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Capítulo 2-Ese día "Cereza"

Caminaba lentamente, pateando unas piedras del suelo mientras miraba a mi alrededor. No había nada interesante que lograra disipar mi aburrimiento.

Todos tenían sonrisas en sus bocas, sus mejillas estaban rojas de tanto reír. Cada uno tenía una madre y un padre en quien apoyarse. Todas las personas poseían algo que las hacía felices, pero yo, en cambio, no tenía nada.

Lo único que me quedaba era una vida difícil. No tenía madre, ni padre, ni siquiera hermanos o tíos. Nadie estaba a mi alrededor. Solo me tenía a mí misma.

Mi madre era conocida como "La Bruja de las Pequeñas Esferas", y todos en el vecindario le temían.

Un día, decidieron matarla porque, según ellos, solo en este vecindario ocurrían las desgracias: muertes, robos, secuestros y posesiones. La brujería era la profesión de mi madre, pero ella no le hacía mal a nadie que no lo mereciera. Ese día decidieron matarla cuando ella iba camino al mercado a comprarme mi pastelito de crema y cereza. Mi madre solo fue a comprarme un pastelito...

Cada día es un día de arrepentimiento para mí. Si tan solo no le hubiera pedido ese maldito pastel de crema y cereza cuando era joven, mi madre aún estaría aquí, abrazándome.

Recuerdo que "El Día" había amanecido con lluvia y truenos. Yo había despertado con un gran antojo de un pastel de crema y cereza. Le pedí a mi madre que me comprara uno. Mi madre cedió, ya que sabía que era mi postre favorito y que si lo pedía era porque algo malo me iba a pasar o que iba a enfermarme, y el pastel, o más bien, la magia de mi madre, lo evitaba.

Ese día, mi madre me abrazó muy fuerte y me dijo varias veces lo mucho que me quería:

—Te quiero, te amo, te adoro, princesa esfera, mi pequeña traviesa. Te amo mucho. Sabes que no tienes que abrir esta puerta mientras estoy en el mercado, ¿verdad? No lo hagas. Llegaré con tu pastelito "con crema y cereza" —Dijo, bailando.

Antes de salir, regresó, me abrazó fuerte de nuevo y me dio un beso en la frente.

Yo solo tenía cuatro años; todavía era su "linda bebé", como me decía. Me consentía mucho, y esa es la razón por la que, cuando vi que ella no regresó, sentí un vacío en mí que sigue marcado.

Esperé por mucho tiempo. Primero dos horas, el tiempo predestinado que tardaba en ir al mercado. Después, tres horas; supuse que era por el tráfico. Cinco horas; tal vez la plaza. Siete horas; había una probabilidad de que hubiera pasado por su trabajo y se hubiera olvidado del pastel, algo muy raro en ella. Nueve horas; posiblemente se quedó trabajando. Doce horas; debería haber regresado ya.

El tiempo sobrepasó las dieciséis horas, y era muy anormal que no regresara. Me sentí frustrada, porque supuse que mi madre, quien tanto me quería, me había abandonado para que viviera mi propia vida, una vida donde ella estaría con otras personas y yo sola.

Mi idea no fue lejana a lo que en realidad había ocurrido. Ya no tenía a nadie a mi lado. Mi madre me había abandonado, pero no siguiendo con vida, sino que me había dejado sola en este mundo injusto.

Aún recuerdo que eran las 4:56 a.m. No podía dormir por la angustia y mis pensamientos revueltos. Cuando casi estaba a punto de quedarme dormida, sonaron las alarmas de la ambulancia. Tuve miedo. Revisé por la ventana del segundo piso y sí, ahí estaba un cuerpo. Estaba a punto de voltearme cuando vi un pastel de crema y cereza esparcido por la calle.

Mi corazón, que palpitaba lentamente, comenzó a acelerarse. Mis pensamientos se detuvieron. Grité fuertemente y salí corriendo.

Apenas alcancé la manecilla de la puerta. Corrí directo al cuerpo. Mi madre ya no tenía ojos ni labios; solo le quedaban dos dedos de los diez que tenía. Su cuerpo estaba lleno de apuñaladas. Los paramédicos que estaban allí me dijeron que no podía acercarme, pero yo sostuve una de sus manos. Mis lágrimas se detuvieron.

Las mismas personas que le habían hecho daño eran las mismas que estaban observando, fingiendo estar sorprendidos por la situación cuando nada de eso era real; algunos incluso se reían. Después de dos minutos, toda la gente se había reunido, y fue en ese momento que los paramédicos me despegaron de mi madre y se retiraron.

No habían pasado ni ocho segundos cuando todos empezaron a reír y a gritar. Supongo que era por felicidad. Sus carcajadas eran de burla por cómo habían dejado el cuerpo de mi madre y por cómo yo había visto todo.

Aunque mis pensamientos son borrosos, recuerdo que me miraban con odio y desprecio. También recuerdo cómo una señora me habló y dijo:

—No seas una bruja estúpida como tu madre. No nos causes problemas, porque te haremos lo mismo o peor. ¡Mi hijo murió por culpa de esa vieja bruja!

Todos siguieron mencionando lo mismo: que fue culpa de los trucos de brujería que todo esto había pasado.

Nadie reportó que era huérfana. Para ellos, mi sufrimiento era estar sola.

Lo único que comía era lo poco que me había dejado mi madre o deambulaba por la ciudad en busca de algo de comer. Seguí yendo a la escuela. Para las maestras de ese mismo vecindario, no era un problema encargarse ellas mismas de los papeles y dejarme salir a la hora de la salida.

Todo a mi alrededor se acostumbró a mi estado actual. Muchas personas se sintieron mal, así que de vez en cuando me llevaban comidas enlatadas o verduras, pero nunca supe quiénes eran. De regreso a la escuela, siempre encontraba todo frente a mi puerta.

Cualquier tipo de miedo que tuve en ese entonces se desvaneció como la espuma en las aguas calmadas, porque aunque haya desaparecido en las afueras de mi cuerpo, quedó dentro de mí sin poder quitarse.

Las personas a mi alrededor me ayudaban inscribiéndome en instituciones y dejando uniformes enfrente de mi hogar.

Nunca me molesté con eso, ya que supuse que era una oportunidad para fortalecer mi futuro. Me esforzaba al máximo, mis promedios eran sobresalientes: cien puntos cerrados para cualquier materia, incluso con los puntos extra que me otorgaban, diez a quince puntos más. Mi boleta se hacía especial porque sobrepasaba los cien puntos máximos a ser otorgados.



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En el texto hay: amor celos, reecarnacion, poder prohibido

Editado: 06.12.2025

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