Más allá de tu oscuridad

Alejarse

Un par de días más tarde, Levana sale del hospital en compañía de Darien, sus turnos han terminado y cada uno se dispone a volver a su respectivo hogar, ambos se encuentran agotados por el día pesado que han tenido, por suerte no les ha tocado hacer guardia y pueden volver a sus hogares con tranquilidad para descansar y recuperarse.

–Considero que deberías ser más directa en tus palabras, para que lo que quieres comunicar sea entendido a la perfección y no tengas que repetirlo–expresa de pronto Darien deteniendo su andar y tomando por sorpresa a Levana.

–Creo que no te comprendo–indica la joven mirándolo llena de extrañeza por el inusual comentario de su compañero que nada tiene que ver con lo que conversaban segundos antes.

Darien guarda completo silencio mientras dirige su mirada a un punto en la distancia, sin decir palabra alguna, Levana se encamina hacia donde ha mirado su amigo que permanece atrás observándola de manera atenta.

– ¿Qué haces aquí?–cuestiona llamando la atención del hombre que se encuentra recargado en su automóvil.

–Quería verte–responde mirándola directamente a los ojos causando el nerviosismo de la joven.

–Yo no quiero verte, no quiero tener relación alguna contigo–indica pasando saliva evidenciando su nerviosismo.

– ¿Tan fácil se fue ese amor que dijiste tenerme?

–No se trata de eso y lo sabes bien–expresa desviando la mirada de la de él–. Simplemente tu vida es completamente contraria a la mía.

–Entonces se trata del ángel y el demonio que a pesar de su amor no pueden estar juntos, eso es absurdo, Levana, de acuerdo tus principios y los míos son diferentes, pero lo correcto o incorrecto es cuestión de perspectiva y…

– ¡Casey, intentaste quitarle la vida a alguien ante mis propios ojos!– interrumpe en voz baja para que no la escuchen–. Vete por favor y no vuelvas a buscarme, si lo haces no me quedará más opción que denunciarte.

–Para hacer una denuncia se deben tener pruebas y aunque fuiste testigo, no hay ni una sola prueba y esa mujer no levantó denuncia alguna.

– Por favor, no me molestes más–pide Levana mirándolo controlando sus emociones.

Casey la mira sin decir palabra, « ¿Cómo puedes pedirme eso? Desearía complacerte pero mi corazón no me lo permite.» piensa extendiendo su mano para acariciar el rostro de Levana. Al percatarse que la mano de él se acerca, Levana retrocede y gira para intentar marcharse pero reaccionando rápidamente Casey la detiene sujetando el brazo de la joven que lo mira sin reacción, él aprovecha besándola de manera sorpresiva. Sin poder controlar más sus emociones Levana le corresponde, al llegar el beso a su fin lo mira con los ojos llenos de lágrimas, « ¿Por qué tiene que hacer todo tan difícil?» se cuestiona sin poder controlar las lágrimas rebeldes que escapan de sus ojos y corren por su mejilla. 
–No volveré a molestarte, lo siento–expresa secando las lagrimas de la joven–. Hasta nunca, Levana Blue.

Sin esperar respuesta se aleja de ella, abre la puerta de su vehículo, sube y conduce con el corazón partido como nunca antes lo sintió pero más importante que sus deseos de estar con Levana es su deseo de verla sonreír. Causar las lágrimas de la joven le resulta intolerable, ella permanece en aquel lugar observando por donde él se ha marchado, sin que se percatará, Darien se ha acercado y la abraza, ella deja salir el llanto que intentaba contener al sentir el cálido abrazo de su amigo.

– ¿Me dirás que hizo para que te alejes cuando es evidente que lo amas?

– No hizo nada, solo somos incompatibles.

– Esa es la versión oficial y yo quiero la verdad, Levana.

La joven guarda silencio, no piensa decir ni una sola palabra de lo que sucedió aquella noche ni siquiera a Darien que es su mejor amigo, si bien ha decidido mantenerse lejos de Casey, no puede considerar la idea de traicionar su confianza. Delatarlo jamás lo intentaría aunque amenazó con hacerlo. Darien la abraza y permite que llore en su hombro respetando la decisión de no revelarle la verdad, « ¿Incompatibilidad? No creo nada pero bueno, lo importante es que has sacado a ese sujeto de tu vida antes de que te meta en problemas.» piensa mirando al frente, no sabe que es lo que le hace desconfiar de aquel individuo pero sabe que tiene razón en hacerlo.

En la mansión Loughty leyendo atentamente el interesante informe que le han entregado, Marlon sonríe observando la fotografía que acompaña el resto de la información, «Esto se torna cada vez más interesante.» piensa poniéndose de pie con la fotografía en mano, sale de la oficina y se encamina hacia la habitación que ha permanecido cerrada durante años, necesita cerciorarse de lo que sus ojos ven. Llega hasta ese lugar y se encamina hasta el buró donde se encuentra una pequeña caja de madera, la abre extrayendo su contenido, con nostalgia comienza a ver todo lo que se guardaba en esa cajita.

Al día siguiente, siendo las diez de la mañana en la habitación de Kira Miracle, se encuentra la pequeña en compañía de Roxanne, la pequeña debe prepararse para desayunar y continuar con su rutina establecida para cada día.

–No puedes continuar en la cama, Kira.

–No quiero, tengo sueño.

– ¿Te sientes mal? Estas muy pálida–expresa tomando el termómetro para tomarle la temperatura–. No tienes fiebre.

–Solo estoy cansada y tengo frio–responde volviendo a cubrirse con sus sabanas.

–Pero Kira…

– ¿Qué sucede aquí?–cuestiona alguien desde la puerta interrumpiendo a Roxanne en su intento por hacer que la pequeña se levante o le diga que es lo que le sucede.

–Papá, dile a Roxanne que me deje dormir, yo tengo mucho sueño.

–Pero es muy tarde–indica aproximándose y tomando asiento en el borde de la cama mirando a la pequeña y tocando su frente–. Te veo muy pálida, ¿Te duele algo?

–No–responde mirando, preocupado dirige su atención a Roxanne.

– ¿Desde cuándo esta así?–inquiere con seriedad.




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