Todo el curso al principio estaba mirando al profesor. El profesor comenzó a dividir los grupos, en uno de los grupos quedo Marie y sus dos amigas y tomas, y sus dos amigos quedaron con otras dos chicas. Aunque Marie quería que sus dos amigos quedaran también, al menos sus dos amigas más cercanas estaban en su grupo. Cada grupo se iba por su lado, hoy les tocaba hacer unas prácticas con el doctor, así estarían todo el día y haciendo muchos anotes para al final el profesor les dejaría algunas cosas para investigar en la casa.
Estaba en un descanso de 20 minutos, estaba mirando el atardecer mientras se estaba tomando un jugo de uva, estaba recostada de una pared, solo quería tranquilidad y sentirse tranquila. No quería pensar en las cosas que pasaron y que seguramente pasaran, estar sola con una vista hermosa seguramente la tranquilizara, no quiere hablar de esos temas con nadie porque sabe que aunque hay muchas personas a las cuales confiarles sus cosas nunca se sentirá lo suficientemente cómoda como para contarle esas cosas, las personas solo dicen que seguramente tendrá alguien a quien contarle ese tipo de cosas, pero todos al final solamente juzgan y eso no ayuda para nada, solo hacen sentir mal, pero que se espera de alguien que no ha vivido eso, no sabe lo que siente pasar por eso. Con un solo abrazo que le haga sentir segura y alguien que no la juzgue, se preguntara, ¿habrá alguien que sea así? Realmente no lo cree. En esos momentos llego alguien por atrás de ella y la abrazo, olía a ramen y dulces.
—Hola hermana.
—Hola hermano. ¿Qué haces aquí?
—pues pasaba a saludarte, a traerte esto. Seguro que no has comido y solo te has bebido ese jugo que tienes en la mano. ¿Estoy en lo cierto?
—Exacto, pero eso no importa, estaré bien, también compre unos tanquecitos, para comérmelos con este jugo que recién me acabo de tomar.
—De igual manera, deja eso que traje algo para que puedas comer, de hecho, traje mi comida para que podamos comer juntos. ¿Qué te parece? Así no comes sola.
—muchas gracias, hermano. Pensaba en comer sola, pero viniste de sorpresa, en la universidad como siempre con los chicos y incluso ayer que fue nuestro primer día acá comimos juntos, pero hoy quería estar sola con mis pensamientos.
—Hoy seré tu compañía.
—Me parece bien. ¿Y emili como esta?
—Ella está bien. Sabes ella fue que me trajo acá, sabes que aún no sé dónde queda cada cosa así que le dije a ella que me trajera para acá para traerte esto.
—Hermano, eres muy lindo por traerme esto, siento que nadie más haría esto, claro aparte de nuestra madre. Y que linda emili por haberte ayudado a llegar hasta acá.
—Solo quiero que puedas encontrarte bien siempre hermana. Fue muy amable de parte de nuestra hermana al traerme hasta acá.
—Gracias hermanito lo aprecio mucho.
—¿Hermanito? Yo soy mayor que tú.
—No lo creo, yo creo que soy mayor que tu jaja recuerda que te lo había dicho hace un tiempo atrás.
James se fue y dejo a Marie. Solo siguieron comiendo hasta que habían pasado los 20 minutos y solo se fue, le agradeció a su hermano con un abrazo y se fue. Estuvo todo el día muy ocupada, ha estado de un lado para otro, pero eso la emociona mucho ya que siente que está avanzando cada día más, y se siente bien porque al principio las cosas no fueron fáciles para ella, pero pudo salir de todo eso y por todo el esfuerzo que dio, hoy las cosas le están saliendo mejor que nunca porque cada vez le falta menos para graduarse. Y pensar que todos le decían que no tomara esa carrera porque no daba para eso, pero si se hubiera dejado llevar por esas personas hoy no estuviera acá en lo que realmente le gusta, se siente orgullosa de ella misma por no haberse dejado llevar por las demás personas y haber seguido haciendo lo que le gusta.
Así pasaron las horas hasta que la noche llego y Marie ya había terminado, parece que será lo mismo de ayer pensó. Hoy también parecía que iba a llover mucho, parece que así estará por esos días, pero que bueno porque el clima estaba muy caluroso ya hacia falta de que lloviera. Comiendo sus tanquecitos que había guardado hace unas horas atrás eran de mora y frambuesas, eran sus frutas favoritas aparte de la fresa y la uva, que por cierto se parecían mucho, quizás por eso le gusten mucho por igual. Mientras estaba comiendo le llego una llamada, seguramente es su madre pensó, y no estaba para nada equivocada era ella misma.
—Hola, cariño. ¿Ya saliste?
—Hola madre, si acabo de salir recién.
—Bien, pasare por ti, Espérame unos minutos ahí.
Estaba esperando a su madre, la noche estaba muy fría parecía que iba a llover, pero al final solo era mucho viento, eso le gustaba mucho, aunque más le gustaba que lloviera, pero de igual forma si hace frio está bien. Se quedo sentada esperando que su madre llegara hasta que llego. De camino no quería hablar mucho solo quería ir de camino tranquila le gustaba ir de vez en cuando así, aunque su madre era demasiado conversada, eso le recordaba mucho a su hermano que siempre hablaba mucho, pero esta vez solo se quedó en silencio cuando llegaron a la casa y se fue para su habitación y se dio un baño. Tenía muchas tareas por hacer, pero en ese momento solo quería al menos 5 minutos para ella, quería relajarse y leer un libro, era lo que la distraía de sus momentos. Distraída en sus pensamientos ahí fue donde entro emeli y james.
—Hola. Se que quizás estes ocupada en estos momentos, pero nos gustaría que nos acompañes a comprar unos libros que nuestra madre nos pidió que fuéramos a comprar dice que son cosas de magia.
—De acuerdo. Puedo sacar un tiempo y acompañar, pero aun así se me hace un poco extraño.
—A mí también, pero por algo será.
En ese momento el buzón brillo fuertemente haciendo que deslumbrara la habitación
—Qué es?
—Es algo que me regalaron hace un tiempo atrás pero que ya no uso, james.