Manipulada Por Mi Jefe

CAPÍTULO 32 DE CORTESIA

CAPÍTULO 32 DE CORTESÍA

Ámbar

10 de Julio 2018

7:16 A.M.

Desde ese día deje de ser la misma de antes.
Ahora soy peor y estoy rota
 

— Buenos días — escuché el leve susurro muy cerca mío. Aún con el sueño presente , pero me permití mover una de mis manos sobre donde sea que estoy acostada aunque me de pereza hacerlo, siento unas manos tomar la mía y acercarla a un lugar. — Es hora de levantar Ámbar — unos labios se posaron en mi mano y lo pude ver apenas ya que abrí y cerré mis ojos con rapidez, tenía mucho sueño para levantarme y la luz que me golpeo a los ojos me hizo uerer dormir mas — Te vez hermosa en las mañanas mentira total.

— Mientes — susurré muy bajo con una voz realmente horrible es un poco ronca, solo cuando me levanto hasta que se me pasa — no me veo nada bien cuando me levanto— murmure más fuerte para que me escuche ya con los ojos abiertos, lo primero que vi, fue como él estaba apoyado en la palma de su mano, de la nada empezó a mover su rostro de un lado a otro con una sonrisa, me rio por ello, hasta que él sigue con esos movimientos casi haciendo caer su cabeza a la cama — Ya basta te dislocaras el cuello — dije entre medio de las risas que provocaba ya que al aparecer si le dolió

— Buenos días corazón — mis latidos de aceleraron tras el beso repentino de Octavio, en mis labios llenándome de alegría — Para mi siempre seras hermosa , aún con baba en la boca , levántate preciosa que tenemos mucho que hacer esta mañana — dio otro beso en mis labios y otro en la punta de mi nariz alejándose de mi poco a poco dejando que yo ha me sentará en la cama con una flojera de mil demostrandosela . Estaba aún cansada . Toque mis labios , pero no había rastro de baba . Levante la mirada viéndolo irse al baño con rapidez al momento que me siento molesta

— ¡Eres un mentiroso! — grite como para que me escuchará riéndome de su mentira después de ello. Yo no babeo dormida, eso creo. Me tiré otra vez a la cómoda cama queriendo quedarme aquí por un momento más y no salir fuera para nada del mundo — No quiero irme de esta cama — murmuré con cansancio aún. A lo lejos escuchó la ducha encendida , él se estaba dando una dicha matutina como cualquier persona, pero yo no. Me volteo del lado contrario , del lado de él.

Era irresistible no sentir su olor , aquel perfume que me estaba encantando poco a poco y ya creo que podría encontrarlo en cualquier parte. Tome su almohada y enrede mis brazos sobre ellas llevándola a mi rostro cerrando nuevamente mis ojos. La imagen de anoche se apareció en mis pensamientos, yo lo había abrazado, dormí en sus brazos

No quiero ser un monstruo, no quiero parecer la misma chica estúpida de hace años. No quiero, pareciera que todo el tiempo sufro, no entiendo porque ahora estoy tan susceptible a todo.

Debería ser como antes, dejarlo de lado y sufrir sola, sin que él o los demás sufran por ello o peor aun que estén preocupados a cada rato por mi estado.

— Pero si no levantas no tendrás tiempo para despedirte de tus hermanos — Se escuchó más cerca y me levanté apresurada tirando la almohada a un lugar, y ante el vago intento de pararme mis piernas se enredan en la sabana cayendo de la cama ,una vez más. Quería morir ya mismo por la vergüenza que me estaba naciendo poco a poco por cada bobada que lograba sacar día a día . — Cada día me sorprendes más — sus manos tomaron mis codos impulsándome a pararme entre medio de las sábanas que estaban en mis piernas chipadas dejando clara imagen que soy un poco torpe.

Su manos tomo mis mejillas cuando ya estuve más estable parada en mis dos pies mirándome con una sonrisa burlona ne sus labios.

— Ponte la bata ya mismo , es hora de bajar al desayunar sino mandarán a buscarnos — una de sus manos levantó mi barbilla y después tocaron mis mejillas que se sentían calientes — ahora — asentí sonriendo por mi flojera y la caída

Me moví saliendo de sus brazos , camine hasta una silla cerca del tocador , mi tocador que por primera vez le tome importancia . Gire un poco caminando de espalda. Por parte agradecí de que llevará un pantalón holgado , algo así como para hacer ejercicios al parecer.

Tomé la bata y me la puse encima, Octavio estaba con el pantalón y una malla que dejaba muy al descubierto sus grandes y trabajados brazos musculosos, señor Dios ya entendía porque era así. Si las cosas fueran diferentes, no podría estar más encantada con él por esa gran imagen que se carga

No por nada era eso llamado Dios Ingles, parece sacado de una revista de modelos de boxers

Se acercó bastante, que me dio un beso corto en los labios, luego llego a tomarme de la cintura , y bajamos así hasta llegar al comedor. Dónde ya todos estaban desayunando, mejor dicho las niñas comían hablando entre ellas

— ¡Buenos días! — saludamos Octavio y yo al mismo tiempo. Nos reímos por la forma en que dijimos juntos el saludo, aún no me soltaba de la cintura y así caminamos hasta la mesa. La punta de ella, habían dos sillas , donde fue que Octavio me dejó para sentarme y él se sentó a mi lado .

— Buenos días hijo, Ámbar — hablo el papá de Octavio saludando con un pedazo de manzana que trataba de comer

— Hijo ya tardaban en bajar — nos reclamos Rosie con una sonrisa de oreja a oreja . — Pero ya están aquí , buenos días — dijo volviendo a ver a la niñas que tomaran sus jugos de naranjas.

— Muy buenos días a todos , mis amores y señores Black — sonreí un poco incómoda por habernos tardado, ya que en parte fue mi culpa, la madrugada y ahora en la mañana.

Fue mi culpa por floja.

Mis hermanas se mataron de la risa ya que Octavio se puso a jugar con unos plátanos del frutero de la mesa. Era tan infantil su juego, que hasta mi hermano se reía de las bobadas de Octavio pero a mi, me parecía algo nuevo en él, nunca lo había visto comportándose asi con las mas pequeñas




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