Capítulo 14- Trato

Mi garganta está bastante seca,sorbo un poco del espeso café de burbujas. He estado esperando que el día vaya lo más rápido posible,no tengo idea del porque estoy aquí.

—Iris.

—Nuevamente tú.—Todos los clientes que se encuentran tomando café,me miran.

—No te espantes,solo escucha.—Guarda silencio por unos minutos—.¿Recuerdas que te había dicho que podías vengarte? Si lo recuerdas déjame decirte que lo puedes hacer hoy.

Salgo del café apresurada,apretando la esfera con el puño de mi mano. Alguien me persigue,es el dueño del local. Mis pies no pueden parar,quiero correr,y no lo hago. Solo camino rápido,mi corazón se acelera como si esto fuera agradable. No miro hacia atrás,ya que no se que podría encontrarme,con quien y por qué lo haría.

Después de haber caminado por varios minutos llegó en el instituto,estoy parada enfrente en estos momentos. Esta cerrada ya todos están de vacaciones,dentro de una semana estará abierta. Pero no logro entender porque siento pulsaciones de parte de la esfera ,que me habla sobre entrar dentro del instituto. Es como si las leyes no importasen en estos momentos.

—Puedes favorecerte.—Expresa la esfera mientras ríe.

Quiero responderle pero hay gente pasando a mi alrededor y yo no puedo ir tranquilamente por ahí hablando con una esfera. Que no se si es mi propia mente jugando conmigo.

Una última pulsada me dice que entre. Y si no entro,llegará la muerte.

Me voy a la parte trasera del instituto y me salto el muro de más de dos metros que se encontraba enfrente mío. No entiendo como lo hago,pero cuando ya estoy adentro. Siento una pisca de alivio. Camino sin saber a donde me dirijo,solo sigo más instrucciones de la esfera que esta ardiendo como llamas,esta elevando su temperatura descaradamente entre más camino. Aunque quiero detenerme no logro hacerlo, es como si esto fuera una competencia ,en donde parar sería perder.

Veo pasar a la misma mujer que me había encontrado algunas semanas atrás. Es Samantha.

—Estás floreciendo,Snow.—Siento su tono de voz en mi piel,es muy áspera, casi seca.

—¿Quién er—Me interrumpe poniendo su dedo en mi boca,en un gesto de silencio.

—Deberías de saber a que has venido hasta este lugar.

—No lo se,Samantha.—Lo digo de la misma forma en la que ella lo hizo.

—Puedes llamarme Samantha,Dulay,Nadir,Christopher,Tzu o como tu lo desees. Eso no es relevante.

—¿Para qué me has llamado hasta este lugar? ¿Esto es real o falso?

—Todo lo que creas que es real,lo será. —Expresa amablemente,me da unos golpecitos en el hombro izquierdo—.Sígueme.

Caminamos juntas por los pasillos de las aulas de clases, después de haber pasado por la cancha. El hecho del que estoy aquí caminando a su lado significa que es alguien real,pero a su vez es un ser inventado por la esfera. Es como una convinacion de mundos,que se encuentran perplejos buscando algo para llenarlos. Esta vez Samantha ya no lleva su vestidos de novia,me da intriga de pregúntale sobre que fue lo de aquella vez. Y si era para lo mismo para lo que me llamaba,puede que sea solo una ilusión. Ahora me percató que Samantha ya no tiene las vendas,se sangre. Su piel es lisa,se ve que es suave,su cabello tiene un tono más claro es más como un castaño u no como un negro en sí. También logró ver que ella es más joven,entre más se camina más joven se hace. Es como si esto fuera magia.

Su ropa al igual que su edad va cambiando y eso es lo que apenas estoy logrando notar. Primero fue un vestido rojo brillante,después cambio a unos jeans,y ahora mantiene un uniforme escolar. 

En la parte de la falda de su uniforme,se mentenia con unas gotas de sangre que luego se camufla como si fuera pintura azul. Ella volteo, reafirmo mientras me veía asintiendo la cabeza. Recogió algo del suelo y me mostró su mano izquierda en donde se mantenía vacío. Nuevamente volvió a mirarme,en sus ojos podía ver miedo por una parte y terror por otra parte. Se veía de alguna forma alegre. Y por supuesto su rostro ya se notaba más joven.

—No lo se,pero tu me agradas de alguna forma. Eres una niña muy agradable.

—Si yo soy una niña siendo adolescente,tú igual lo eres. Refutó tu idea.

—Eres más interesante de lo que podría pensar. No lo se,pero cada vez que te veo siento que eres yo cuando era joven.

—Te ves joven. 

—Se que me veo joven a tus ojos,Snow. Fuiste escogida para llevar un cargo por el resto de tu vida. Ver joven a la gente que mas esta lastimada.

—Si eso fuera acierto de alguna forma,me vería joven.—Digo indignada,por lo que me ha dicho.

—Ahora puedes ver.

Su rostro ahora es pálido,de algún modo cambio. Las manchas de pintura se expandieron por todo su uniforme. Su cabello negro y lacio,en el esta escurriendo sangre.

Me estremecí en señal del terror que sentí cuando logré observar su rostro. En el aparecían cicatrices que ya estaban marcadas desde hace tiempo en ese lugar,ella solo me sonrió. La juventud le llegó hasta ser una niña pequeña,sus dos coletas la marcaban tanto,me recordaba tanto a cuando mi madre me peinaba de esa forma, a diferencia de mi. Samantha tiene el cabello castaña casi negro. Ahora su forma de vestir es peculiar,trae una ropa de policía con una arma en su bolsillo de atrás.

Entre tantas emociones,tuvo un sentimiento de ira,desesperación, por no poder hacer nada más que ver lo qué ocurría. Es ahí cuando entendí lo que antes me había dicho,se refería bien que yo podía ver a la gente que ha sido dañada. Entonces creo que la edad hasta donde lo puedo llegar a ver es donde no fue dañada,cuando aún era una persona sana.

Recorremos unos pasillos más del instituto,pareciera que estamos dando vueltas,pero no es así. Estamos solo caminando hacia arriba de los pisos para llegar a un lugar.

La veo nuevamente a ella,pero ahora es una bebé gateando entre los pasillos. Su risa puede oírse. Y ahora hay dos personas tratando de encontrarla.