Manipulada Por Mi Jefe

CAPITULO 41 UGH

CAPITULO 41 UGH

Ámbar

Rusia

01 de Noviembre 2018

11:32 P. M.

Caminemos de la mano
Cómo siempre quise.
Y tú te negaste ,una vez más.

— Me siento sucia — susurre viendo el pasto y grama muy alto.

No es momento de arrepentirse

El frío era muy fuerte, y para yo estar con un simple vestido que tapaba poco, me hizo temblar más.

Gire mirando atrás y, la camioneta estaba oculta entre los árboles, Miguel tenía los ojos pegados a los míos. Mis manos fueron a mis brazos , frotandolas para quitar el frío.

— Una camioneta esta saliendo, ve para la carretera, suerte amiga — Paúl era el que me decía que hacer, ahora mismo — Cuidate...

Silencio total en ese lugar, estaba descalza, ya que no iba a poder ni loca caminar con tacones. Corrí como pude hasta ese camino de tierra, pude ver como se acercaba la camioneta que salía de esa gran fábrica.

Me puse a orillas de la carretera, y me hice la que escapaba. Tomé un gran impulso dejando el frío acechador corrí intentado alejarme de ellos.

— Te vieron — susurro a través del aparato que me habían puesto en mi oído derecho.

Escuché como freno esa camioneta detrás mío. No tenia fuerza en las piernas, lamentablemente caí al suelo. El constante frío me hizo sentir más vulnerable...

No era parte del plan

— ¡Mierda! ¡Ámbar! — Paúl se dio cuenta lo que me pasó. He fregado el plan.

Los pasos detrás mío eran fuertes. En eso , tras mío fuí sostenida por los brazos, ambos me agarraron con mucha fuerza. Los oídos me zumbaban, pero claramente no entendía nada de nada.

Malditos rusos.

Me tirón del pelo. El otro empezó a sostenerme del brazo con mucha fuerza.

Un trapo.

Un trapo se puso en mi boca intenté forcejear con ellos, pero estaba débil. El frío me hizo muy mal. Llegué a oler ese olor tan feo. Mierda, la cabeza me daba vueltas.

Dejé de ver la tierra y el pasto.

— De una forma u otra ella ya entró — En que mierda me he metido una vez más.

Me lo pagarás Octavio Black.

....

Octavio

— eres un tonto por no darme lo que quería —  Era un jodido pervertido.

Los brazos ya no los sentía. La sangre que brotaba de la herida de mi abdomen había parado hace unos minutos. La cabeza me estaba dando vueltas, gracias a los golpes en mi rostro que me proporcionaron.

—ella no es de vender — Sabía que lo molestaría más. Mi cabeza fue alzada tan rápido que el puñetazo en mi pómulo derecho me hizo toser sangre. Por primera vez, desde que nos vemos le respondo en su idioma, fingía siempre no saber lo que me decía para ver hasta donde es su mentira.

Jodido vejete. Mis piernas no podían sostenerme , las muñecas las tenía muy marcadas por las sogas..

Mi mente volaba por esa personita, que sabía que de cualquier forma me va a querer matar por esto

— Esa niña tenía que ser mía. Te lo dije. Morirás de la forma que te lo mereces, te negaste al dinero. Este sera tu castigo  — llego a mi cabeza el rostro de Ámbar. Era un maldito depravado

¿Quería siempre lo ajeno?

Maldito hijo de puta, es mi novia. Una maravillosa mujer , con una piel suave , con ojos encantadores y el pelo brillante.

— Odio hablar tu estúpido ruso imbécil  — . Era un gusto molestarlo.

— Entonces hablar tu español, niñito — si tuviera más fuerza me mataría de risa por su mala forma de hablar el castellano — Tú morir pronto. Pronto será tu final — La puerta metálica se abrió y salió el vejete. La ola de frío chocó contra mi piel expuesta.

Mierda, si que hace frío en este lugar.

Estaba solo. Los guardias estaban fuera del cuarto en que me metieron ,los mismos que hicieron de todo tipo de tortura bien hechas.

Habla conmigo, que sucede

¿Por qué me enamoré de ella?

¿Por qué tan rápido tuvo que pasar?

Me siento muy agobiado por aquel tema, que ni Paúl ni Miguel me podían decir.

Liam , Enrique, Said , Ezequiel y Carlos, supieron hacerme tener más detallistas con ella, ser más cariñoso y respetuoso con su corazón.

Estoy tan jodido

— Empezar chicos — El vejete sonríe sabiendo lo que me harían. Maldición.

......

Ámbar

— Vale tía levantaos ya — La voz pasiva de la mujer que está delante mío me hizo temblar. Las mujeres , todas que están aquí.

Blancas, morenas, diferentes color de pelo, las chicas lloraban desconsoladas.

La pelirroja parada frente de mí, quería saber que hice para tener gotas de sangre en mis labios.

— Estas viva. Háblale en Castellano — Paúl estaba más que molestó por lo que no era el plan.

— ¿Qué hago aquí? — susurro Sonsa, es obvió que tengo trabajo que hacer y estas chicas me trauman mucho por los constantes gritos.

— ¡Callaos! — gritó un tipo tras de la pelirroja mayor frente mío. Mire a mis costados , las mujeres lloraban en silencio. — Las malditas americanas sois muy chillonas. ¡Joder! — Me moví un poquito y lo vi con un arma grande entre brazos. Dios santo, todas eramos de... — Tía intenta no escapar más ¿Vale? El jefe no perdonais a nadie. — Su mirada fría la puso sobre mi. Por miedo , quizás, no aparté la mirada. Me guiñó un ojo y se acercó — Permiso — Dijo a la pelirroja, se sentó en cunclilla para estar a mi tamaño. Tomó la parte baja de mi vestido tengo miedo, mucho miedo. Si intentaba algo lo pateó o me sacó el arma que tenía atado en los muslos , algo que si lo descubren me matan a mí.

Dirigí mi mirada , temblorosa hacia el lugar donde bajaba el cortingo vestido que me puse.

Estaba sucia , eso lo tenía mas en claro ya que el piso o lugar dónde estábamos olía muy mal.




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