Hanna
Damián Johns… entonces ese era el nombre de mi padre, en serio que no sabía qué hacer en estos momentos, había visto por primera vez en una foto real a mi padre y ahora sabía su nombre, aunque había algo que no entendía, si él era mi padre, ¿Por qué estaba causando todo esto?, esa era una duda que quería resolverla de una u otra manera.
Hanna: Quiero saber más…
Max: ¿Estas segura?
Hanna: Si…
Fue lo único que le afirme, unos segundos después todo era un silencio inmenso hasta que Max se dirigió a la puerta de la habitación.
Max: Sígueme…
Fue lo único que dijo para luego abrirla y dejar que yo sea la primera en salir, por lo que únicamente yo me encamine para afuera, luego de que Max me indico a donde ir yo solamente me dedicaba a seguirlo, luego de algunos minutos me dijo que me llevaría a un lugar por lo que ahora estábamos otra vez en su camioneta, me dijo que mi madre y los demás estaban bastante preocupados y que se alegrarían al volver a verme.
Max: ¿Y dónde está Emma?, ella nunca se separa de ti y ahora es raro que no esté contigo.
Hanna: Pues…
Ahora que lo mencionaba Max, me estaba dando cuenta de mucha cosas, en primer lugar, había dejado a los chicos en la tienda del señor Bernard y en segundo lugar había dejado sola a Emma con Jessica.
Max: ¿Y?..
Hanna: Digamos que nos separamos durante… unos minutos, jeje…
Max: ¡¿Dejaste sola a Emma?!
Hanna: No la deje sola, ella… está con unas personas…
Trate de evitar el tema de los demás, puede que los haya conocido hace tan solo unas horas pero aun así no quería meter a nadie más en problemas, ya no.
Max: Bueno, tendremos que buscarla, al lugar a donde vamos nos tomara poco tiempo así que veré como rastrear a Emma.
Hanna: De acuerdo
Unos minutos después habíamos llegado a un lugar bastante grande, una casa que desde afuera se notaba que era lujosa.
Hanna: ¿Que hacemos aquí?
Max: Veremos a alguien que puede darte de nuevo tus recuerdos.
Hanna: ¿En serio?
Max: Si
Me dijo con una sonrisa, aunque lo que dijo me hizo tener unos recuerdos de lo que había sucedido hace unas horas, el hecho de ser perseguida nuevamente por una criatura gigantesca y horripilante no estaba en mi planes pero si en realidad podía darme realmente mis recuerdos, no había razón de porque no intentarlo.
Max toco la puerta, a lo que un hombre de unos 68 o más años nos abrió.
James: Ah, señor Rider, es un gusto volver a verlo.
Max: También es un gusto volver a verte, James.
James: ¿Desea que le avise al señor de su presencia o prefiere?…
Aquel hombre se quedó estático cuando me vio, como si estuviera viendo un fantasma.
James: Cielo santo, ¿ella es?...
Max solo se limitó a asentir con la cabeza, parecía que el hombre me hubiera visto de algún lugar aunque yo no lo recordaba.
James: Mi señor, tiene visitas.
Menciono mientras dejaba que nosotros pasemos, el interior de la casa era espectacular, era muy lujosa y bastante hermosa.
Jordan: Si es por el pago del alquiler, solo dile que en unas semanas pronto tendrá todo el dinero que quiera.
Al voltear me di cuenta de que un hombre bajaba bastante molesto, era mucho más joven que el que nos había abierto la puerta y parecía entre la edad de Max.
Cuando por fin bajo se dio cuenta de nuestra presencia por lo que actuó normal.
…: Vaya, hola de nuevo, Max y tu amiga es…
Dijo en tono curioso.
Max: ¿En serio no te acuerdas de la niña que siempre robaba tus chocolates?
Escuche que Max le pregunto al hombre en un tono bastante sarcástico y molesto.
…: ¿Entonces ella es?..
Max: Creo que es mejor que tú te presentes, Hanna.
Max me miro intentando hacer que yo obedezca a lo que dijo, cosa que al final logro aunque claro, yo eche un suspiro al saber que si o si tendría que hacerlo.
Hanna: Hanna Cooper, un gusto.
James: ¡Entonces era verdad, lo que decían los demás era verdad!
Observe que aquel señor parecía emocionado aunque yo no sabía de qué estaba hablando.
…: James, por favor, ¿podrías preparar la sala?
James: Claro, mi señor.
Aquel señor simplemente se encamino a un lugar hasta ahora desconocido de la casa para mí, mientras que volvía mi vista a donde estában Max y el que parecía ser el dueño de la casa.
…: Vaya, pero que malos modales los que tengo, permítanme presentarme.
Dijo para después hacer una reverencia un tanto elegante.
Jordan: Me llamo Jordan Gregory Henderson Reagan, un gusto volver a verte mi querida, Hanna.
“¿Volver a verme?, ¿A qué se refería?” fue lo único que pensé al escucharlo, sabía que puede que yo lo haya conocido pero no tenía aquellos recuerdos, según Max, este hombre podría ayudarme.
Hanna: Es un gusto también, Jordan.
Le di la mano, extrañada, aunque se sentía familiar, como si el darle la mano fuera una costumbre que recién estaba recordando.
Jordan: Bueno, que esperamos.
Dijo emocionado, parecía que le agradaban este tipo de cosas, bueno, ya había visto suficiente por un día así que ya nada me estaba sorprendiendo tanto como antes.
Al entrar a la sala casi sentía que me desmayaba, varias pinturas hermosas decoraban las paredes, mientras que los colores de la pared eran bastante brillantes, incluso ahora que era de noche parecía que por dentro de esta casa siempre era iluminación y luz.