claro, en las dos muñecas tenía una o dos pulseras puestas y la mochila estilo maletín que traía era de un color café mientras que la mía era de color negro.
Emma: No me digas ¿otra pesadilla?
Hanna: Si, fue otra pesadilla.
Emma: Tu mamá dijo que las pesadillas se te quitarían pronto pero ¿porque entonces no se van?
Hanna: Eso se lo pregunte a mi mamá pero dijo que no sabe.
Estábamos hablando sobre la pesadilla que tuve y mis anteriores pesadillas que había tenido meses antes, mientras hablábamos caminamos hacia la cafetería para tomarnos un café antes de las clases, cuando entramos dentro del lugar nos sentamos en una mesa que estaba vacía para seguir conversando, pero justo en ese momento apareció una camarera que nos preguntó cuál era nuestro pedido y como ya nos conocían en ese lugar pedimos lo mismo que nos daban siempre.
Emma: Dejando a un lado el tema sobre tus pesadillas, déjame ver tus nuevos dibujos, porfa.
Me dijo y estiro sus brazos hacia delante y con la expresión en su cara de “me podrías dar eso por favor”, por lo que solté una pequeña risita de mi parte.
Hanna: Ok te los voy dar.
Después de decirle eso abrí mi maletín, buscaba entre mis cosas mi cuaderno de bocetos donde había hecho los dibujos nuevos que le dije a Emma, cuando por fin los encontré se los di a Emma y ella con gusto agarro mi cuaderno de bocetos donde habían varios dibujos nuevos.
Camarera: Aquí están sus pedidos.
Nos dijo y nos entregó el capuchino que Emma siempre pedía y el café que a mí me encantaba tomar, le dijimos las gracias a la camarera que se fue rápidamente para atender otros pedidos.
Emma: Enserio no sé cómo logras dibujar así.
Vi como Emma después de decirme eso cogía su capuchino y lo tomaba así que hice lo mismo que ella, agarre mi café le di un pequeño soplo para después tomarlo, deje mi café en la mesa para ver como Emma seguía viendo los dibujos.
Emma: Hanna ¿Por qué este dibujo se parece mucho a tu colllar?
Después de que Emma me pregunto eso yo mire el dibujo que me enseñaba y en realidad si tenía un gran parecido a mi collar.
El collar que yo tenía me lo había dado mi mamá cuando yo era pequeña, apenas tenía unos 4 o 5 años cuando me lo dio después de ese nunca me lo volví a quitar ya que me hizo que le prometa que nunca me lo quitaría, decía que me protegería siempre y que nadie me haría daño si no me lo quitaba, pensé que mejor era dejar de lado todo lo que estaba sucediendo para tranquilizarme porque de verdad ya me estaba poniendo nerviosa.
Hanna: Emma creo que será mejor que dejemos esto de lado, además ya hay que irnos porque de seguro ya es tarde ¡tenemos que apurarnos si no queremos llegar tarde a la universidad!
Después de lo que le dije ella miro su reloj que tenía puesto en su muñeca derecha, pero cuando me volvió a ver me vio con cara asustada.
Emma: ¡¡YA SON LAS 9:56!!
Después del tremendo grito que dio las dos nos paramos de un salto y después de terminar nuestras bebidas y dejar el cambio salimos corriendo de ahí rápidamente hacia la universidad. Era necesario apresurarnos porque a menos que queramos una queja de llegar tarde nos podíamos quedar mucho más tiempo fuera de la universidad, pero como no queríamos llegar tarde era mejor apresurarnos.