Una amistad rota

New York, la ciudad que nunca duerme, es el escenario en el que Casey Miracle, siendo un joven de tan solo dieciocho sale en compañía de su mejor amigo, Marlon Loughty, que es un año mayor que él, es un fin de semana tranquilo para ellos y con la intención de divertirse se presentan en un bar de ambiente bastante agradable. Juntos ingresan a aquel lugar en el que la música inunda cada rincón, buscan algo para beber mientras mueven su cabeza al ritmo de la música.

– ¿Realizaste la solicitud para ingresar a la Universidad de Columbia, cierto?

– ¡Claro que lo hice! ¿Y adivina a quien deberás ver todo el tiempo?– cuestiona Casey emocionado–, ¡Me aceptaron!

– ¡Brindemos por eso!–exclama Marlon sonriendo ampliamente al escuchar la gran noticia que le ha dado su amigo.

En la universidad, Marlon es sumamente popular; sin embargo, únicamente considera verdadera la amistad de Casey con quien no guarda ningún secreto. Enfocándose en pasar un tiempo agradable conversan algún tiempo hasta que se deciden a invitar a bailar a un par de jóvenes que no apartaban sus miradas de ellos.

Con Casey en la universidad Marlon se sentía mucho más cómodo, Casey siempre cubría su espalda era su cómplice en cada uno de sus planes de la misma manera en que Marlon era cómplice de Casey, siendo completamente inseparables, al finalizar sus clases solían ir a algún lugar para despejarse, con la excepción de la temporada de exámenes en la que dedicaban todo su tiempo a estudiar. Trascurrieron algunos meses, es un día como muchos otros en la Universidad de Columbia y al llegar el descanso todo trascurre de manera normal, los jóvenes en la cafetería, habiendo obtenido algo para comer se encaminan con paso tranquilo hasta la mesa que acostumbran ocupar, en aquel lugar se puede observar los distintos grupos sociales.

–Ve a la mesa, te alcanzaré después–indica Marlon de pronto con una sonrisa misteriosa.

Casey sin comprender el actuar de su amigo se limita a mover su cabeza de manera afirmativa, su amigo cambia de dirección y él continúa su trayecto hasta la mesa que acostumbran ocupar. Una vez que se encuentra en ésta, mira hacia donde se dirigió su amigo percatándose de que toma asiento en una mesa un poco alejada y que se encuentra ocupada únicamente por un grupo de jóvenes que bromeaban tranquilamente. De pronto, mientras Casey observa curioso, una de las jóvenes con las que conversa su amigo eleva su mirada provocando que sus miradas se crucen, los intensos ojos grises de la joven no se apartan de él lo que le hace sentirse nervioso por lo que dirige su atención a la bandeja en la mesa.

El descanso llega a su fin y Marlon en ningún momento se reunió con Casey quien se pone de pie y se encamina a la respectiva clase que le corresponde, «Es algo raro caminar solo por los pasillos del instituto.» piensa percatándose por primera vez en todos los meses que tiene ahí que no cuenta con mayor amistad que la de Marlon y todos esos jóvenes que usualmente los acompañan únicamente lo hacen por su amigo.

–Hola, Casey–lo saludan de pronto tomándolo del brazo.

–Hola–responde confundido mirando a quien lo ha tomado del brazo encontrándose con la joven de la cafetería–, ¿Cuál es tu nombre?

–Jade, mi nombre es Jade Payet, al parecer únicamente yo he prestado mucha atención, somos compañeros en varias clases y había querido hablarte pero no me atrevía–expresa con una risita nerviosa.

–Disculpa, soy un poco distraído–expresa Casey sonriendo con amabilidad.

–Me he percatado, no te preocupes.

Los jóvenes avanzan mientras conversan, en realidad es Jade quien más habla, Casey es alguien que no suele hablar demasiado y mantener conversaciones le resulta bastante complicado pero aquella joven resulta bastante agradable y hace que se sienta cómodo a pesar de limitarse únicamente a responder.

Dos semanas más tarde, Marlon Loughty se encuentra llegando al instituto con paso tranquilo, en la entrada coincide con algunos de sus compañeros que lo saludan, conversa con ellos por algún tiempo y en compañía de algunos de ellos avanza por el pasillo en dirección a los casilleros. De pronto, ante la mirada atónita de sus amigos se deshace de todo lo que llevaba y avanza rápidamente dejándolos atrás. La ira se ha apoderado de todo su cuerpo, « ¿Cómo has podido hacerme algo así?» piensa llegando hasta su objetivo y sin pensárselo tirar con fuerza del hombro del que consideraba su mejor amigo para acto seguido golpearlo haciéndolo caer al piso.

– ¡¿Qué es lo que te sucede, Marlon?!–cuestiona Casey llevando su mano hacia su labio inferior sin comprender el actuar de su mejor amigo, sin responder absolutamente nada, Marlon se abalanza sobre Casey y comienza a golpearlo sin que este sea capaz de defenderse.

– ¡Déjalo, Marlon!–exclama la joven que acompañaba a Casey con su rostro cubierto de lágrimas–, ¡Alguien haga algo, por favor! ¡Lo matara!

Casey en el suelo se cubre lo mejor posible, en realidad no sabe cómo defenderse nunca antes había tenido un enfrentamiento de ese tipo y de ningún otro tipo, su naturaleza pacifica era suficiente para mantenerse sin problemas. Marlon en cambio es un experto en cualquier tipo de pelea por lo que tiene ventaja sobre Casey, quien además de no comprender nada de lo que está sucediendo es incapaz de hacerle frente y se limita a cubrirse lo mejor posible.

Los golpes iracundos de Marlon no se detienen y los jóvenes que avanzaban con él hasta que este los dejó atrás deciden intervenir para evitar que termine quitándole la vida a Casey, « ¿Por qué me ha atacado de esta manera?» se cuestiona aturdido. Casey llego a la universidad y se dirigió de inmediato a su casillero se encontraba extrayendo todo lo necesario cuando unos brazos frágiles lo rodearon por la espalda, sorprendido los aparto con cuidado y giró de inmediato encontrándose con los grandes ojos grises de Jade.

–Hola–saludo Casey sonriendo amablemente–, ¿Cómo estas, Jade?