Hanna
Estaba corriendo lo más rápido que podía ya que
Emma me estaba esperando, estaba tan feliz ya que
hoy estaba cumpliendo mis 19 años ósea ya tenía la
mayoría de edad, me encantaba que por fin ya tuviera
la mayoría de edad ya que por fin iba a demostrarle a
mamá que ya podía cuidarme sola y que ella ya me
podía ver como toda una mujer porque la mayor parte
de mi infancia casi siempre me mantenía en mi cuarto
encerrada, como si fuera “rapunzel” o me mantenía
en la casa de Max el cual era muy amable conmigo,
pero eso había sido antes ahora era yo quien hacia mi
vida, de ahora en adelante, cuando ya había llegado a
la cafetería respire como siempre bocanadas de aire
para así poder levantar mi vista y ver a Emma
alzándome una mano y gritándome para avisarme
donde estaba ella.
Emma: ¡HANNA, ESTOY AQUÍ!
Fui caminando hasta donde estaba ella para por fin
sentarme después de tanto correr.
Hanna: Hola Emma, ¿cómo estás?
Emma: Además de saber que hoy cumples ya tus 19
años, todo va de maravilla.
Hanna: Por cierto, ¿Qué horas son?
Emma: Son las… 8:14 de la mañana.
Hanna: Bueno pues estamos a tiempo para poder ir a la
universidad.
Emma: Verdad, teníamos que hablar sobre que ibas a
hacer para tu cumpleaños.
Hanna: En realidad, tú me ibas a hablar sobre lo que
tenías pensado para celebrar mi cumpleaños, ya que
por el teléfono me dijiste que tenías muchas ideas.
Emma: En realidad las estuve pensando toda la noche,
ya que ni siquiera me dejaron dormir.
Hanna: Bueno, pues dilas porque al igual que tú estoy
tan ansiosa por lo de mi cumpleaños.
Después de decirle eso ella empezó a decirme todas las
ideas que tenía en mente además que también
habíamos pedido las bebidas que siempre tomábamos
las dos, luego de haber pedido las bebidas empecé a
escuchar las ideas que tenia Emma en mente para
celebrar mi cumple, no sabía cuál de todas elegir para
mi cumpleaños pero de pronto sentí un escalofrío
recorrer toda mi espalda por lo que me di vuelta
rápidamente para ver que era y fue cuando volví a ver
al hombre que nos había seguido ayer a Emma y a mí,
su mirada estaba puesta sobre mí como si me estuviera
vigilando.
“Okey, creo que me estoy volviendo loca” pienso
mientras sigo viendo al hombre pero lo que no me
había dado cuenta es que Emma me estaba llamando
para que voltee a verla.
Emma: ¿Hanna?… ¿Hanna?… ¡HANNA!
Después de escuchar como Emma me grito me voltee
para poder verla.
Emma: ¿Hanna, estas bien?
Hanna: Si, estoy bien… pero… vez a… ese hombre
que me está mirando.
Le pregunto, esperando que ella lo haiga visto
también, veo como ella voltea para poder mirar detrás
mío pero ella me vuelve a mirar con una expresión de
que “yo estaba loca” en su cara.
Emma: Hanna… no hay nadie mirándote.
Después de escuchar que Emma dice eso, yo quede
sorprendida porque yo sabía que había alguien que me
estaba mirando por detrás así que sin más que decir
me volteo para señalarle quien era la persona que me
estaba observando pero cuando me volteo para volver
a verlo ya no estaba, había desaparecido.
Hanna: Pero… estaba ahí.
No podía creerlo, ese hombre se había esfumado, no
sabía cómo había desaparecido tan rápido, yo estaba
en paralizada acaso yo me había vuelto loca o que
estaba pasando.
Emma: Tal vez te confundiste de persona o puede que
hayas visto a una persona imaginaria.
Hanna: Creo que ya me estoy volviendo loca.
Emma: Tranquila, todo está bien, no tienes que
preocuparte por nada.
Hanna: Bueno, lo que tú digas.
Después de decir eso tome el capuchino que había
pedido hace rato al igual que vi como Emma también
tomaba un poco de su café para luego seguirme
contando las ideas que tenía en mente pero
había una rara sensación que me daba un poco de
miedo como si me sintiera observada por alguien no
sabia porque pero lo que si sabía es que alguien me
estaba vigilando.